Mostrando entradas con la etiqueta querella argentina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta querella argentina. Mostrar todas las entradas
martes, 12 de septiembre de 2017
domingo, 8 de enero de 2017
PIDEN AL AYUNTAMIENTO DE BARCELONA QUE SE QUERELLE POR LOS CRÍMENES DEL FRANQUISMO
Piden al Ayuntamiento de Barcelona que interponga una querella criminal para que se investigue, juzgue y condene a los responsables directos e indirectos. Los firmantes alegan que la Ley de Amnistía transgrede los pactos internacionales y no debe impedir la investigación de los crímenes contra la humanidad..
viernes, 13 de marzo de 2015
RAFAEL CATALÀ : 'CON FRANCO NO ERA DELITO FIRMAR PENAS DE MUERTE..'
El Consejo de Ministros del Gobierno del Partido Popular ha rechazado este viernes la extradición de las veinte personas reclamadas por Interpol para ser juzgadas en Argentina por crímenes de lesa humanidad, como solicitaba la jueza argentina María Servini el pasado noviembre...
jueves, 18 de diciembre de 2014
LA QUERELLA ARGENTINA: MUCHO MÁS QUE UN PROCEDIMIENTO JUDICIAL
Conversando recientemente con el abogado Carlos Slepoy, uno de los impulsores de la querella argentina contra los crímenes del franquismo, me comentaba un recuerdo que mantiene muy presente, un momento que significó un punto de inflexión en Argentina. Ocurrió en mayo de 1995 en la plaza de Mayo de Buenos Aires. Acababa de nacer la organización HIJOS, constituida por hijos de personas desaparecidas durante la dictadura de Videla...
![]() |
Ilustrador: Antoño -- http://altonio.com/contra-la-impunidad-de-los-crimenes-franquistas/ |
“Eran chicos jóvenes, de 18, 19, 20 años. Uno de ellos habló en la plaza y dijo: “Hasta hace poco ocultábamos quiénes eran nuestros padres, estábamos avergonzados. Ahora estamos orgullosos de ellos”. Fue tal la emoción. Yo sentí que ahí cambiaba la historia. Una generación nueva empezaba a tomar conciencia de su verdadera historia, y no de la que le contaron o distorsionaron”, me comentó Slepoy.
La historia cambió en Argentina. Llegaron las derogaciones de las leyes de punto final y obediencia debida, la recuperación de la memoria, el inicio de la justicia, de la verdad, de la reparación.
Resulta curioso pensar que la justicia española contribuyó a ello. Los juicios contra los exmilitares argentinos Scilingo o Cavallo, impulsados por la Audiencia Nacional española, fueron fundamentales para ir rompiendo la impunidad allá. Slepoy, que estuvo presente en ellos como letrado de la acusación popular, resalta siempre la enorme paradoja que vivimos actualmente, ante el desarrollo de la querella argentina que investiga los crímenes del franquismo. El país que impulsó justicia para naciones como Chile o Argentina niega ahora justicia para sí mismo, protegiendo aún la impunidad de su propia dictadura.
Las organizaciones de derechos humanos internacionales -entre ellas Amnistía Internacional o Human Rights Watch- y la misma Naciones Unidas exigen la investigación de los crímenes del franquismo. La ONU ha solicitado además la derogación de la ley de amnistía.
Hay cosas que ya están cambiando. El clamor internacional es cada vez mayor. A ello se suma la colaboración de jueces españoles con la jueza argentina Servini de Cubría, que lleva la querella. Incluso el hecho de que la magistrada viniera a España marcó de por sí un avance, al igual que las declaraciones por videoconferencia desde España de víctimas y familiares del franquismo.
“El Gobierno español está en una posición incómoda, y eso me hace recordar a la posición de las autoridades argentinas, que durante años negaron colaboración con la justicia española cuando esta perseguía los crímenes de la dictadura argentina. Hasta que finalmente cambiaron las cosas allá. Es verdad, fueron 7 años de dictadura y 12 de impunidad frente a 40 años de dictadura española y casi 40 de impunidad. Más difícil. Pero no imposible”, reflexiona Slepoy.
