Mostrando entradas con la etiqueta dictadores. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta dictadores. Mostrar todas las entradas

jueves, 18 de diciembre de 2014

LA QUERELLA ARGENTINA: MUCHO MÁS QUE UN PROCEDIMIENTO JUDICIAL

Conversando recientemente con el abogado Carlos Slepoy, uno de los impulsores de la querella argentina contra los crímenes del franquismo, me comentaba un recuerdo que mantiene muy presente, un momento que significó un punto de inflexión en Argentina. Ocurrió en mayo de 1995 en la plaza de Mayo de Buenos Aires. Acababa de nacer la organización HIJOS, constituida por hijos de personas desaparecidas durante la dictadura de Videla...

Ilustrador: Antoño -- http://altonio.com/contra-la-impunidad-de-los-crimenes-franquistas/


“Eran chicos jóvenes, de 18, 19, 20 años. Uno de ellos habló en la plaza y dijo: “Hasta hace poco ocultábamos quiénes eran nuestros padres, estábamos avergonzados. Ahora estamos orgullosos de ellos”. Fue tal la emoción. Yo sentí que ahí cambiaba la historia. Una generación nueva empezaba a tomar conciencia de su verdadera historia, y no de la que le contaron o distorsionaron”, me comentó Slepoy.

La historia cambió en Argentina. Llegaron las derogaciones de las leyes de punto final y obediencia debida, la recuperación de la memoria, el inicio de la justicia, de la verdad, de la reparación.

Resulta curioso pensar que la justicia española contribuyó a ello. Los juicios contra los exmilitares argentinos Scilingo o Cavallo, impulsados por la Audiencia Nacional española, fueron fundamentales para ir rompiendo la impunidad allá. Slepoy, que estuvo presente en ellos como letrado de la acusación popular, resalta siempre la enorme paradoja que vivimos actualmente, ante el desarrollo de la querella argentina que investiga los crímenes del franquismo. El país que impulsó justicia para naciones como Chile o Argentina niega ahora justicia para sí mismo, protegiendo aún la impunidad de su propia dictadura.

Las organizaciones de derechos humanos internacionales -entre ellas Amnistía Internacional o Human Rights Watch- y la misma Naciones Unidas exigen la investigación de los crímenes del franquismo. La ONU ha solicitado además la derogación de la ley de amnistía.

Hay cosas que ya están cambiando. El clamor internacional es cada vez mayor. A ello se suma la colaboración de jueces españoles con la jueza argentina Servini de Cubría, que lleva la querella. Incluso el hecho de que la magistrada viniera a España marcó de por sí un avance, al igual que las declaraciones por videoconferencia desde España de víctimas y familiares del franquismo.

“El Gobierno español está en una posición incómoda, y eso me hace recordar a la posición de las autoridades argentinas, que durante años negaron colaboración con la justicia española cuando esta perseguía los crímenes de la dictadura argentina. Hasta que finalmente cambiaron las cosas allá. Es verdad, fueron 7 años de dictadura y 12 de impunidad frente a 40 años de dictadura española y casi 40 de impunidad. Más difícil. Pero no imposible”, reflexiona Slepoy.

El franquismo impulsó una persecución sistemática con el objetivo de eliminar a determinados sectores de la sociedad. El daño fue dramático y las secuelas duran hasta hoy, con más de 100.000 desaparecidos aún en las cunetas. Pero a pesar de la enorme represión, a pesar de que los crímenes del franquismo consiguieron remodelar la sociedad española, a pesar de que tras la transición se apostó por el olvido, a pesar de que las nuevas generaciones han crecido ignorando su historia más reciente, a pesar de todo ello, siguen surgiendo nuevas voces que piden respeto por los derechos humanos, verdad, justicia y reparación en nombre de la memoria y de la salud democrática, porque un país que cierra filas para proteger a los represores es un país enfermo. La cultura de la impunidad que sufrimos en la actualidad y que legitima el robo y la mentira, está estrechamente ligada a la impunidad del franquismo.

“Hay una historia muy poderosa. El clamor contra la impunidad del franquismo demuestra que por más mecanismos que se empleen no van a poder taparla. La querella argentina es una expresión de todo esto. No hay pueblo de España, por más pequeño que sea, que no tenga víctimas del franquismo. Imagina qué inmensa reparación va a ser que se empiece a hacer justicia. Por eso la querella es mucho más que un procedimiento judicial. Es un elemento cuestionador de todo el sistema político y de la administración de la justicia española”, explica el letrado.

Cada vez son más las voces contra el olvido. Y, al igual que un día de mayo de 1995 los jóvenes de HIJOS pidieron justicia por los suyos en Buenos Aires, España también necesita recuperar su relato para construir una democracia en la que quede claro que cometer crímenes de lesa humanidad tiene consecuencias. No hay rencor en la reivindicación de la justicia, sino reclamación de herramientas que garanticen que no se repitan atrocidades que a día de hoy ni han sido investigadas por la justicia española, ni están presentes en los libros de historia de colegios e institutos.

