Cuando se cumplen 75 años del final de la Guerra Civil, la última sede que tuvo el Gobierno de la II República, y donde pasó sus últimas horas antes de exiliarse su presidente Juan Negrín y se celebraron dos consejos de ministros, se cae a pedazos. La burocracia y el desinterés están sumergiendo en el olvido la finca de El Poblet, una casa solariega de campo en el término municipal de Petrer.