La dinastía de los Borbones de España se extinguió el 20 de enero de 1819, fecha en la que murió en Roma Carlos IV mientras Fernando VII hacía y deshacía para desgracia de nuestro país e irritación de sus súbditos de cualquier color ideológico.
Y Fernando VII lo sabía. Tanto, que decidió encerrar de por vida en la prisión de Peñíscola (Castellón) a quien podía probarlo, Juan de Almaraz, confesor que fue de su madre, la reina María Luisa. El sacerdote había escrito un documento que José María Zavala encontró en el Ministerio de Justicia y al que Juan Balansó había hecho referencia en alguno de sus libros sin llegar a reproducirlo nunca, sin duda porque conoció su existencia pero no llegó a verlo nunca.
Ese vacío lo colma ahora Zavala en Bastardos y Borbones (Plaza & Janés), donde nos cuenta la historia de un sobre con indicación de "Reservadísimo", que incluye un papel fechado el 8 de enero de 1819. En él Almaraz afirma que seis días antes, tras escuchar la última confesión, in articulo mortis, de María Luisa, ésta le había transmitido que "ninguno, ninguno de sus hijos y hijas, ninguno, era del legítimo matrimonio... lo que declaraba por cierto para descanso de su alma, y que el Señor la perdonase". Manuel Godoy tenía todas las papeletas para ser el responsable del desaguisado...
Almaraz no reveló entonces este secreto por respeto a Fernando VII, pero dejó escrito que al morir se le entregase a su confesor, sin abrir: "Por todo lo dicho pongo de testigo a mi Redentor Jesús para que me perdone mi omisión".
Y hasta aquí podemos leer... porque vale la pena conocer la historia al detalle y por extenso, una historia que bien podría asimilarse a El conde de Montecristo de Alejandro Dumas. Ocho años después Fernando VII, al conocer el letal escrito, dio orden de encarcelar a Almaraz, a pesar de ser ya un anciano, y a él no le alcanzó ninguna de las amnistías que decretó El Rey Felón (otrora El Deseado). El testigo que cuestionaba su derecho al trono era demasiado molesto para andar suelto por ahí.
Los Godoy Puigmoltó
Con esta apasionante historia arranca este ensayo que da a conocer la abundante lista de bastardos que en los últimos dos siglos han sido resultado de las aventuras extramatrimoniales de la Familia Real española.
Es conocida, por ejemplo, la abundantísima vida amorosa de Isabel II, y la más que probable atribución al capitán Enrique Puigmoltó de la paternidad de Alfonso XII. Pero no son tan conocidas las pruebas que recoge Zavala, unos despachos de 1857 remitidos al cardenal Giacomo Antonelli por el encargado de negocios de la Santa Sede en España, monseñor Giovanni Simeoni.
En uno refiere la bronca del general Ramón María Narváez a la Reina, embarazada, para que pusiese fin a esa relación: "¿Es que deseas que aborte?", le respondió llorando, en confesión implícita sobre la identidad del padre.
En el otro, Simeoni afirma que el confesor de Isabel II, nada menos que San Antonio María Claret, le ha dicho que la Reina le ha dicho a él que el padre es su esposo, "pero que en una carta amatoria al oficial de referencia ha escrito de su puño y letra que dicha prole debe atribuirse a ese oficial, en cuyas manos está la carta". ¿A quién engañó aquella pasional mujer, al santo o al militar?
La "otra" Familia Real
Pero junto a estas bastardías, políticamente peligrosísimas por afectar directamente a la legitimidad dinástica de los afectados, hay muchas otras cometidas por los reyes varones al margen de su vínculo conyugal, y que esconden, más que riesgos para el Estado, historias dramáticas de ocultación y marginalidad.
Alfonso XII tuvo dos hijos con la cantante Elena Sanz, a quienes quiso incluir en su testamento... pero no lo hizo. Murió preocupado por su futuro, y de hecho la Regente María Cristina de Habsburgo les privó de la pensión asignada. Pero la actriz supo hacer valer su condición, y mediante un hábil chantaje en el que utilizó como armas las cartas que conservaba de su amante, logró una importante suma de dinero.
Y luego hay otra historia llamativa, como la hija que tuvo Alfonso XII con la mujer del primer secretario de la embajada de Uruguay en Madrid. Esa hija secreta regresó cuarenta años después como esposa del embajador de Chile en la corte de su hermanastro, Alfonso XIII.
Quien, a su vez, dejó embarazada a la institutriz de sus hijos, Beatrice Noon, quien dio a luz en París (fue expulsada de la Corte) a Juana Alfonsa Milán Quiñones de León, cuyo primer apellido provenía del histórico ducado milanés que aún figuraba entre los títulos del monarca, y cuyo segundo apellido proviene del albacea de Alfonso XIII y embajador en París, su padre adoptivo.
Pero hay más casos recogidos por Zavala, y muy variados. De Alfonso de Bourbon, con quien se entrevistó en California, hijo de Alfonso de Borbón y Battenberg (primogénito de Alfonso XIII); o la otra misteriosa Eulalia de Borbón nacida en 1883 en Alcaudete (Jaén), abandonada en el hospicio; o el caso de Ángel Picazo, el actor del sorprendente parecido con Alfonso XIII; o la entrevista del autor con Olghina di Robilant, quien rompe su silencio de años para desmentir haber dicho nunca que Don Juan Carlos es el padre de su hija Paola...
Males nacionales, tragedias íntimas
Zavala no sólo nos cuenta estas historias, nos cuenta también cómo llegó hasta ellas, las emociones que le embargaron al descubrir un documento, escuchar un testimonio o adivinar un parentesco, o la forma en que los interesados aún vivos accedieron a hablar con él para contarle historias que han permanecido en el olvido durante décadas.
Estas páginas contienen una explosiva carga política, pues, en efecto, ¿qué sentido tiene una dinastía si esa dinastía es un mero simulacro, o qué valor tienen renuncias de derechos por matrimonios morganáticos si la sangre real se perdió décadas atrás, o cuántos chantajes a causa de esos secretos han condicionado la política española a espaldas de sus ciudadanos?
Pero incluyen también dramas personales terribles, como lo es ignorar la propia filiación o vivir escondiéndola a mayor conveniencia y gloria de personajes frívolos e irresponsables.
Bastardos y Borbones refleja esa parte de la historia de España edificada sobre el escaso sentido de Estado de quienes dicen encarnarlo. Es de agradecer que Zavala nos la recuerde y la acreciente con nuevos datos, por si la lección nos sirve de algo ahora.
Extraido integramente de: http://www.elsemanaldigital.com
En las monarquías de la Edad Media, concretamente en la castellana, leonesa, aragonesa o navarra, todos los hijos de los reyes, incluidos los herederos, recibían el título de infante o infanta. La palabra infante deriva del latín infans, infantis (el que no habla). Es por este motivo por el que se les comenzó a llamar así a los hijos de los reyes desde su nacimiento. Como dato curioso, comentaré que a los soldados que procuraban protección a los infantes se les denominaba infantería. Con el tiempo se nombró así a todos los ejércitos que iban a pie.