Otra cultura es posible. En ella una generación nueva puede empezar a tomar conciencia de su verdadera historia, y no de la que le contaron o distorsionaron. Así se han iniciado siempre los nuevos tiempos.

domingo, 1 de septiembre de 2013

LA ÚLTIMA NÓMINA DE FRANCO

En nuestra deriva diaria por blogs y redes sociales, rumbo al pasado, recalamos en el blog Historias de la Historia, que nos muestra un documento singular: la última nómina del dictador Francisco Franco Bahamonde.
 
Se embolsaba, como Generalísimo de los Ejércitos, 168.000 pesetas al mes, si bien otros conceptos elevaban su retribución a 800.000
 
 
Así descubrimos que Franco era, en cierto modo, un «mileurista»; se embolsaba, allá por 1975, la nada despreciable cantidad de 168.477 pesetas —unos mil euros en la actualidad—, que después de las preceptivas deducciones quedaban en 154.710 pesetas. Para los que no hayan guardado nunca pesetas en sus bolsillos, Javier Sanz ofrece una serie de datos orientativos sobre su valor.
Con ese sueldo de Franco, en los años setenta se podían adquirir seis televisores de gama alta; o un Renault 5 —el coche que causaba furor— con combustible para recorrer un país sin red viaria. Un piso de ochenta metros cuadrados venía a costar unos dos millones de pesetas; y el agraciado con el Gordo de Navidad se embolsaba veinte millones.
 
Pero éste sería el capítulo oficial; otros documentos inéditos, rescatados la Ley de Memoria Histórica y archivos de la Fundación Franco, dan cuenta de unos emolumentos muy superiores a los declarados en esta «nómina» oficial, que no sería más que un sobresueldo. El Ministerio de Hacienda, por orden del Gobierno franquista, ingresaría cada mes 600.000 pesetas al dictador, por sus labores como Jefe del Estado. Pero la cosa no queda ahí: la propia Jefatura del Estado contaba con una asignación anual de 30.900.000 pesetas; la Jefatura de la Casa Civil, 20.987.000 pesetas.
 
Estos datos contrastan con los sueldos de la época: un funcionario cobraba unas 35.000 pesetas en los años setenta; el director de ventas de una multinacional, 90.000; un oficinista no superaba las 30.000 pesetas.
 
ABC- hemeroteca

lunes, 26 de agosto de 2013

AMADEO MARTINEZ INGLÉS : LOS JUICIOS DEL CORONEL REBELDE POR LA REPÚBLICA

Con sus setenta y cuatro años de edad, el coronel Amadeo Martínez Inglés parece todo un militar retirado mientras marcha con su uniforme hacia la pequeña multitud fuera del juzgado. Pero sus palabras no son las de un típico coronel del ejército. "La Tercera República nacerá pronto en España!" declama ante los aplausos de sus partidarios, antes de entrar en la Audiencia Nacional, el alto tribunal que se ocupa de los terroristas, mafiosos internacionales y narcotraficantes, donde se enfrenta a una pena de prisión de 15 meses para sus insultos contra el rey.
 
¿Activista contra la realeza, artista de performance de agit-prop, o simplemente "Dingo y traidor"? Oficial retirado del ejército Amadeo Martínez Inglés es muchas cosas para mucha gente.
 
Es abril de 2012 y se le acusa de "calumnias y perjuicios contra la Corona" del artículo 490.3 del Código Penal, una ley que ya ha sido anulado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el caso de Arnaldo Otegi. Otegi, un líder separatista vasco que en 2003 dijo que "el Rey Juan Carlos fue "jefe de los torturadores", fue sentenciado a un año de prisión en virtud de la misma ley. Pero en 2011 el Tribunal Europeo condenó al Estado español a pagarle 20.000 € en compensación por haberle privado de la libertad de expresión.

Al parecer, el artículo 490.3 estaba muerto. Pero el fiscal general Eduardo Torres-Dulce no lo creía muerto. En diciembre de 2011, el mismo mes en que asumió el cargo con el nuevo gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy, un artículo escrito por un autor y activista - nada menos que nuestro veterano coronel Martínez Inglés - apareció en el sitio web de izquierda republicana Canarias-Semanal. Se titulaba "¿Por qué te callas ahora?", en alusión a las palabras del mismo rey Juan Carlos dirigidas a Hugo Chávez "¿Por qué no te callas?" cuando en 2007, el monarca se marchó de una reunión con el presidente venezolano en la cumbre iberoamericana.

El artículo de Martínez Inglés, es todo menos sutil: el coronel acusa al rey de estar en el centro de un círculo de funcionarios corruptos, de defraudar a los fondos públicos para sus aventuras sexuales, y lo más grave, de estar él mismo detrás del fallecido golpe de estado de 23 de febrero de 1981 de Antonio Tejero. La resolución de este golpe acabó con el rey reconocido como un héroe de la democracia por todo el mundo. Todas estas acusaciones se entregan en una acalorada retórica que expresa su desprecio y repugnancia hacia el rey mismo y de las instituciones que representa. El texto derrama ironía sobre el rey, su yerno Iñaki Urdangarín, que acababa de ser acusado de manejar una trama de malversación de varios millones de euros, y que quedaría excluido del círculo de la familia el mismo mes de noviembre 2011.

