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viernes, 4 de octubre de 2019

LA MATANZA DE LAS 17 ROSAS DE GUILLENA: 80 AÑOS SIN JUSTICIA

En noviembre de 1937, 17 vecinas de Guillena, en Sevilla, fueron trasladas a la vecina Gerena para ser fusiladas. Sus cuerpos, que en aquel momento se arrojaron a una fosa común, fueron recuperados y enterrados con honores en 2012; el asesinato múltiple sigue sin culpables..


domingo, 14 de julio de 2019

LA HISTORIA ENTERRADA EN LAS CUNETAS

El franquismo cometió cientos de miles de asesinatos que quedaron impunes. Lo hicieron con una crueldad inusitada y privaron además a los familiares de las víctimas del consuelo de poder velar y enterrar sus cadáveres de una forma digna y decente..


miércoles, 8 de mayo de 2019

LA MADRE QUE LLEVÓ UN SONAJERO A SU FUSILAMIENTO

Catalina Muñoz fue ejecutada en septiembre de 1936 y enterrada con el juguete de su hijo de nueve meses, quien ha conocido su historia 83 años después..

Restos de Catalina Muñoz Arranz junto al sonajero hallados en el parque de La Carcavilla (Palencia) en 2011. En vídeo, historia de un sonajero. SOCIEDAD DE CIENCIAS ARANZAD

jueves, 18 de diciembre de 2014

LA QUERELLA ARGENTINA: MUCHO MÁS QUE UN PROCEDIMIENTO JUDICIAL

Conversando recientemente con el abogado Carlos Slepoy, uno de los impulsores de la querella argentina contra los crímenes del franquismo, me comentaba un recuerdo que mantiene muy presente, un momento que significó un punto de inflexión en Argentina. Ocurrió en mayo de 1995 en la plaza de Mayo de Buenos Aires. Acababa de nacer la organización HIJOS, constituida por hijos de personas desaparecidas durante la dictadura de Videla...

Ilustrador: Antoño -- http://altonio.com/contra-la-impunidad-de-los-crimenes-franquistas/


“Eran chicos jóvenes, de 18, 19, 20 años. Uno de ellos habló en la plaza y dijo: “Hasta hace poco ocultábamos quiénes eran nuestros padres, estábamos avergonzados. Ahora estamos orgullosos de ellos”. Fue tal la emoción. Yo sentí que ahí cambiaba la historia. Una generación nueva empezaba a tomar conciencia de su verdadera historia, y no de la que le contaron o distorsionaron”, me comentó Slepoy.

La historia cambió en Argentina. Llegaron las derogaciones de las leyes de punto final y obediencia debida, la recuperación de la memoria, el inicio de la justicia, de la verdad, de la reparación.

Resulta curioso pensar que la justicia española contribuyó a ello. Los juicios contra los exmilitares argentinos Scilingo o Cavallo, impulsados por la Audiencia Nacional española, fueron fundamentales para ir rompiendo la impunidad allá. Slepoy, que estuvo presente en ellos como letrado de la acusación popular, resalta siempre la enorme paradoja que vivimos actualmente, ante el desarrollo de la querella argentina que investiga los crímenes del franquismo. El país que impulsó justicia para naciones como Chile o Argentina niega ahora justicia para sí mismo, protegiendo aún la impunidad de su propia dictadura.

Las organizaciones de derechos humanos internacionales -entre ellas Amnistía Internacional o Human Rights Watch- y la misma Naciones Unidas exigen la investigación de los crímenes del franquismo. La ONU ha solicitado además la derogación de la ley de amnistía.

Hay cosas que ya están cambiando. El clamor internacional es cada vez mayor. A ello se suma la colaboración de jueces españoles con la jueza argentina Servini de Cubría, que lleva la querella. Incluso el hecho de que la magistrada viniera a España marcó de por sí un avance, al igual que las declaraciones por videoconferencia desde España de víctimas y familiares del franquismo.

“El Gobierno español está en una posición incómoda, y eso me hace recordar a la posición de las autoridades argentinas, que durante años negaron colaboración con la justicia española cuando esta perseguía los crímenes de la dictadura argentina. Hasta que finalmente cambiaron las cosas allá. Es verdad, fueron 7 años de dictadura y 12 de impunidad frente a 40 años de dictadura española y casi 40 de impunidad. Más difícil. Pero no imposible”, reflexiona Slepoy.