El título de Príncipe de Asturias fue creado por Juan I de Castilla en el siglo XIV con motivo del enlace matrimonial de su primogénito el Infante don Enrique con Catalina de Lancaster, nieta de Pedro el Cruel. Este nuevo título fue concedido a partir de entonces a todos los herederos de la Corona.
Los hijos de los infantes, desde que nacen, adquieren la dignidad de Grandes de España mientras que los de los Príncipes de Asturias obtienen la de Infante. El hijo o hija primogénito/a de los príncipes tomará, desde el momento que se produzca el hecho de llamamiento, el título de Príncipe de Asturias junto con los demás vinculados tradicionalmente al sucesor de la Corona de España...
La muerte del general Alfonso Armada, indultado por el Gobierno del socialista Felipe González tras cumplir solo 6 años de los 30 a los que fue condenado, no ha enterrado ni mucho menos la verdad histórica y judicial sobre el golpe de Estado del 23-F. Cada vez más historiadores, investigadores y testigos directos están desvelando que la asonada no se produjo como la contaron sus protagonistas, sino que fue el propio rey Juan Carlos, su ayudante desde 1955, Alfonso Armada (secretario de la Casa del Príncipe Juan Carlos y después, cuando su jefe era ya el monarca, secretario general de la Casa Real) y el dirigente socialista Enrique Múgica (PSOE) quienes urdieron un “Gobierno de concentración” para derrocar a Adolfo Suárez. El problema fue que el autor material, el coronel golpista Antonio Tejero, les salió rana. Y además un operador de TVE dejó encendida una cámara que puso al descubierto la opereta bufa. Para colmo, Armada no consiguió convencer a Tejero de que se le invistiera allí mismo presidente del Gobierno junto con dirigentes de AP, PSOE, PCE, “traidores” de UCD e independientes.
La médico del Congreso, doctora Carmen Echave, escuchó la conversación Armada-Tejero tras una puerta contigua y anotó los nombres que intentaban pactar. Los escribió en su propia agenda para no olvidarse. Es la conocida “lista de los 19”, políticos y militares que, por fidelidad al rey, odio a Adolfo Suárez, ambición o las tres cosas juntas, estaban dispuestos a todo con tal de poder ocupar un sillón ministerial:
– Presidente: general Alfonso Armada
– Vicepresidente para Asuntos Políticos: Felipe González (PSOE)
– Vicepresidente para Asuntos Económicos: J.M. López de Letona (Banca)
–Ministro de Asuntos Exteriores: José María de Areilza (Coalición Democrática)
–Ministro de Defensa: Manuel Fraga Iribarne (Alianza Popular)
–Ministro de Justicia: Gregorio Peces-Barba (PSOE)
–Ministro de Hacienda: Pío Cabanillas (UCD)
–Ministro del Interior: general Manuel Saavedra Palmeiro
–Ministro de Obras Públicas: José Luis Alvarez (UCD)
–Ministro de Educación y Ciencia: Miguel Herrero de Miñón (UCD)
–Ministro de Trabajo: Jordi Solé Tura (PCE)
–Ministro de Industria: Agustín Rodríguez Sahagún (UCD)
–Ministro de Comercio: Carlos Ferrer Salat (presidente de la CEOE)
–Ministro de Cultura: Antonio Garrigues Walker (empresario)
–Ministro de Economía: Ramón Tamames (PCE)
–Ministro de Transportes y Comunicaciones: Javier Solana (PSOE)
–Ministro de Autonomías y Regiones: general José Antonio Sáenz de Santamaría
–Ministro de Sanidad: Enrique Múgica Herzog (PSOE)
–Ministro de Información: Luis María Anson (presidente de la agencia Efe)
La fiabilidad del testimonio de la doctora Echave lo corrobora la periodista Victoria Prego, especializada en la Transición, y lo confirma el periodista Pablo Sebastián, que menciona como Fernando Alvarez de Miranda (UCD) y Alejandro Rojas Marcos (Partido Andalucista) supieron que Felipe González había dado el visto bueno a un “Gobierno de concentración nacional”:
“¿Por qué Felipe González -como lo recuerda Fernando Alvarez de Miranda citando a Adolfo Suárez y lo ha confirmado Alejandro Rojas Marcos- prefería un Gobierno de concentración nacional presidido por un militar, como el que proponía Armada, en vez del Gobierno de Suárez? ¿Qué pasó entre Armada y Tejero cuando el coronel de la Guardia Civil con el que Armada había preparado el golpe, le negó a Armada su entrada en el Congreso secuestrado porque al parecer la lista del gobierno que traía el exgeneral incluía a socialistas y comunistas?”.
El coronel Martínez Inglés incluye en su libro “La transición vigilada”, retirado del mercado a los 15 días, las únicas declaraciones del general golpista Milans del Bosch sobre esos acontecimientos. Habían coincidido en la misma prisión y el coronel le prometió no divulgarlas hasta después de su muerte. Milans del Bosch dijo: “El rey quiso dar un golpe de timón institucional, enderezar el proceso que se le escapaba de las manos y, en esta ocasión, con el peligro que se cernía sobre su corona y con el temor de que todo saltara por los aires, me autorizó actuar de acuerdo con las instrucciones que recibiera de Armada”.
Afirma que después el general Armada siguió teniendo mucha amistad con el rey, con quien hizo un pacto de silencio: “No acusó a su señor, se calló y estuvo solamente cinco años en la cárcel, después lo indultaron. Sin embargo, el general Milans, un hombre completamente distinto de Armada, no es un hombre de Palacio sino un militar más puro, fue engañado y abandonado, siguió en la cárcel durante nueve años”.
El periodista Jesús Cacho también investigó este asunto en el libro “El negocio de la libertad’. Su colega Rafa Plaza afirma que Cacho lo había entregado a la editorial Plaza y Janés del grupo Berstelsmann, pero le dijeron que lo publicarían si mutilaba 50%. “No queremos problemas”, le comentaron. Lo llevó entonces a la editorial Foca, y el libro ya va en la undécima edición, con 90 mil ejemplares vendidos.
Cacho concluye que “el rey participó en el 23-F, y menciona en el libro un informe escrito y firmado de puño y letra por el general Armada, que confirma lo anterior, así como la carta que escribió antes del juicio, en la cual el general le pide permiso al rey “por el honor de mis hijos y de mi familia, para utilizar, durante el consejo de guerra, parte del contenido de nuestra conversación, de la cual tengo nota puntual, mantenida días antes del golpe, a la vuelta de los reyes del entierro de la reina Federica de Grecia”.
Otros tres testigos más, los coroneles Diego Camacho y Alberto Perote, junto con el propio jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campos, que fue despedido por el rey porque no admitía las continuas tropelías del monarca y se las recriminaba, han dejado testimoniado lo que saben. Con ellos habló o recabó su testimonio el catedrático Roberto Centeno:
“Los golpistas del 23-F fueron víctimas de la fatalidad: el teniente coronel Tejero, encargado de la toma de las Cortes, se negó a obedecer a Armada cuando supo que iba a formarse un Gobierno con socialistas y otras izquierdas de nombre. En una entrevista radiada la pasada semana con el señor Trevijano, el coronel Diego Camacho, del CESID, relató cómo sus jefes estaban dentro del golpe y cómo lo apartaron cuando lo denunció ante su superior el general Calderón, sin saber que formaba parte de la trama. Según este coronel, el Rey dio marcha atrás cuando Armada le comunicó por teléfono que Tejero iba por libre y no le obedecía”.