Equilibrado y tranquilo el artículo no era. Pero ¿se trataba de un atentado criminal contra el Estado? El Fiscal General Torres-Dulce creía que fue así, y decidió resucitar el artículo 490.3, a pesar de haber sido anulado en el Tribunal Europeo sólo unos meses antes. Tal vez pensó que el artículo Martínez Inglés era un caso tan claro de “lesa majestad” que la gravedad del caso de algún modo anularía la sentencia del Tribunal Europeo en el caso de Otegi sobre la libertad de expresión. Tal vez pensaba que el coronel dejaría de ser “tan grosero con el rey” si fuera procesado con todo el peso de la ley. Evidentemente, no conocía muy bien al coronel.

Fuera como sea, en marzo de 2012 la Audiencia Nacional imputó a Martínez Inglés por el delito de injurias al Rey, y el fiscal pidió una pena de prisión de 15 meses. Martínez Inglés decidió luchar contra la acusación de calumnia demostrando que las acusaciones contra el rey Juan Carlos en el artículo son verídicas. Se puso de pie en el tribunal y pidió que algunos testigos fueran llamados a declarar: Urdangarin, su esposa, la princesa Cristina y su socio Diego Torres, para prestar declaración sobre el presunto red fraudulenta del Instituto Nóos; Corinna Wittgenstein Su-Zayn y Bárbara Rey para hablar de lo sabían de la vida privada del rey, el estafador condenado Mario Conde para hablar de las redes de corrupción, y Tejero, líder del intento de golpe de Estado de 1981, para testificar sobre los antecedentes de ese evento.

España "ruina material y moral"

 
Entonces, ¿qué tiene el coronel en contra del rey? "No tengo nada personal en contra de él", insiste, en una entrevista exclusiva con Iberosphere. "Mi problema es con una institución que no fue elegido por el pueblo español y que fue impuesta por Franco. La teoría oficial de que el rey es un héroe de la transición democrática es algo que sirve a los herederos de la tradición de la dictadura. Ésta es la partitocracia político, el establecimiento, que presidió durante 30 años la corrupción que nos ha llevado a la ruina material y moral."

Martínez Inglés entró en el ejército en la misma época que su contemporáneo el rey, y estudiaba como cadete en la misma academia militar de Zaragoza. Entonces, ascendido a teniente, estaba al mando de una unidad de combate en el conflicto de Ifni (1957-58), la última "guerra caliente" de la época colonial española en el Sáhara, y estaba destinado con las Tropas Nómadas del Sahara y los paracaidistas durante la última etapa de la hegemonía española en esta zona.

En los años de la Transición estaba destinado al Estado Mayor del Ejército, pero estaba tan sorprendido como todos los demás por el golpe de estado de 1981. Este golpe de Estado se ha convertido en la pieza central de la versión Martínez Inglés de la historia moderna española. Según el relato del propio autor, su artículo presuntamente delictivo en el sitio web está dedicado a exponer el papel del rey en esta trama, como también lo es su libro colosal, “El rey que no amaba a los elefantes.” "Se documenta la historia de este rey tan peculiar, la manera peculiar que se le ha permitido reinar, y sus presuntos delitos."

Para Martínez Inglés, sus crecientes dudas sobre el compromiso de sus colegas de alto mando a la transición democrática se confirmaron cuando en 1989 fue lanzado en la prisión militar de Alcalá de Henares durante cinco meses después de la publicación de un ensayo que argumentaba poner fin al servicio militar obligado y la profesionalización plena de las fuerzas militares. Después de la prisión fue silenciosamente retirado del servicio.

En los años noventa, entró en la política de izquierdas, y en 1993 denunció a Isabelo Herreros, el líder de su propio partido, Izquierda Republicana, por estafar los fondos oficiales del partido. (Después Herreros fue absuelto de estos cargos). Desde entonces, Martínez Inglés ha practicado la política a solas, aunque colabora con diferentes colectivos republicanos y de izquierdas principalmente aportando su voluminosa producción de artículos.

Pero de vez en cuando da un paso a la fama como solista rebelde, una especie de artista de performance agit-prop. En 2003, cuando José María Aznar llevó a España a la guerra de Irak, Martínez Inglés fue brevemente el imán para los medios en la cobertura de la protesta contra la guerra, apareciendo con su uniforme impecable y protestando la participación de España en una guerra ilegal.

Un asistente de boda revolucionario

En 2004, durante la boda real entre el príncipe Felipe y la princesa Leticia en la catedral de la Almudena en Madrid, Martínez Inglés se coló – o “se infiltró” en sus propias palabras - el evento sin invitación, simplemente aprovechando su uniforme militar. Los vídeos del evento muestran a los invitados dando vueltas mientras el coronel infiltrado, armado con su pistola automática reglamentaria, se mueve tranquilamente entre sus designados "puntos de control". Cuando finalmente es cuestionado por los funcionarios, sale de la catedral, pero se había pasado 20 minutos dentro de la zona de alta seguridad. En su libro describe esta acción como una operación pre-planificada minuciosamente, e indica que el objetivo era hacer una declaración de protesta republicana durante la televisada ceremonia de la boda. No pudo ser, y cuando fue parado los ujieres de la corte y el personal de seguridad, salió a su propia voluntad como se le pidió educadamente.