El franquismo impulsó una persecución sistemática con el objetivo de eliminar a determinados sectores de la sociedad. El daño fue dramático y las secuelas duran hasta hoy, con más de 100.000 desaparecidos aún en las cunetas. Pero a pesar de la enorme represión, a pesar de que los crímenes del franquismo consiguieron remodelar la sociedad española, a pesar de que tras la transición se apostó por el olvido, a pesar de que las nuevas generaciones han crecido ignorando su historia más reciente, a pesar de todo ello, siguen surgiendo nuevas voces que piden respeto por los derechos humanos, verdad, justicia y reparación en nombre de la memoria y de la salud democrática, porque un país que cierra filas para proteger a los represores es un país enfermo. La cultura de la impunidad que sufrimos en la actualidad y que legitima el robo y la mentira, está estrechamente ligada a la impunidad del franquismo.

“Hay una historia muy poderosa. El clamor contra la impunidad del franquismo demuestra que por más mecanismos que se empleen no van a poder taparla. La querella argentina es una expresión de todo esto. No hay pueblo de España, por más pequeño que sea, que no tenga víctimas del franquismo. Imagina qué inmensa reparación va a ser que se empiece a hacer justicia. Por eso la querella es mucho más que un procedimiento judicial. Es un elemento cuestionador de todo el sistema político y de la administración de la justicia española”, explica el letrado.

Cada vez son más las voces contra el olvido. Y, al igual que un día de mayo de 1995 los jóvenes de HIJOS pidieron justicia por los suyos en Buenos Aires, España también necesita recuperar su relato para construir una democracia en la que quede claro que cometer crímenes de lesa humanidad tiene consecuencias. No hay rencor en la reivindicación de la justicia, sino reclamación de herramientas que garanticen que no se repitan atrocidades que a día de hoy ni han sido investigadas por la justicia española, ni están presentes en los libros de historia de colegios e institutos.

Otra cultura es posible. En ella una generación nueva puede empezar a tomar conciencia de su verdadera historia, y no de la que le contaron o distorsionaron. Así se han iniciado siempre los nuevos tiempos.

jueves, 16 de octubre de 2014

EL FRANQUISMO EXPERIMENTÓ CON MUJERES REPUBLICANAS EN BUSCA DEL GEN ROJO

En mayo de 1939 el afamado psiquiatra franquista Antonio Vallejo Nájera se trasladaría hasta la prisión provincial de Málaga para someter a un importante experimento racial a 50 presas republicanas, elegidas de entre todo el grupo de edades. Sus investigaciones en la cárcel le permitieron degradar hasta sus últimas consecuencias la figura de aquella mujer republicana, que tachaba en sus estudios como un “ser degenerado, lleno de ferocidad y de rasgos criminales”. Publicaría años más tarde en la Revista Española de Medicina y Cirugía el prestigioso artículo recordando la temible influencia del “gen rojo” y la necesidad de extirparlo de entre los vencidos, según informa María Serrano en andalucesdiario.es...



Nada se conoce de la identidad de aquellas mujeres que estuvieron expuestas durante largos días a los humillantes 'test' psicológicos a que fueron sometidas. Con papel y pluma, el psiquiatra redactaría en un amplio informe caracterizando a sus víctimas. Aquellas “mujeres marxistas” eran cincuenta: 33 condenadas a muerte, 10 a reclusión perpetua y las 7 restantes tenían penas de entre 10 y 15 años. Ningún archivo pone nombres y apellidos a estas presas malagueñas, aunque se conoce como el temido psiquiatra las consideraba peligrosas por diferentes niveles de grupos, considerando “las más degeneradas” a las que eran marxistas y catalanas.

La crudeza de sus documentos despierta escalofríos al relatar la terrible humillación a la que fueron sometidas estas republicanas. Entre las conclusiones Nájera apuntaría que “la mujer roja y la mujer en general tenía rasgos físicos de extraordinaria inferioridad con respecto al hombre”. Además señala como otro de los puntos más importantes que “el marxismo y la revolución unidos a la mujer debían ser tratados médicamente, no políticamente”. Para este médico era una cuestión de absoluta obviedad pensar que eran “débiles mentales y analfabetas”.

El temido gen rojo

“Este psiquiatra creía que existía el gen rojo, creía que las mujeres tenían un virus que era necesario extirpar y que ser de izquierdas tenía una inconfundible relación con la perversión humana”, apunta Esperanza Bosch, autora del estudio La psicología de las mujeres republicanas según el Dr. Antonio Vallejo Nájera. Ante esta creencia y el éxito absoluto de las teorías de Nájera en la posguerra, las mujeres republicanas comenzaron a sufrir la verdadera degeneración por parte de la dictadura franquista. Bosch apunta que “a estas mujeres les quitaron a sus hijos para destruir sus mentes y anular sus voluntades”. Tampoco se sabe a ciencia cierta si los niños de aquellas mujeres sobrevivieron en medio de los experimentos, siendo finalmente exterminados para eliminar cualquier posibilidad de “intoxicación” de aquel gen.