“Además, el hecho de que la radio y la televisión continuaron transmitiendo, con un energúmeno pegando tiros al aire y el mundo entero viéndolo en directo, hacía el “golpe de timón” absolutamente infumable a nivel internacional”. En otra entrevista realizada en la COPE por César Vidal al coronel Alberto Perote del CESID, que vivió en directo todo el asunto, al preguntarle qué habría pasado si Tejero hubiera obedecido y las cámaras hubieran sido desconectadas, su respuesta fue rotunda: “Armada habría salido del Congreso investido como presidente del Gobierno”.
El jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campos, cuando fue expulsado de su puesto por el Rey, le contó a Trevijano cómo en el libro de visitas al monarca del día 11-F aparecía borrado el nombre de D. Alfonso de Borbón y en su lugar se había puesto el del general Armada, que se presentó de improviso en la Zarzuela, sin conocimiento de su capitán general. Y -continúa el general Fernández Campos- “tratándome como si fuera un soldado”, ante mi sorpresa me exigió: “dígale que estoy aquí y vera cómo me recibe (el Rey) en el acto”, lo que efectivamente sucedió.
Fernández Campos le contó también a Trevijano que, a las tres de la mañana del 24-F, ordenó a un capitán de servicio en la Zarzuela que se presentara en la agencia EFE y retirara el cable enviado por el Rey a Miláns del Bosch en el que le decía “que ya no podía dar marcha atrás”. Se refería a la suspensión de la operación político-militar promovida por la Corona. Miláns del Bosch, que ya había sacado los tanques a la calle, no obedece al Rey al instante, por eso el mensaje del monarca en la televisión no puede emitirse hasta la madrugada. En el 23-F los militares pagaron el pato, todos los condenados menos uno eran militares, aunque en el golpe había mas civiles que militares: “Y con una dignidad y una lealtad digna de mejor causa todos mantuvieron la boca cerrada”
Obviamente, siempre que nos declaramos anarquistas o defendemos las ideas libertarias, estamos rechazando de manera implícita la existencia en sí de la realeza y la aristocracia, así como el papel privilegiado que se les asigna en esta sociedad. Según la Constitución, “el Rey es el símbolo de la unidad y permanencia del Estado”, símbolo por tanto de un régimen que rechazamos. Tan obvio es que, en algunas ocasiones, incluso se echa en falta la articulación de un cuestionamiento explícito de semejante aberración. Y decimos aberración, no sólo por lo que subjetivamente nos puede parecer desde un punto de vista libertario, sino porque la permanencia de estas instituciones supone un desvío incluso dentro de la “lógica” que nos intenta vender el propio sistema.
En el modelo clasista e injusto en el que vivimos, en el que las diferencias entre ricos/as y pobres son más que palpables, la paz social se sustenta en gran parte por la idea de la igualdad de oportunidades. Supuestamente, cualquiera que nazca en una familia pobre, si se esfuerza lo suficiente, puede llegar a lo más alto.
La llamada “meritocracia” fomenta la competitividad y ayuda a minar la conciencia de clase, cosa que no es poco. Además, dentro de esta dinámica, supuestamente uno/a está donde está porque es lo que merece. Y, si no estamos contentos/as, siempre nos queda soñar con llegar a algo mejor en lugar de unirnos y luchar por cambiar las cosas. Incluso, con las modernidades introducidas en la nobleza en el siglo XX, cualquier plebeyo/a puede permitirse el lujo de soñar con llegar a ser duque o princesa. Y sin embargo, con toda la potencia que creamos en este sistema de méritos, se sigue tragando con el absurdo de que algunas personas, sólo por el hecho de haber nacido en determinada familia, estén destinadas a ser reyes o reinas de todos/as los/as demás; gente que tendrá un sueldo vitalicio pagado con dinero público; gente que será obsequiada con regalos y privilegios allá donde vaya, a quienes los/as demás harán genuflexiones y tratarán de Excelentísimo/a o Ilustrísimo/a Señor/a.
Acabar con la existencia de la nobleza per sé, no sólo no cambiaría en nada los fundamentos del capitalismo, sino que incluso podría actuar como cortina de humo, conseguir que pareciera que se ha hecho un gran avance sin necesidad de hacer ningún cambio en lo esencial. Por ello, no es nuestra intención desde estas líneas proponer esta reforma como solución en sí misma, ni mucho menos defender la instauración de un régimen republicano como respuesta a todas las desigualdades económicas y de clase. Únicamente creemos que es interesante pararse a hacer un pequeño análisis sobre este elefante en la habitación: estamentos medievales que siguen siendo tolerados en el siglo XXI y cuyo peso se nos obliga a aguantar a quienes estamos en lo más bajo de la pirámide social...
Con sus setenta y cuatro años de edad, el coronel Amadeo Martínez Inglés parece todo un militar retirado mientras marcha con su uniforme hacia la pequeña multitud fuera del juzgado. Pero sus palabras no son las de un típico coronel del ejército. "La Tercera República nacerá pronto en España!" declama ante los aplausos de sus partidarios, antes de entrar en la Audiencia Nacional, el alto tribunal que se ocupa de los terroristas, mafiosos internacionales y narcotraficantes, donde se enfrenta a una pena de prisión de 15 meses para sus insultos contra el rey.
¿Activista contra la realeza, artista de performance de agit-prop, o simplemente "Dingo y traidor"? Oficial retirado del ejército Amadeo Martínez Inglés es muchas cosas para mucha gente.
Es abril de 2012 y se le acusa de "calumnias y perjuicios contra la Corona" del artículo 490.3 del Código Penal, una ley que ya ha sido anulado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el caso de Arnaldo Otegi. Otegi, un líder separatista vasco que en 2003 dijo que "el Rey Juan Carlos fue "jefe de los torturadores", fue sentenciado a un año de prisión en virtud de la misma ley. Pero en 2011 el Tribunal Europeo condenó al Estado español a pagarle 20.000 € en compensación por haberle privado de la libertad de expresión.
Al parecer, el artículo 490.3 estaba muerto. Pero el fiscal general Eduardo Torres-Dulce no lo creía muerto. En diciembre de 2011, el mismo mes en que asumió el cargo con el nuevo gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy, un artículo escrito por un autor y activista - nada menos que nuestro veterano coronel Martínez Inglés - apareció en el sitio web de izquierda republicana Canarias-Semanal. Se titulaba "¿Por qué te callas ahora?", en alusión a las palabras del mismo rey Juan Carlos dirigidas a Hugo Chávez "¿Por qué no te callas?" cuando en 2007, el monarca se marchó de una reunión con el presidente venezolano en la cumbre iberoamericana.
El artículo de Martínez Inglés, es todo menos sutil: el coronel acusa al rey de estar en el centro de un círculo de funcionarios corruptos, de defraudar a los fondos públicos para sus aventuras sexuales, y lo más grave, de estar él mismo detrás del fallecido golpe de estado de 23 de febrero de 1981 de Antonio Tejero. La resolución de este golpe acabó con el rey reconocido como un héroe de la democracia por todo el mundo. Todas estas acusaciones se entregan en una acalorada retórica que expresa su desprecio y repugnancia hacia el rey mismo y de las instituciones que representa. El texto derrama ironía sobre el rey, su yerno Iñaki Urdangarín, que acababa de ser acusado de manejar una trama de malversación de varios millones de euros, y que quedaría excluido del círculo de la familia el mismo mes de noviembre 2011.