Ahora de nuevo está en el centro de atención. Por cada coronel españoles de derechas como Tejero, Martínez Inglés está decidido a actuar como la antipartícula de izquierda. Recientemente ha salido a favor de un referéndum catalán de autodeterminación, y se ganó los elogios de muchos nacionalistas catalanes como "el coronel bueno" en contraposición a los "malos" coroneles que sugieren la supresión armada de sus objetivos secesionistas. Para esto también es vilipendiado en la prensa de derechas como un " traidor y chiflado".

En este momento es trending, como la causa célebre de la izquierda republicana, el movimiento independentista catalán, y la blogosfera alternativa anti-sistema en general. Está en el centro de una tormenta que ha llamado sobre sí mismo, y crece con el combate. ¿Cómo es la estrategia de defensa en este caso?

"Me he negado cualquier tipo de representación legal", nos dice. "Voy a defenderme basado en el concepto jurídico de la exceptio veritatis. Es decir, voy a demostrar que las acusaciones que están en el artículo están justificadas por los hechos, y de ser ciertas, no son de ninguna manera calumnias".

Como es lógico en un revolucionario, percibe su propio caso como parte de una naciente revolución social "Esta degradación de la democracia española está cambiando a un ritmo rápido en este país empobrecido y desmoralizado, que está pidiendo a gritos un cambio. Al mismo tiempo, la figura del rey se encuentra en un mínimo histórico en la percepción del público, como el público español está descubriendo las normas éticas de la decadente monarquía, a pesar de la autocensura de los medios de comunicación,. Esto es en parte debido al trabajo de personas como yo, los investigadores que han superado dificultades considerables con el fin de publicar su trabajo ".
 
Título original : La vida y los juicios del coronel rebelde
Autor: Alan Murphy - traducido del inglés por el autor
 

martes, 6 de agosto de 2013

LA RUTA DEL ORO NAZI : INTERESES ENTRE FASCISTAS

Canfranc podría ser el escenario de una película como Casablanca, aunque la historia de este paso fronterizo durante la Segunda Guerra Mundial está todavía por escribir. La ruta del oro nazi a la Península Ibérica, la presencia de las SS y la Gestapo, la puerta para la fuga de muchos judíos y hasta de los alemanes perdedores, y episodios de contraespionaje dignos de una novela de John Le Carré. Todo eso sucedió en Canfranc entre 1942 y 1945.

La aduana internacional fue reabierta después de estar cerrada durante la Guerra Civil española (1936-39) para evitar una invasión desde Francia. Poco después, en los años 1942 y 1943, vivió una actividad que jamás volvió a recuperar hasta su cierre definitivo en 1970. La supuesta neutralidad de España en el conflicto provocó que en esa época de convulsión en Europa llegaran a pasar 1.200 toneladas de mercancías mensuales en la ruta Alemania-Suiza-España-Portugal -entre ellas 86 del oro nazi robado a los judíos.
 
Un documento que ahora sale a la luz da cuenta de cómo el banco central británico permitió a Hitler hacerse con los lingotes del Banco Central Checoslovaco
http://www.abc.es/internacional/20130801/abci-praga-201307312039.html
 
Alemania controló la aduana internacional de Canfranc durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45) con un grupo de oficiales de las SS y miembros de la Gestapo, que residían en el hotel de la estación y en otro del pueblo. España no estaba en guerra, pero Franco tenía una postura de no beligerancia «sui generis». Debía devolver la ayuda que Hitler le proporcionó en la Guerra Civil, lo que se tradujo en enviar a Alemania toneladas de volframio de las minas gallegas, un mineral fundamental para blindar sus tanques y cañones. Muchas de esas explotaciones fueron abiertas por empresas alemanas que operaban en España a través de la sociedad Sofindus (Sociedad Financiera Industrial), un holding alemán muy bien conectado con Demetrio Carceller, director del Instituto Español de Moneda Extranjera (IEME), único organismo que podía comprar oro.

Los «documentos de Canfranc», cuyo contenido fue desvelado por 'Heraldo', prueban que a cambio de esa ayuda estratégica para prolongar la contienda, España recibió al menos 12 toneladas de oro y 4 de opio, en tanto que a Portugal llegaron 74 toneladas de oro, 4 de plata, 44 de armamento, 10 de relojes y otros enseres, producto del expolio a los judíos. Estos datos puede ser sólo la punta del iceberg. Los originales de estos papeles, enviados al jefe de tráfico de mercancías de Madrid, no existen. Portugal era la puerta de entrada de mercancías de Suramérica y, al final de la Segunda Guerra Mundial, la de salida de muchos alemanes que se refugiaron en Argentina, Uruguay, Brasil o Paraguay. Por eso, recibía más oro. «Había quesos de Argentina con una piel muy gruesa para aguantar el viaje o azúcar que llegaba a Lisboa», recuerda Julio Ara. En Irún o Port Bou los nazis permanecieron al otro lado de la frontera, en la Francia ocupada, pero en Canfranc residieron en la parte española ya que en la estación, situada en España, había doble jurisdicción.  
«Los alemanes vivían en la estación y celebraban hasta conciertos de piano en el comedor. Eran muy educados. Bailaban valses con las chicas de Canfranc y les regalaban chocolate. Ellos eran ingenieros o químicos y nosotros, unos ignorantes que tenían mucha hambre después de la guerra», confiesa un vecino de Canfranc que por aquel entonces tenía 14 años y ahora prefiere el anonimato. Si alguna historia de amor se fraguó, como en Casablanca, no perduró. «Aunque estaban destinados en la parte francesa, no tenían inconveniente en pasar a la española. Algunos vivían en la fonda Marraco. Había seis oficiales fijos y otros de paisano, de la Gestapo, pero otras veces llegaban grupos de unos veinte soldados uniformados que venían del frente a descansar», agrega. Los vecinos de Canfranc, sacudidos todavía por los efectos de la Guerra Civil que hizo huir a algunos hacia Francia, casi no podían moverse del pueblo. Necesitaban un salvoconducto. «Desde Anzánigo, era una zona impermeabilizada», advierte un vecino.