Tal y como se ocurrió en la Alemania nazi posterior, el franquismo presentó estudios a través de personalidades reconocidas de la época, como el de este psiquiatra, que crearon un patrón de exterminio que justificaría las políticas contra la llamada ‘Anti- España’, llena de “masones, comunistas, librepensadores anarquistas y republicanos”.

Además Nájera, nombrado jefe de los servicios psiquiátricos de Franco, se encontraba fuertemente influenciado por las doctrinas alemanas de higiene racial que luego se llevarían hasta sus extremos más pavorosos en los campos de exterminio de la Segunda Guerra Mundial. Aquellas cincuenta presas fueron el primer material de estudio.




jueves, 25 de septiembre de 2014

LA IMPUNIDAD DEL TERRORISMO DE ESTADO Y DEL FRANQUISMO

La guerra sucia tiene estas cosas, no está sujeta a ningún convenio internacional y los soldados llevan pasamontañas. En el caso español se trata de una guerra desigual en la que solo van armados los de los pasamontañas, algo parecido a una cacería, pero de seres humanos. Además todos sabemos que en la guerra sucia todo vale, de ahí su nombre. Se mata de oído, poco importa que la victima sea uno que pasaba por allí.

Aquellos que me conocen saben que condeno el terrorismo de ETA, los que no me conocen deben creérselo. De la misma forma, o si cabe con más fuerza, condeno el terrorismo practicado por el Estado español a través de esa panda de asesinos a sueldo funcionarial que eran los GAL. Dado el carácter de unos y otros si los de ETA eran cogidos iban  directamente a la cárcel, cosa que me parece muy bien, pero que en el caso del GAL aún no sabemos a ciencia cierta quienes eran los verdaderos autores de un proyecto tan descabellado en el seno de un Estado de Derecho. Guerra sucia y justicia sucia...


domingo, 1 de junio de 2014

EL GENOCIDIO FRANQUISTA

España es una anomalía histórica. Es el único país europeo con 200.000 desaparecidos y unas leyes que garantizan la impunidad de sus verdugos. Naciones Unidas reclama al Estado español que elabore un “plan nacional de búsqueda de desaparecidos”, anule la ley de Amnistía de 1977 y enjuicie a los autores e implicados en el exterminio sistemático de fuerzas políticas de izquierdas perpetrado entre julio de 1936 y noviembre de 1975. Ante la pasividad del gobierno español, la justicia argentina prepara una querella contra 300 responsables de la represión franquista. Entre los imputados, se encuentran Rodolfo Martín Villa, que ordenó la masacre de Vitoria-Gasteiz, José Utrera Molina, ministro franquista y uno de los firmantes de la condena a muerte de Salvador Puig Antich, Juan Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, brutal agente de la Brigada Político-Social, Jesús Muñecas Aguilar, guardia civil golpista y notable torturador, y Fernando Suárez, que participó en el consejo de ministros que firmó las últimas ejecuciones del régimen en septiembre de 1975. Es improbable que estos criminales acaben en un tribunal, pues el gobierno español –neoliberal o socialdemócrata- se inventará cualquier argucia legal para evitar su extradición. La Transición española no fue una ruptura con el franquismo, sino una Reforma del franquismo, que agravió nuevamente a sus víctimas, condenándolas a ser polvo y olvido en algunas de las 2.500 fosas clandestinas excavadas por falangistas, requetés, guardias civiles, católicos devotos, aristócratas y militares.

sábado, 21 de diciembre de 2013

JUZGAR A LOS TORTURADORES : ¿SERA SUFICIENTE?

Según informa la prensa de hoy, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz “ha retirado el pasaporte y ha prohibido salir del territorio nacional" al ex inspector Antonio González Pachecho, alias Billy el Niño, y al ex guardia civil Jesús Muñecas Aguilar. Los dos miembros del aparato represor franquista aún vivos, de los cuatro que la juez argentina María Servini de Cubria ha imputado recientemente por el delito de torturas en los últimos años del franquismo, y contra los que ha solicitado una orden internacional de detención. Las medidas impuestas a los dos ex agentes, que incluyen la "obligación de comparecer semanalmente en la Audiencia Nacional o en el juzgado más próximo a su domicilio", han sido decretadas por el juez Ruz "en conformidad con lo solicitado por el fiscal, Pedro Martínez Torrijos". 