Equilibrado y tranquilo el artículo no era. Pero ¿se trataba de un atentado criminal contra el Estado? El Fiscal General Torres-Dulce creía que fue así, y decidió resucitar el artículo 490.3, a pesar de haber sido anulado en el Tribunal Europeo sólo unos meses antes. Tal vez pensó que el artículo Martínez Inglés era un caso tan claro de “lesa majestad” que la gravedad del caso de algún modo anularía la sentencia del Tribunal Europeo en el caso de Otegi sobre la libertad de expresión. Tal vez pensaba que el coronel dejaría de ser “tan grosero con el rey” si fuera procesado con todo el peso de la ley. Evidentemente, no conocía muy bien al coronel.
Fuera como sea, en marzo de 2012 la Audiencia Nacional imputó a Martínez Inglés por el delito de injurias al Rey, y el fiscal pidió una pena de prisión de 15 meses. Martínez Inglés decidió luchar contra la acusación de calumnia demostrando que las acusaciones contra el rey Juan Carlos en el artículo son verídicas. Se puso de pie en el tribunal y pidió que algunos testigos fueran llamados a declarar: Urdangarin, su esposa, la princesa Cristina y su socio Diego Torres, para prestar declaración sobre el presunto red fraudulenta del Instituto Nóos; Corinna Wittgenstein Su-Zayn y Bárbara Rey para hablar de lo sabían de la vida privada del rey, el estafador condenado Mario Conde para hablar de las redes de corrupción, y Tejero, líder del intento de golpe de Estado de 1981, para testificar sobre los antecedentes de ese evento.
España "ruina material y moral"
Entonces, ¿qué tiene el coronel en contra del rey? "No tengo nada personal en contra de él", insiste, en una entrevista exclusiva con Iberosphere. "Mi problema es con una institución que no fue elegido por el pueblo español y que fue impuesta por Franco. La teoría oficial de que el rey es un héroe de la transición democrática es algo que sirve a los herederos de la tradición de la dictadura. Ésta es la partitocracia político, el establecimiento, que presidió durante 30 años la corrupción que nos ha llevado a la ruina material y moral."
Martínez Inglés entró en el ejército en la misma época que su contemporáneo el rey, y estudiaba como cadete en la misma academia militar de Zaragoza. Entonces, ascendido a teniente, estaba al mando de una unidad de combate en el conflicto de Ifni (1957-58), la última "guerra caliente" de la época colonial española en el Sáhara, y estaba destinado con las Tropas Nómadas del Sahara y los paracaidistas durante la última etapa de la hegemonía española en esta zona.
En los años de la Transición estaba destinado al Estado Mayor del Ejército, pero estaba tan sorprendido como todos los demás por el golpe de estado de 1981. Este golpe de Estado se ha convertido en la pieza central de la versión Martínez Inglés de la historia moderna española. Según el relato del propio autor, su artículo presuntamente delictivo en el sitio web está dedicado a exponer el papel del rey en esta trama, como también lo es su libro colosal, “El rey que no amaba a los elefantes.” "Se documenta la historia de este rey tan peculiar, la manera peculiar que se le ha permitido reinar, y sus presuntos delitos."
Para Martínez Inglés, sus crecientes dudas sobre el compromiso de sus colegas de alto mando a la transición democrática se confirmaron cuando en 1989 fue lanzado en la prisión militar de Alcalá de Henares durante cinco meses después de la publicación de un ensayo que argumentaba poner fin al servicio militar obligado y la profesionalización plena de las fuerzas militares. Después de la prisión fue silenciosamente retirado del servicio.
En los años noventa, entró en la política de izquierdas, y en 1993 denunció a Isabelo Herreros, el líder de su propio partido, Izquierda Republicana, por estafar los fondos oficiales del partido. (Después Herreros fue absuelto de estos cargos). Desde entonces, Martínez Inglés ha practicado la política a solas, aunque colabora con diferentes colectivos republicanos y de izquierdas principalmente aportando su voluminosa producción de artículos.
Pero de vez en cuando da un paso a la fama como solista rebelde, una especie de artista de performance agit-prop. En 2003, cuando José María Aznar llevó a España a la guerra de Irak, Martínez Inglés fue brevemente el imán para los medios en la cobertura de la protesta contra la guerra, apareciendo con su uniforme impecable y protestando la participación de España en una guerra ilegal.
Un asistente de boda revolucionario
En 2004, durante la boda real entre el príncipe Felipe y la princesa Leticia en la catedral de la Almudena en Madrid, Martínez Inglés se coló – o “se infiltró” en sus propias palabras - el evento sin invitación, simplemente aprovechando su uniforme militar. Los vídeos del evento muestran a los invitados dando vueltas mientras el coronel infiltrado, armado con su pistola automática reglamentaria, se mueve tranquilamente entre sus designados "puntos de control". Cuando finalmente es cuestionado por los funcionarios, sale de la catedral, pero se había pasado 20 minutos dentro de la zona de alta seguridad. En su libro describe esta acción como una operación pre-planificada minuciosamente, e indica que el objetivo era hacer una declaración de protesta republicana durante la televisada ceremonia de la boda. No pudo ser, y cuando fue parado los ujieres de la corte y el personal de seguridad, salió a su propia voluntad como se le pidió educadamente.
Ahora de nuevo está en el centro de atención. Por cada coronel españoles de derechas como Tejero, Martínez Inglés está decidido a actuar como la antipartícula de izquierda. Recientemente ha salido a favor de un referéndum catalán de autodeterminación, y se ganó los elogios de muchos nacionalistas catalanes como "el coronel bueno" en contraposición a los "malos" coroneles que sugieren la supresión armada de sus objetivos secesionistas. Para esto también es vilipendiado en la prensa de derechas como un " traidor y chiflado".
En este momento es trending, como la causa célebre de la izquierda republicana, el movimiento independentista catalán, y la blogosfera alternativa anti-sistema en general. Está en el centro de una tormenta que ha llamado sobre sí mismo, y crece con el combate. ¿Cómo es la estrategia de defensa en este caso?
"Me he negado cualquier tipo de representación legal", nos dice. "Voy a defenderme basado en el concepto jurídico de la exceptio veritatis. Es decir, voy a demostrar que las acusaciones que están en el artículo están justificadas por los hechos, y de ser ciertas, no son de ninguna manera calumnias".
Como es lógico en un revolucionario, percibe su propio caso como parte de una naciente revolución social "Esta degradación de la democracia española está cambiando a un ritmo rápido en este país empobrecido y desmoralizado, que está pidiendo a gritos un cambio. Al mismo tiempo, la figura del rey se encuentra en un mínimo histórico en la percepción del público, como el público español está descubriendo las normas éticas de la decadente monarquía, a pesar de la autocensura de los medios de comunicación,. Esto es en parte debido al trabajo de personas como yo, los investigadores que han superado dificultades considerables con el fin de publicar su trabajo ".