Uno de los «documentos de Canfranc», fechado el 24 de mayo de 1940 y firmado por el comisario jefe de la Unidad de Investigación y Vigilancia, recuerda que «todo aquel que viva en un punto distinto del 18 de julio de 1936 debe presentarse en ocho días en la comisaría con la relación de los que vivan en su casa, avales de dos personas y certificado de sus empresas». «El incumplimiento llevará consigo el regreso forzoso a su antigua residencia», advierte. Los carabineros, la Guardia Civil y los oficiales de las SS eran inflexibles con los robos de mercancías como los relojes que se llevaban a Portugal. «Se llevaron una caja y estuvieron buscándolos. Un chaval se llegó a ahorcar y a otro le pusieron una multa muy alta», cuentan en Canfranc.

A la falta de libertad de movimientos se unía el hambre, mitigada por las mercancías que descargaban. El salario medio de un obrero era de 200 pesetas al mes. Por eso, siempre se escapaba algo de los trenes para casa. «Cogíamos latas de sardinas, azúcar, aceite, café o la mistela que enviaban los portugueses de Madeira. Menos mal que pasaba mucha mercancía y podíamos llevarnos cosas, porque había mucha hambre», cuenta Daniel Sánchez, de 87 años, uno de los pocos canfraneros que puede contar que cargó cajas con lingotes de oro a sus espaldas. El oro nazi llegaba en tren a Canfranc, según los documentos encontrados por el francés Jonathan Díaz en la estación en noviembre del 2010 a raíz de la grabación de un anuncio de Lotería de Navidad. Entre julio de 1942 y diciembre de 1943 llegaron 45 convoyes, seis de ellos con destino España («importación» aparece en el papel) con 12 toneladas de oro, y el resto de «tránsito», rumbo a Portugal, que recibió 74 toneladas del metal precioso.

Daniel descargaba el oro de los trenes de Suiza por el puente internacional y lo colocaba en unos camiones suizos que se encargaban de llevarlos hasta Madrid y a Portugal, a través de los pasos fronterizos de Badajoz, Valencia de Alcántara y Fuentes de Oñoro. El historiador Pablo Martín Aceña, director de la comisión española que investigó las compras de oro nazi por España, recuerda que la Península Ibérica recibió estos cargamentos hasta agosto de 1945, por Hendaya, Port Bou o Canfranc, aunque no sabe en qué proporción. «Los servicios secretos de los aliados contabilizaron 135 envíos de salida en la frontera franco-suiza de Bellegarde hacia la Península Ibérica», apunta. Esos convoyes transportaron «un total de 300 toneladas». «Portugal compró mucho oro que había salido de Bélgica y Holanda.

Lo que recibió España (el IEME) está claro por las cuentas que se investigaron en el Reichbank, el Banco Nacional Suizo y el IEME. Otra cosa es que empresas españolas suministradoras de Alemania cobraran en oro y lo depositaran en Londres o Zurich. Calculamos que entraron a España 20 toneladas de oro a cambio de volframio», señala Martín Aceña. Ese volframio todavía se puede ver, 60 años después, en las vías muertas y muelles de la estación de Canfranc. Portugal y España exportaron este mineral a Alemania incluso cuando en 1944 los aliados presionaron al régimen de Franco para que dejara de hacerlo con el fin de concluir la guerra.


Fuente: heraldo

 
 

jueves, 1 de agosto de 2013

PAGAS EXTRAS : EL PARCHE DE FRANCO PARA ESCONDER LA CRISIS

Dos cosas tenemos en común los españoles de la década de los 40 y los de ahora: el importante retroceso sufrido en el nivel de vida por la caída de los salarios y la paga extra de verano. Efectivamente, si eres uno de esos afortunados que aún conserva su trabajo, debes saber que la extra que has recibido en julio no es sino la misma que impuso Franco el 15 de julio de 1947, una de las pocas medidas de la dictadura que se mantuvo durante la democracia, hasta nuestros días.
 
La única diferencia es que la que comenzaron a disfrutar los trabajadores de aquel primer Franquismo equivalía al sueldo de una semana de trabajo, y no un mes entero como ahora, y que hoy la recibimos en junio en vez de julio: «A todo el personal de las actividades no reglamentadas o cuya reglamentación no establezca gratificación para el 18 de Julio, Fiesta de la Exaltación del Trabajo, le será abonada el día laborable inmediatamente anterior a dicha fecha, y para solemnizar la misma, una gratificación equivalente a la retribución de una semana», rezaba el artículo 1 de la Orden firmada por el entonces ministro de Trabajo, José Antonio Girón de Velasco.
 