La citación de los dos ex mandos policiales franquistas se ha producido después de que el Consejo de Ministros decidiera, el pasado viernes, continuar los trámites legales del proceso de extradición solicitada por la justicia argentina para que la juez Servini de Cubría pueda tomarles "declaración indagatoria". 

Lo ocurrido hoy en la Audiencia Nacional es el resultado de las denuncias presentadas en Argentina, desde 2010, por las familias de las víctimas de la represión franquista ante la falta de progreso de las causas contra estos agentes en España. Un resultado que ha sido posible porque la Justicia argentina ha tomado en consideración el criterio de "justicia universal" utilizado por el juez Baltazar Garzón cuando investigó en España, a finales de la década de los noventa del pasado siglo, a los criminales de las dictaduras de Argentina y de Chile de los años 1976-1983 y 1973-1990 respectivamente.  

Pero también es - como lo ha declarado hoy frente a la Audiencia Nacional una de las víctimas del bestialismo de esos torturadores - un "sueño hecho realidad" que ha sido posible gracias a la obstinación de las asociaciones de represaliados en proseguir las denuncias judiciales en Argentina después del fracaso de la tentativa de hacerlo en España con Garzón.

Un "sueño hecho realidad" que los miembros de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA) quisieran repetir con el ex ministro Martín Villa. 

¿Se realizará este "sueño"? ¿Serán extraditados a Argentina los dos ex agentes franquistas para que les interrogue la juez Servini de Cubría? ¿Los juzgará y condenará la Justicia argentina?

Por lo sucedido hoy en la Audiencia Nacional, tanto en el despacho del juez Ruz como en la calle, pocas esperanzas pueden alentarse. El hecho de que la juez haya dejado en libertad a los dos ex mandos de la Policía y la Guardia Civil, y que los agentes de la Policía y de la Guardia Civil, que guardaban el edificio, hayan alejado a empujones y con amenazas de multar a los integrantes del grupo de víctimas del franquismo que reclamaba justicia, induce más bien a pensar que ni ese “sueño” se repetirá, ni serán extraditados, juzgados y condenados esos dos ex agentes franquistas.

Además, aunque en los próximos días, semanas, meses o años, ese "sueño" llegara a repetirse y hubiera extradición, juicio y sentencia, sería la Justicia argentina y no la española la que finalmente juzgaría y condenaría (o no) a los torturadores y responsables de la represión franquista que aún queden vivos. Es decir, que tendríamos que asumir la vergüenza de nuestra impotencia por no haber sido capaces de poner fin a la continuidad del franquismo en las Instituciones del Estado.

Desgraciadamente, el que el juez Ruz se haya visto obligado a actuar a petición de la juez argentina evidencia ya esa impotencia. Una impotencia cuya responsabilidad incumbe principalmente a la clase política española que se pretende "progresista": tanto por aceptar este estado de cosas en la oposición como por su cobardía a cambiarlo cuando ejerció funciones de gobierno.

Ante una tal situación, ¿que hacer? 

Por supuesto, todo lo que se haga por recordar y rehabilitar públicamente a las víctimas de la represión franquista tiene su valía y debemos continuar haciéndolo… Lo peor sería enterrar la memoria de su lucha con nuestro silencio... Pero me parece que no se conseguirá preservar esa memoria dejándola en manos de la Justicia (sea la argentina o la española); pues un acto judicial entierra la memoria más que la preserva.

El combate de la memoria no debe ser para castigar, aunque sea simbólicamente. El castigo, y más si es judicial, es una venganza. El objetivo de la memoria debería ser el de interesar a las nuevas generaciones en lo que fue aquella lucha, para que no haya amnesia histórica y los Poderes responsables de aquella tragedia no sigan decidiendo el ordenamiento de la sociedad. 

El recurso a la Justicia, como lo hicimos los libertarios con las demandas de revisión de las sentencias pronunciadas por los tribunales franquistas, era para romper la amnesia impuesta por la “transición” y obligar a los partidos políticos “progresistas” a asumir su responsabilidad… 

El “proceso de memoria histórica” se puso en marcha y esos partidos no supieron ir más lejos de esa cobarde e hipócrita Ley,  parida por un gobierno socialista, que ni siquiera sirve para anular las sentencias franquistas. No obstante, eso demostró que el combate, aunque deba pasar en algún momento por lo judicial, es político y que es a los políticos de asumir la responsabilidad del resultado del mismo. Y a nosotros de obligarles a asumirlo.

Desgraciadamente, la situación es la que es , y por ello se impone ahora, cuando comienza el tiempo de las promesas, de no olvidar lo que esos políticos no tuvieron el valor de hacer cuando tuvieron en sus manos el poder de hacerlo.

Octavio Alberola