Título original : La vida y los juicios del coronel rebelde
Autor: Alan Murphy - traducido del inglés por el autor
Nada en la historia de la humanidad resulta tan vergonzoso es indignante la trata de esclavos, en el África subsahariana representó la mayor catástrofe de la era moderna. A lo largo de la costa africana se establecieron factorías de esclavistas, si bien fueron los portugueses los pioneros, holandeses, franceses e ingleses pronto participarían en esta salvaje y criminal explotación del hombre por el hombre. Millones de personas eran capturados como animales para servir como esclavos en plantaciones de las potencias europeas, en sus casas o haciendas. El Imperio español al principio permaneció en cierto modo, pero solo en cierto modo, ajeno a esta infamia.
Si bien la esclavitud en España se introduce en tiempos de los reyes católicos, por el tratado de Alcaçovas, mediante el cual España autoriza la venta de esclavos en España. El posterior Tratado de Tordesillas en 1494, impide durante los siglos posteriores el comercio directo de esclavos en colonias desde las costas africanas, a pesar de ello unos años después comienzan a llegar los primeros esclavos a las islas del Caribe, fundamentalmente para los cultivos de caña de azúcar, la excusa una gran epidemia que diezma la población indígena, dejando sin trabajadores indigenas semi-esclavos las islas del Caribe. Esta aberración a pesar del Tratado de Tordesillas fue muy grande, por ejemplo Puerto Rico con menos de 400 españoles, había más de 2000 esclavos. Cien años después de la llegada de los españoles la población indígena había desaparecido del Caribe, siendo reemplazada por población procedente de África.
Es con la llegada de los borbones, cuando dejaron las formas y comenzó España a participar a saco en este criminal comercio, los borbones impusieron su sello personal al imperio y participaron activamente del “negocio”. Felipe V,”El Guarro”, fue el primer Borbón y el primero de los reyes de España en comenzar la moda de hacer negocios sin moral ni ética alguna, como luego se confesaba la iglesia siempre condescendiente con los poderosos le daba la absolución. Pronto firmó un suculento contrato con la Compañía de Guinea, al igual que él, de nacionalidad francesa, se hizo socio criminal de otro Borbón, el rey de Francia Luis XV, por lo cual percibía cada Borbón el 25% de los beneficios de la organización esclavista. Eso sí, todo de manera muy católica, los barcos en los que transportaban la “mercancía” debían ser católicos, así como la tripulación, por eso de que de ese modo los esclavos que no llegase a América, tuviesen la posibilidad de morir por la gracia de Dios.
La sociedad con su primo termino rompiéndose, por el tratado de Utrecht, tampoco le importó mucho al Borbón, pronto formalizó contrato con los ocupantes de Gibraltar y Menorca y creo la Compañía de Comercio, que actuaba de forma conjunta con South Sea, por este acuerdo fueron secuestrados unas 150.000 personas, que fueron vendidas como esclavos en pública subasta en las colonias españolas, en esta operación repartía beneficios con Ana Estuardo, reina de Inglaterra, no vayamos a creer que eran solo unos impresentables los reyes de España, que como decía mi padre, el mejor rey el que no existe.
En esta ocasión, como los ingleses no eran católicos cambiaron las cláusulas, los ingleses más negociantes establecieron que la “mercancía” fuesen hombres, mujeres o niños no debían ser viejos ni defectuosos y tener sus dentaduras completas, por lo cual les miraban los dientes como si fuesen caballos o mulas, los pobres desgraciados eran salvajemente marcados con hierros candentes con los sellos del rey de España y de la compañía inglesa, de la que era socia mayoritaria Ana Estuardo, y diversos lores ingleses.
Está claro que los empresarios si se han podido evitar costes salariales, se los han evitado, de hecho en estos momentos, con la complicidad de la decadente clase política monárquica, de mundo financiero y de esa organización terrorista a la que llaman “Los mercados” van camino de ello, de conseguir mano de obra si no esclava si en precarias, muy precarias condiciones laborales. Así que no es de extrañar que los grandes colonos españoles, los empresarios de la época, presionasen para las grandes plantaciones de café, azúcar o cacao y aunque el Tratado de Tordesillas prohibía el tráfico de esclavos, fueron muchos los empresarios españoles que crearon sus propias compañías de tan criminal comercio.
Con la llegada de la revolución francesa se comienza a tomar conciencia del crimen contra la humanidad que supone la esclavitud, la cual vota en febrero de 1794 la abolición de la esclavitud en las Antillas Francesas, continuando Dinamarca que prohíbe de manera toral el comercio de esclavos, cuatro años más tarde en 1807 Inglaterra hizo lo mismo, pero sin ponerle muchas ganas y no seria hasta 1832 cuando aprueba la abolición del de la esclavitud en las colonias británicas. Los borbones que se habían dado cuenta del gran negocio no renunciaron a ello a pesar de los tratados que firmaban y presiones que recibían del resto de las naciones, no sería hasta la llegada de la primera República Española cuando es abolida la esclavitud en Puerto Rico, pero no en Cuba, donde seria abolida en 1886. Siendo España el último país en participar de manera activa en el tráfico de esclavos fue la última en abolir la esclavitud, por ser una manera de enriquecimiento personal de los borbones y la aristocracia española.
RESUMEN DE LAS LUCHAS DE PODER A LO LARGO DE LA HISTORIA
Con la fuerza individual se accedió inicialmente al poder de las tribus salvajes. Esa fuerza individual creció hasta ir formando alianzas y grupos de poder al mismo tiempo que las tribus iban creciendo y se convertían en pueblos. Y éstos grupos de poder, que a partir de ahora les llamaremos PI (poder invisible), se adaptaron al crecimiento de la población creando normas y leyes para controlar las principales fuentes de subsistencia : agua, alimentos, caza y recolección.
Éstas normas y leyes eran como una ideología o religión que todo el mundo seguía bajo la dirección del PI. Aquellos que no lo hicieran eran castigados o expulsados del grupo tribal. Y el PI se convirtió en militar y sacerdote a la vez.
Por todos los territorios adyacentes se fueron creando grupos y más grupos, existiendo una relación entre ellos, a veces violenta a veces pacífica. Y con el paso de los años éstos grupos se asentaron en sus respectivos territorios, creciendo y convirtiéndose en pueblos y pequeñas ciudades. Cada cual independiente con sus propias normas, leyes y religión. Pero a medida que el tamaño de la población era mayor y la complejidad para gobernarlos creció, las alianzas entre territorios y los PI se multiplicaron. Y hubo guerras entre pueblos y ciudades, y también alianzas que provocaron el surgimiento de ciudades enormes con un PI muy importante.
Los PI se dieron cuenta de la importancia de poseer un ejército organizado de militares, sacerdotes y escribanos para hacer frente a las rivalidades externas e internas. Crearon todo tipo de tributos y construyeron fortalezas y templos, usando a prisioneros de guerra y enemigos como esclavos, con el fin de controlar territorios.
Pasaron los años y la forma de ejercer el control evolucionó. Ya no era sólo la fuerza bruta de unos pocos sobre los más débiles. Ahora el PI tenía a su disposición un ejército organizado con el que mantenía un control absoluto sobre los recursos fundamentales de su territorio : agua, alimentos, la caza, la recolección de frutos. Y a través de los sacerdotes y escribanos mantenían a la población dentro de unas normas y una ideología concretas.