Aquella paga extra, como tantas otras cosas de la dictadura, fue conocida durante generaciones como la «Paga del 18 de julio». Una forma más de conmemorar el golpe de Estado de Franco y el inicio de la dramática Guerra Civil española.
 

Franco la impuso en 1947 para esconder la dramática caída de los salarios y el encarecimiento del nivel de vida, y se mantuvo con la Constitución de 1978 hasta nuestros días.

 

La «limosna» del Franquismo

Sin embargo, esta paga conmemorativa no era sino el «parche» que se le ocurrió al Generalísimo y su ministro de Trabajo para esconder el enorme incremento del coste de la vida durante la década de 1940, que llegó a alcanzar un 550%, y una considerable caída de los salarios, que en 1947, no llegaban ni al 50% de la cuantía de 1935 en algunas provincias.
 
Una especie de «limosna» dentro de la represión y el control que sufrían los trabajadores de los primeros años de la dictadura para maquillar unos sueldos cada vez más bajos y unos precios cada vez más altos, triste recuerdo popular de la posguerra. «La magnitud de la caída de los salarios provocada por el primer franquismo no tuvo parangón en Europa. Llegó a poner en peligro la propia subsistencia biológica de la fuerza de trabajo, al tiempo que afectaba muy negativamente al ritmo e intensidad del trabajo fabril», aseguraba el economista Jordi Catalán en el libro «La autarquía: tiempo de hambre y de miseria».
 
Si tenemos en cuenta que, desde un primer momento, ya en la primavera de 1939, el Gobierno franquista estableció una jornada laboral más larga y un salario menor, estaba claro que el pueblo necesitaba una pequeña alegría para no levantar el más mínimo resquicio de protesta. Un gesto para propiciar la adhesión o al menos la satisfacción popular.

 

Trabajando 70 horas a la semana

No hay que olvidar que nada más terminar la Guerra Civil se había pasado de la semana de 40 horas a la de 48, y se habían restablecido los salarios vigentes antes del 18 de julio de 1936. Pero, de hecho, la mayoría de los trabajadores debían trabajar, durante toda la década de 1940, 10 y 11 horas diarias durante los seis días laborables de la semana, es decir, 60 o 70 horas semanales. Además, si comparamos los precios de 1950 con los de 1936, el alquiler de la vivienda se había encarecido un 100% y la alimentación un 70%. En 1945, la renta per cápita real de los españoles era un tercio de la de 1935, nivel que no logró recuperarse hasta 1954.
 
Tras la muerte de Franco, y durante la decisiva y difícil Transición, esta prerrogativa de la dictadura se mantuvo. Una de las pocas medidas de la dictadura que permaneció en democracia y hasta nuestros días, pero desplazada al mes de junio y aumentando su cuantía, para conmemorar la onomástica del Rey Don Juan Carlos.
 
Hemeroteca ABC
 
 
 

domingo, 5 de mayo de 2013

FRANCISCO FRANCO: GANAR UNA GUERRA PARA INVERTIR EN LADRILLO

Según cuenta Javier Otero de la revista Tiempo Francisco Franco, al acabar la guerra, tenía una cuenta corriente con 34 millones de pesetas.  Un dinero que Franco invirtió en bolsa y en la compra de terrenos. Es el origen de una fortuna de la familia. El dinero trae dinero porque años más tarde se aprovecharon de la burbuja con negocios inmobiliarios con casi el 700% de beneficio. Joyas, cuadros, casas, aparcamientos, fincas, chalets, palacios, terrenos en Madrid o Galicia son algunas de las propiedades de la familia valorada en más de cien millones.
 
Los Franco son ahora caseros. Se han abierto camino en el negocio de los minipisos, pero también tienen intereses hasta bajo tierra: son dueños de un buen número de  parkings en las principales zonas de Madrid.
 
 
 
El 20 de noviembre de 1975, los Franco perdieron todo el poder, pero retuvieron algo más importante: el dinero. Como icono, los Franco se desmoronaron con el franquismo. De la cúspide, de ser el perejil de cada cóctel y la escopeta de cada cacería, cayeron por unos años en el foso de los apestados sociales, aquellos a quienes conviene rehuir porque contaminan. Malas compañías. Lo peor en un país proclive a favorecer arribistas sociales. Golpeados por la súbita pérdida de privilegios, unos se dieron al victimismo, otros se replegaron discretamente y alguno hubo que jugó a la provocación, incapaz de admitir que la democracia les estaba tratando infinitamente mejor que el dictador a la democracia. Cuatro días de visita al Pazo de Meirás al mes es el único arañazo público a su patrimonio. La Xunta de Galicia lo cerró en agosto para el veraneo de la familia.
 
Su viuda, Carmen Polo, cobró hasta su muerte una pensión superior al sueldo de los presidentes Adolfo Suárez y Felipe González. Su única hija y su marido disfrutaron de pasaporte diplomático hasta que caducó en 1986. El Rey les obsequió con un nuevo título nobiliario: el ducado de Franco. Hacienda no investigó sus cuentas. No fueron empujados al exilio, ni su fortuna fue confiscada, como le ocurrió a la familia del dominicano Leónidas Trujillo tras su asesinato en 1961. Ni siquiera aquellos bienes que Franco había recibido como jefe del Estado y que, en puridad, deberían engrosar el patrimonio nacional fueron reclamados por los nuevos gobernantes. A diferencia de los descendientes de Pinochet -procesados por malversación en 2007-, nadie les molestó. Tampoco cuando jugaron con la extrema derecha y encabezaban nostálgicos actos el 20-N. Los Franco se salvaron por uno de los sumideros conciliadores de la Transición.
 