El franquismo impulsó una persecución sistemática con el objetivo de eliminar a determinados sectores de la sociedad. El daño fue dramático y las secuelas duran hasta hoy, con más de 100.000 desaparecidos aún en las cunetas. Pero a pesar de la enorme represión, a pesar de que los crímenes del franquismo consiguieron remodelar la sociedad española, a pesar de que tras la transición se apostó por el olvido, a pesar de que las nuevas generaciones han crecido ignorando su historia más reciente, a pesar de todo ello, siguen surgiendo nuevas voces que piden respeto por los derechos humanos, verdad, justicia y reparación en nombre de la memoria y de la salud democrática, porque un país que cierra filas para proteger a los represores es un país enfermo. La cultura de la impunidad que sufrimos en la actualidad y que legitima el robo y la mentira, está estrechamente ligada a la impunidad del franquismo.
“Hay una historia muy poderosa. El clamor contra la impunidad del franquismo demuestra que por más mecanismos que se empleen no van a poder taparla. La querella argentina es una expresión de todo esto. No hay pueblo de España, por más pequeño que sea, que no tenga víctimas del franquismo. Imagina qué inmensa reparación va a ser que se empiece a hacer justicia. Por eso la querella es mucho más que un procedimiento judicial. Es un elemento cuestionador de todo el sistema político y de la administración de la justicia española”, explica el letrado.
Cada vez son más las voces contra el olvido. Y, al igual que un día de mayo de 1995 los jóvenes de HIJOS pidieron justicia por los suyos en Buenos Aires, España también necesita recuperar su relato para construir una democracia en la que quede claro que cometer crímenes de lesa humanidad tiene consecuencias. No hay rencor en la reivindicación de la justicia, sino reclamación de herramientas que garanticen que no se repitan atrocidades que a día de hoy ni han sido investigadas por la justicia española, ni están presentes en los libros de historia de colegios e institutos.
Otra cultura es posible. En ella una generación nueva puede empezar a tomar conciencia de su verdadera historia, y no de la que le contaron o distorsionaron. Así se han iniciado siempre los nuevos tiempos.
domingo, 1 de junio de 2014
EL GENOCIDIO FRANQUISTA
España es una anomalía histórica. Es el único país europeo con 200.000 desaparecidos y unas leyes que garantizan la impunidad de sus verdugos. Naciones Unidas reclama al Estado español que elabore un “plan nacional de búsqueda de desaparecidos”, anule la ley de Amnistía de 1977 y enjuicie a los autores e implicados en el exterminio sistemático de fuerzas políticas de izquierdas perpetrado entre julio de 1936 y noviembre de 1975. Ante la pasividad del gobierno español, la justicia argentina prepara una querella contra 300 responsables de la represión franquista. Entre los imputados, se encuentran Rodolfo Martín Villa, que ordenó la masacre de Vitoria-Gasteiz, José Utrera Molina, ministro franquista y uno de los firmantes de la condena a muerte de Salvador Puig Antich, Juan Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, brutal agente de la Brigada Político-Social, Jesús Muñecas Aguilar, guardia civil golpista y notable torturador, y Fernando Suárez, que participó en el consejo de ministros que firmó las últimas ejecuciones del régimen en septiembre de 1975. Es improbable que estos criminales acaben en un tribunal, pues el gobierno español –neoliberal o socialdemócrata- se inventará cualquier argucia legal para evitar su extradición. La Transición española no fue una ruptura con el franquismo, sino una Reforma del franquismo, que agravió nuevamente a sus víctimas, condenándolas a ser polvo y olvido en algunas de las 2.500 fosas clandestinas excavadas por falangistas, requetés, guardias civiles, católicos devotos, aristócratas y militares.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)