Y pasaron cientos y cientos de años hasta que éstos pueblos aprendieron a cultivar el terreno y domesticar animales. Se hicieron agricultores, ganaderos y elaboraron técnicas sofisticadas de pesca.
Y el PI, al igual que la población se transformaba aprendiendo a administrar cada vez más riqueza y poder. Acumulaban bienes mediante la recaudación de impuestos, consiguiendo un excedente de riqueza, que le ayudaría a hacer más fuerte a su ejército de soldados, sacerdotes y escribanos. Cualquiera que no pagara los tributos era asesinado o castigado para ejemplo de otros.
En sus ansias por aumentar sus riquezas el PI invadía otros territorios más débiles creciendo hasta formar reinos e imperios. Se fue consolidando la herencia familiar y las alianza entre familias y reinos para mantener éstos privilegios de generación en generación.
A lo largo de los años se sucedieron reyes y monarcas, guerras y batallas, tráfico de esclavos, crueldad y violencia extrema. Regia ley del más fuerte. Y con la organización de los territorios y el asentamiento de las poblaciones se produjo un crecimiento demográfico. Las gentes tenían más contacto entre ellas y creaban su propia cultura y creencias paganas a escondidas de sacerdotes y escribanos.
El control de los bienes recaudados por el PI -alimentos, bebidas, animales, vestido- se fue complicando. Cada vez resultaba más difícil administrar tanta riqueza (almacenarla, repartirla entre los suyos, transportarla para el comercio) y crearon un sistema innovador que ha llegado hasta nuestros días : la moneda
Acuñaron las monedas para sus territorios.Y lo mismo hicieron los PI de territorios cercanos. Así que hubo muchas monedas, tantas como territorios y Poderes Invisibles. Se acuñaba y mediante una red de recaudadores y escribanos, con ayuda del ejército, llenaban caravanas con monedas y visitaban las zonas más importantes. Los reunían y proclamaban : desde hoy los tributos se pagarán con monedas. Con éstas que traemos en la caravana. Y fueron cambiando, ahora 5 monedas por una gallina, 20 por un cerdo, 1 kilo de arroz, y así sucesivamente con todos los bienes que la población entregaba como tributo.
Poco a poco la moneda se hizo popular y entre algunos reinos los PI acordaron usar la misma moneda para comerciar y evitar los trueques de mercancías. Usaron metales como el oro y el diamante para el intercambio entre distintos territorios ya que era más fácil que usar distintas monedas.
La influencia de éstas nuevas formas de riqueza, en forma de oro y diamantes traspasaba las propias fronteras.
La presión sobre la población fue aumentando. Se sucedieron regímenes de esclavitud y servidumbre. El control llegó a ser absoluto. El PI se dividió para llegar a toda la población. Y se le conoció como el poder de las dos espadas: la espada espiritual a través del poder de la religión y la espada material a través del poder militar.
Y de ésta forma el PI creció como nunca y consiguió palacios, vestidos, armas, joyas y todo tipo de lujos inimaginables. Cada nueva generación acometía alianzas y acuerdos entre familias para proteger y salvaguardar sus riquezas y dominios. Y a través de la herencia el PI fue manteniéndose a lo largo de la Historia.
Se sucedieron revueltas sangrientas y enfrentamientos violentos entre la población y el PI, debido a la crueldad extrema de reyes y emperadores.
Mientras, el comercio entre territorios fue aumentando, las ciudades crecieron y los tributos eran tan importantes que el hambre y la miseria se extendió por la población. Hambrunas, guerras, epidemias. Todo se volvía en contra de los más débiles. Y el PI no tuvo compasión. Impuso miedo, violencia y la represión.
Y ese pueblo débil y maltratado se rebeló. Estallaron revoluciones sangrientas fruto de la rabia y la miseria.
Éstas revoluciones llegaron a ser tan numerosas y potentes que consiguieron desmantelar parte de éste PI. Murieron reyes, sacerdotes y militares hasta que éstas dos fuerzas negociaron : el poder invisible y las fuerzas revolucionarias, conocidas como la burguesía. La sociedad se transformó y con ella el PI.
Acordaron que el PI cediera parte de u poder a través de un parlamento formado por : la iglesia y el poder militar (las dos espadas del PI) y las fuerzas revolucionarias representadas por la burguesía. Nace la política con un PI en su interior y del que ya nunca saldrá. Se transformará y se hará invisible.
Y de éste modo nacerán las primeras declaraciones sobre derechos del hombre y del ciudadano. Y aparecerá el progreso científico. Y con él la llamada revolución industrial y el nacimiento del sistema capitalista tal como hoy lo concebimos.
El PI usó sus riquezas para crear un sistema financiero formado por una red de bancos que practicarían la usura y colocarían el dinero en las industrias que estaban surgiendo, comprando tecnología y los inventos mediante patentes industriales.
El tercer poder, la burguesía, se incorporó a ésta transformación enriqueciéndose y aumentando su poder en la sociedad y el Parlamento. Ésta nueva sociedad industrial nacía con forma piramidal : en la parte más alta un PI poderoso representado por el clero y la nobleza, en el medio una burguesía capitalista rica y ambiciosa y en la base un pueblo miserable convertido en obrero industrial o agricultor explotado.
Las antiguas formas de poder se transformarán hasta conseguir un PI prácticamente invisible para la gran mayoría. Las revoluciones le enseñaron nuevas forma de mantenerse en el poder y se dieron cuenta que no podían dirigir a la población como lo habían hecho. Así que modificaron su forma de actuar y cedieron parte de su poder a la burguesía. Tomaron el control sobre inventos como la máquina de vapor aplicada al ferrocarril y la industria naviera, la electricidad, la siderurgia y la metalurgia.
Alrededor de todas éstas industrias se crearan sociedades de estructura piramidal dirigidas por el PI y ayudados por una ambiciosa burguesía industrial que no quería dejar pasar la oportunidad de enriquecerse y beneficiarse de toda ésta revolución industrial.
Poco a poco ésta red de empresas, los acuerdos entre el PI y la burguesía, las alianzas entre familias fueron construyendo la estructura de la sociedad moderna industrial y capitalista. Donde el concepto de propiedad privada será sagrado e intocable y la obtención del máximo beneficio la principal misión.
Éste nuevo PI, igual que la sociedad, se transforma y cambia, pero no desaparece. Éste concepto es muy importante y conviene no olvidarlo a partir de ahora.
Éste PI ya no posee aquellos bienes materiales que la población pagaba como tributo, ni aquellas monedas acuñadas por el mismo, ni los esclavos y los siervos.
Ahora éste PI, ha creado un sistema financiero basado en la usura y el máximo de beneficio, se ha industrializado invirtiendo en los nuevos inventos creando las primeras fábricas industriales, y ha establecido mecanismos políticos para protegerse y perpetuarse de generación en generación.
Se convierte en un terrible cerebro, vigilando su recién creado mundo tridimensional basado en : lasfinanzas, la economía libre y la política.