Carmen Franco Polo es la actual cabeza del emporio inmobiliario tejido por la que fuera primera familia española durante décadas. Precisar su patrimonio es complejo. En el guion de los ricos va escrito en letras mayúsculas la opacidad. Carmen Franco está al frente de sociedades domiciliadas en su propia casa de la calle de los Hermanos Bécquer (Madrid), que gestionan alquileres de pisos, explotan aparcamientos (Atocha 70, por ejemplo) y realizan actividades inmobiliarias y financieras, como Fiolasa, Montecopel, Sargo Consulting o Centro de Agentes Unidos del Calzado Español. Algunas nacieron en democracia, otras se arrastran de los opacos tiempos del régimen.
 
En los 37 años transcurridos desde la muerte del dictador, los Franco no han destacado como emprendedores o linces de los negocios. Hasta que la epidemia del ladrillo les engordó las cuentas gracias a la recalificación en 2003 de la finca Valdefuentes, cerca de Madrid, habían tenido que ir aligerándose de patrimonio para mantener su tren de vida. Lo describió gráficamente el marqués de Villaverde en 1989: “Llega un momento determinado en que una vaca se queda sin leche y hay que comerse la vaca”.
Noqueados seguramente con su nuevo papel en la vida, en las primeras décadas hubo sonadas pifias: a Francisco Franco lo detuvieron por furtivismo y le investigaron en Chile por estafa, Cristóbal picoteó en diversos entornos sin sentirse cómodo en ninguno (a los anales pasará su famosa frase, proferida cuando pertenecía al Ejército: “El uniforme me pone cara de gilipollas”, dicho lo cual el teniente tardó dos telediarios en colgar los avíos) hasta que se casó con la modelo y presentadora Jose Toledo; y la madre del clan fue sorprendida en Barajas sacando monedas de oro e insignias para Suiza que juró en rueda de prensa que irían destinadas a un reloj. Un tribunal la exoneró de pagar la multa por contrabando de 6,8 millones de pesetas.
La vida privada de la mayor, Carmen Martínez-Bordiú, alimentó grandes morbos, teniendo en cuenta que mientras que el país optaba por la vía reformista de la Transición, ella se inclinaba por el rupturismo sin contemplaciones. Abandonó a su primer marido, Alfonso de Borbón, y a sus dos hijos para irse a vivir en París con el anticuario Jean-Marie Rossi, con quien tuvo una hija, Cynthia. Hoy, casada con el cántabro José Campos, sigue siendo la que tiene el perfil más público del clan por sus amoríos y sus exclusivas. Tal vez sea la menos esclava del pasado, ya que ha ido poniéndose la vida por montera a la vista de todos. Es el polo opuesto al grupo de hermanos que eligió la discreción como seña de identidad: Mariola, arquitecta sin ejercicio, casada con Rafael Ardid, nieto de un republicano represaliado; Mery (sin doble erre), que huyó de lo público como un hurón después de la terrible experiencia de estar casada con Jimmy Giménez-Arnau, y Arancha, casada con el abogado coruñés Claudio Quiroga. De forma sorprendente, en los últimos años ha irrumpido con brío en el mundo de la carnaza del entretenimiento Jaime, el benjamín, abogado, exmarido de la modelo Nuria March, denunciado por malos tratos por su novia Ruth Martínez, vendedor de exclusivas en programas basura, adicto a la cocaína y contumaz protagonista de trifulcas violentas.
 
Para Mariano Sánchez Soler, el periodista que mejor conoce el devenir de los negocios de la familia (publicó un libro, Los Franco S. A., en la editorial Oberon, que es obligada biblia para cualquiera que esté interesado en el tema), las propiedades de los Franco superaban con creces los mil millones de pesetas en 1975. En las siguientes décadas se comieron “algunos trocitos de vaca” y vendieron varios inmuebles, incluido el palacio del Canto del Pico o el chalé que Carmen Martínez-Bordiú transmitió a los embajadores de Venezuela por 150 millones de pesetas. Otra estimación de su fortuna fue ofrecida por Joan Herrera (IU-Iniciativa per Catalunya Verds) en el Congreso de los Diputados el 25 de septiembre de 2007: “Con un sueldo de humilde general, la familia atesoró más de 60.000 millones de las antiguas pesetas”. Herrera había presentado una iniciativa para reclamar un inventario de las propiedades en manos de los Franco que eran patrimonio del Estado y que se estudiasen las vías jurídicas para recuperarlas.
“Mucha gente que no entiende cómo la familia Franco puede tener tanta fortuna y el Estado quedarse de brazos cruzados, no entenderá que no aprobemos algo de sentido común: que auditemos lo que tienen, que intentemos recuperar lo que era del Estado y que ayudemos a la Xunta a conseguir entrar en el pazo de Meirás”. No prosperó.
 