A partir de ahora, como sucede en las grandes empresas, el ciudadano no conocerá a los responsables de ésta nueva sociedad. En éste nuevo marco económico surgido de la revolución industrial y conocido como sistema capitalista en PI explotará en sus industrias a mano de obra en condiciones infrahumanas. No estarán solos y la burguesía industrial, ambiciosa de poder ocupará un lugar intermedio muy importante.
Entre ésta Burguesía y el PI pondrán a trabajar a la población restante, conocidos como proletario industrial, en sus recién creadas industrias.
Éstos obreros trabajarán sin apenas descansos, con jornadas de hasta 15/17 horas diarias, con explotación infantil, con malas condicione higiénicas, sin ningún tipo de regulación laboral, con salarios que sólo permitían subsistir.
Y de ésta forma es como se construirá nuestra sociedad moderna. Así es como hemos progresado. Y los PI cada vez más fuertes, más invisibles, aplicando la ley a través de la política, su política.
Acumularán riqueza y crearán empresas, industrias y bancos. Si anteriormente se identificaba al PI con nombres de reyes, generales o emperadores, ahora se les pierde de vista en una tupida red de políticos, financieros y empresarios industriales que mediante alianzas y uniones familiares van tejiendo la estructura de la sociedad capitalista. Una sociedad basada en :
Sistema financiero : formado por bancos y sociedades mercantiles con leyes blindadas que les protegerán y así podrán especular sin temor a ser castigados. Quedan impunes ante la ley.
Sistema político : corrupto que se pondrá al servicio de éste nuevo mundo financiero creando leyes y normas que favorezcan el aumento de la riqueza del PI. Diseñarán una educación con la ayuda de la religión basada en la represión y el castigo.
Sistema economía libre : basado en la fe en el progreso, en un consumo masivo de bienes y libertad económica y la propiedad privada como símbolo intocable y sagrado. Sistema donde sólo los más fuertes subsistirán.
La explotación del obrero industrial acabará con enfrentamientos sangrientos, huelgas y reclamaciones por los derechos del trabajador.
Y como ya ocurrió en el pasado, el mecanismo negociador se pondrá en marcha de nuevo mediante convenios, acuerdos y legislaciones. Y el PI y la burguesía cederán terreno al obrero.
El trabajador conseguirá unas condiciones laborales más dignas y disminuirán las huelgas y los enfrentamientos.
Entre tanto los poderes invisibles de éstos países industriales buscarán la forma de conseguir más riqueza y beneficio. Comenzarán a colonizar países más débiles y se apoderarán de petróleo, manufacturas, materias primas, gas, cobre, azúcar, algodón..Y se enfrentarán por hacer acopio de éstas riqueza. Riqueza que en realidad no les pertenecen. Se le conocerá como Colonialismo.
Invadirán territorios de África, India, Latinoamérica, Asia y Oriente. Y comenzarán los conflictos internacionales ajenos a la población, que lucha por sobrevivir en medio de un crecimiento industrial vertiginoso incapaz de comprender porqué ha estallado la primera guerra mundial.
Antes de que los contendientes se puedan recuperar de la primera gran guerra, en medio de una crisis de valores y con el mundo enfrentado, estallará la segunda guerra mundial, y con ella aflorará lo peor de nuestra especie : el genocidio y los campos de exterminio.
El mundo entero se sobrecogió al ver de lo que éramos capaces por llegar al poder. Un mundo con pretensiones más humanitarias y deseos de solventar los conflictos mediante la negociación y la cooperación internacional.
Con la paz y éstos deseos se irá formando un nuevo orden mundial. Y, cada vez más en la sombra, la reorganización del PI, que como hemos dicho más arriba, nunca desaparece, sino que se transforma.
Sigue estando presente en la política a través de la creación de Partidos Políticos encargados de dirigir a la población y usando la corrupción y la influencia del dinero como herramienta para tomar decisiones. El mundo de las finanzas sigue estando en sus manos y especulan con total impunidad. En la economía, surge el fenómeno de la globalización y el buque insignia del PI serán las multinacionales, grandes empresas creadas mediante fusiones y absorción de empresas más pequeñas. El pez grande se engulle al pequeño.
Y de ésta forma el PI evoluciona con la sociedad y se transforma de nuevo en poder político, financiero y económico.
Éste nuevo PI utilizará sus partidos políticos para crear una educación que priorizará la competitividad, el premio y el castigo mediante educadores dominantes y autoritarios. Tratará de entrenar y no educar. Entrenar a futuros consumidores compulsivos que competirán entre ellos con egoísmo y ambición por conseguir bienes y regalos. Creará un sistema sanitario al servicio de una industria farmacéutica que está dirigida en su cúspide por el PI. Una industria que nunca tiene pérdidas y que emplea productos químicos que generan dependencia y efectos secundarios impredecibles. Una forma de asegurar un beneficio económico permanente. En lugar de desarrollar un sistema médico más humano, natural y ecológico, lo que se hace es crear una dependencia a los medicamentos, alimentando así a la industria farmacéutica. Consecuentemente en éste campo priorizará sus resultados y esfuerzos al beneficio económico. Sobrecargará el cuerpo de funcionarios en su afán de controlar las vidas de los ciudadanos, interviniendo cada vez más en sus vidas. Se crea así una política al servicio del Partido político y no al servicio del ciudadano. ¿Qué efectos negativos está teniendo ésta forma de dirigir nuestra sociedad? - Deterioro del medio ambiente por la ambición del progreso industrial - Corrupción política - Impunidad del sistema financiero - Educación con altos índices de fracaso y abandono escolar - Desmotivación de la sociedad que se siente engañada y manipulada - Abuso de las multinacionales con los países más pobres - Deseos legítimos por cambiar éste sistema injusto y desigual Cada vez son más numerosas las personas que creen que ésta crisis es el punto de partida para efectuar un cambio en la sociedad. Una oportunidad para mejorar como nunca antes había ocurrido; porque ésta vez no se trata de una mejora concreta o una legislación sobre algún derecho, ésta vez la sociedad está reivindicando un cambio en la propia mentalidad del ciudadano. Un cambio en el fondo y no en la forma. Realmente estamos inmersos en un momento histórico crucial para la Humanidad de efectos inimaginables. Como hemos visto, los cambios fundamentales se dieron por revoluciones violentas y enfrentamientos sangrientos, ésta vez parece claro, para la gran mayoría, que el cambio se producirá mediante una Revolución Pacífica. De hecho, ésta revolución ya comenzó hace unos años y se le colgó erróneamente la etiqueta de "crisis", ¿porqué erróneamente?, porque se vinculó crisis y economía. Y como estamos viendo nuestro problema actual no es sólo económico. Es económico, social, político y ético. No estamos en una crisis económica, sino ante una revolución social, pacífica y mundial. Y ya no hay marcha atrás. El mundo, la población mundial, esa que nunca pudo vivir en paz y en libertad, la que estuvo siempre bajo los dictámenes del poder invisible, está reclamando legítimamente su derecho a cambiar el rumbo de la historia. Lo hace de manera pacífica, sin pausas, urdiendo en una red universal sus planes de futuro. Poco a poco ésta conciencia colectiva va aclarando la situación en que nos encontramos y define puntos importantes sobre la sociedad futura. - No atentar contra la tierra, patrimonio de la Humanidad. Reenfocar el progreso y las energías e industrias para conseguir un impacto razonable en el medio ambiente. - Despolitizar la educación, liberándola del exceso de funcionarios para que tomen el mando verdaderos pedagogos vocacionales al servicio del estudiante, eliminando la competencia entre alumnos y la importancia de los exámenes para sustituirlo por valores como : el aprendizaje, la tolerancia, el respeto y el talento al servicio de la comunidad y no al servicio de la economía. - Desarrollar programas de investigación para progresar sin dañar el medio ambiente. También premiar el talento humano en cualquiera de sus facetas, colocándolo igualmente al servicio de la comunidad y no al servicio del beneficio económico. - Luchar contra la corrupción política y limitar sus funciones a defender los derechos y libertades del individuo y administrar aquellos recursos colectivos de uso general. Una política al servicio de la población ocupándose de que tuviera todo el mundo las necesidades básicas cubiertas en alimentación, sanidad y vivienda, dejando de inmiscuirse en las libertades individuales. Descubriendo donde están los poderes invisibles para desmantelarlos y expulsarlos de la vida política. Serían los ciudadanos los que, mediante nuevas leyes electorales y nuevos sistemas de control político los que marcarían las directrices a seguir en beneficio de la comunidad. Voluntad y energía humana. - Estudiar fórmulas legales para ir retirando propiedades privadas de interés general, aunque para ello deje de ser sagrado e intocable el concepto ya desfasado de Adam Smith sobre la propiedad privada. No se trata de hacer desaparecer la propiedad privada, sino buscar un equilibrio lógico para que se distribuya mejor la riqueza. En éste sentido las industrias de interés general que estén en lo más alto de la pirámide deberán ponerse al servicio de la humanidad : industrias que produzcan alimentación básica para la subsistencia, evitando el hambre en el mundo, fármacos indispensables para la vida y las enfermedades más comunes que lleguen a todo los rincones del planeta, energías básicas para vivir -electricidad, agua, gas y energías renovables al alcance de todos. No sería en ningún caso el final de la propiedad privada, pero si el inicio de un reparto más justo de la riqueza y una concienciación mundial de que los recursos que la tierra nos da y la tecnología que el hombre ha conseguido debe estar al servicio de todo. Pues hay suficiente para todos. Una sociedad con principios de no agresión, respeto por el medio ambiente, educación con el valor del aprendizaje como búsqueda de talento y una economía basada en la explotación de recursos para todos y la libre circulación de valor añadido una vez satisfechas las necesidades básicas del ser humano : alimentación, sanidad y vivienda. Una sociedad, en definitiva que coopera para explotar los recursos naturales que nos da la tierra, patrimonio de la Humanidad. Una nueva gestión de los recursos naturales y las energías que siguen estando a nuestro alcance y que debe cambiar el rumbo y la dirección para salvar nuestro planeta y conseguir una Humanidad más justa y equilibrada. A través de la Historia hemos visto como se ha abusado de éstos recursos y ahora sabemos que se pueden gestionar de manera más ecológica, eficiente, justa y equilibrada. Hemos creado una industria pesada que está destrozando nuestro planeta. Seguimos en guerra por un petróleo que nos da más perjuicios que beneficios y hemos creado el monstruo de la sociedad de consumo que nos está convirtiendo en seres egoístas, agresivos y paranoicos. Estamos en la dirección equivocada, de eso no hay duda. El deseo de todo es cambiar el rumbo y dirigir nuestros destinos con la convicción de un futuro y una sociedad mejor. Sigamos pues con la revolución social, pacífica y mundial y vayamos dejando atrás la crisis.
El último acceso al trono de un monarca español se produjo el 22 de noviembre de 1975, cuando faltaban tres años para la aprobación de la Constitución, y la ceremonia se desarrolló según los términos establecidos en la Ley de Sucesión de 1947. En ese texto si quedaba muy claro el proceso que debía seguirse tras la muerte de Francisco Franco : " Cuando, vacante la Jefatura del Estado, fuese llamado a suceder en ella el designado..., el Consejo de Regencia asumirá los poderes en su nombre y convocará conjuntamente a las Cortes y al Consejo del Reino para recibirle el juramento prescrito en la presente Ley". No se establecía ningún plazo para ese juramento, pero sí se especificaba que había que ser varón, mayor de 30 años, católico y fiel a los principios que "informaban" el Movimiento Nacional.
Eso dice la ley de la dictadura, pero...¿qué dice la Constitución. En el Título II, artículo 57 se ocupa de la línea de sucesión a la Corona. Explica que se prefiere a los hijos mayores antes que a los menores, que se prefiere a los hombres antes que a las mujeres, que si el linaje real se extingue será el Congreso quien nombre un monarca, y que la Cámara baja podrá también impedir el acceso al trono de ciertos candidatos.
Pero el apartado más interesante del artículo es el último : "las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica". Una ley, que 32 años después de la entrada en vigor de la Carta Magna, aún no ha sido redactada, y que deja al albur de las circunstancias un momento tan importante como la muerte del monarca.
A falta de esa ley, seguimos leyendo la Carta Magna, y un poco más adelante encontramos información útil; el artículo 61 : "el rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones". Es decir, que el nuevo jefe del Estado debe jurar su cargo delante de las cámaras en reunión conjunta.
Esto genera un interesante debate entre los constitucionalistas. Como se puede leer en la sinopsis del artículo 61, incluída en la página web del Congreso de los Diputados, hay quien piensa que la proclamación establece un pacto entre la monarquía y el pueblo, equivalente a la investidura de cualquier otro cargo público; otros profesores creen que el Príncipe de Asturias accede inmediatamente al trono tras la muerte de su padre en virtud del orden sucesorio.
Llegamos entonces a la conclusión...de que no hay una opinión unánime sobre la cuestión que nos interesa : ¿ se produce vacío de poder en la jefatura del Estado entre la muerte del rey y la proclamación del sucesor ?.
Otro debate académico, que encontramos en algunos ensayos, se refiere a la propia jura del sucesor. El príncipe de Asturias, como prevé la Constitución, prestó juramento ante las cámaras cuando cumplió 18 años, el 30 de Enero de 1986. Ese día ya firmó pacto con el pueblo español. Gregorio Peces-Barba, padre de la Carta Magna y presidente del Congreso cuando la jura se produjo, explicaba en ese año el significado de la ceremonia.
Quienes se dedican al estudio de la Constitución se preguntan si las dos ceremonias, la del acceso al trono y la de la mayoría de edad, no será "demasiado jurar". Y de nuevo...el vacío jurídico. Sin una Ley Orgánica de la Corona, podemos suponer que ocurrirá en las horas posteriores a la muerte del Rey, pero ni mucho menos asegurarlo.
Sabemos que el Príncipe de Asturias, guardado el luto por su padre, tendrá que desplazarse hasta la Carrera de San Jerónimo para prestar juramento ante los diputados y senadores, pero...¿qué ocurre si las cámaras están disueltas?. Y sobre todo ...¿ será Felipe de Borbón el Jefe de Estado, con todos los honores y responsabilidades del cargo, antes de poner su mano sobre el Evangelio?.
Fuente : David Martos#cadena ser#periodismohumano.