La petición de Herrera se había tramitado al calor de lo que estaba ocurriendo con el pazo de la escritora Emilia Pardo Bazán en Sada (A Coruña), comprado mediante colecta forzosa y regalado a Franco en 1937. Un Gobierno bipartito gallego (PSOE-BNG) lo declaró en 2008 bien de interés cultural y obligó a abrirlo al público. Aunque la familia se resistió todo lo que pudo, los tribunales finalmente ordenaron a Carmen Franco que permitiese las visitas cuatro días al mes. Hay lista de espera para pasear por estancias atiborradas de piezas de caza, donde la esencia de Franco se ha comido la de Pardo Bazán. El refuerzo de la seguridad privada en esos días recae sobre el bolsillo de la Xunta, que además permitió cerrar el pazo el pasado agosto para que la familia veranease en él sin contratiempos. Cuatro días de visita al mes al literario pazo es, pues, el único arañazo de lo público sobre el patrimonio privado de los Franco.
 
La confusión entre una cosa y otra fue total durante el régimen. Franco exhibía la austeridad propia de un africanista, mientras de su familia podríamos decir que no había hecho la mili. Su mujer compraba pisos en las zonas más selectas de Madrid, como el citado edificio de la calle de los Hermanos Bécquer o apartamentos en el paseo de la Castellana, con el objetivo de regalarle uno a cada nieto. El marqués de Villaverde participaba en decenas de empresas por el mero hecho de ser el yernísimo (entre otras: MKT Plasco, Waimer, Metalúrgica Santa Ana, Sanitas, Climesa, Siderúrgica del Norte…). Los españoles inundaban de regalos al general. De todo tipo. Banales y valiosos. Un día, un rebaño de ovejas; otro, el palacio del Canto del Pico, en Torrelodones.
Paremos en él. Legado por el conde de las Almenas a Franco por haber puesto a España en el camino del que nunca debería haberse apartado, fue declarado museo del Estado en 1955, en buena parte fruto de la rapiña de otros monasterios y castillos (esa es otra historia). En este edificio, donde Antonio Maura murió y el general Miaja dirigió la batalla de Brunete, se almacenaron durante años los presentes entregados a Franco. Hasta que la Transición trajo consigo el saqueo anónimo de su contenido, el desinterés de la familia y finalmente su conversión en liquidez. Carmen Franco lo vendió por 320 millones de pesetas a un empresario hotelero en 1988.
 
El Canto del Pico es el perfecto ejemplo del ventajismo de la familia, que aprovechó la nula separación de la esfera pública de la privada durante el régimen. El dictador derogó la ley de patrimonio de la Segunda República, que en 1931 se había incautado de bienes privados de la familia real, y dictó en su lugar una vaga norma. Según los expertos, no decía ni blanco ni negro, no establecía fronteras entre lo que debía ir a parar al bolsillo de Franco o al del Estado. Y donde no hablaba la ley, actuó la familia: los regalos al jefe del Estado de cuatro décadas han cimentado parte de la fortuna personal de los Franco. Similar trato recibieron todos los documentos del militar, que sus descendientes se llevaron consigo hasta que se depositaron en la Fundación Francisco Franco, donde durante años vetaron el acceso a los investigadores de fidelidad no acreditada.
La digitalización de los fondos, pagada con una subvención del Gobierno en tiempos del PP, permitió que el Estado se hiciese con una copia que puede consultarse en el Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca, aunque sin la certeza de saber si el material ha sido expurgado respecto al original.
 
En su día, el dictador había temido por los suyos. Desconfió que, tras su muerte, peligrase su fortuna y se curó en salud. Jamás lo sabría, pero ató con más eficacia el destino de su familia que el de su país. Mariano Sánchez Soler asegura que Franco legó en su testamento dos millones de pesetas (12.000 euros) a cada nieto (Carmen, Mariola, Francisco, Mery, Cristóbal, Arancha y Jaime), la cantidad resultante de sus ingresos como militar.
Lo jugoso estaba en manos de su hija, Carmen Franco Polo, y sociedades controladas por testaferros como José Luis Sanchiz, tío del yerno del dictador, el marqués de Villaverde, desde antes de 1975. Otras propiedades, como el palacio coruñés de Cornide, figuraban a nombre de su esposa desde que Pedro Barrié de la Maza, pagado con el título de conde de Fenosa, acudió a una subasta amañada para comprar el edificio y regalárselo a Carmen Polo.
Incluso su nieto Francisco Franco Martínez-Bordiú confiesa su sorpresa al descubrir la extraña maniobra legal que ejecutó el dictador para blindar la titularidad de su hija sobre la finca Valdefuentes, una explotación de 850 hectáreas entre Móstoles y Arroyomolinos, comprada en 1952 a Luis de Figueroa, conde de Romanones, mediante un intermediario (el citado Sanchiz).
La propiedad, adquirida originalmente para alojar un rebaño de ovejas que alguien donó a Franco, se convirtió, gracias a la última juerga inmobiliaria de la democracia, en el maná del clan, feliz ante la decisión del Ayuntamiento de Arroyomolinos de recalificar 3,3 millones de metros cuadrados rústicos como urbanizables para construir viviendas, un centro comercial y un polígono industrial junto al complejo Xanadú. En vida, el dictador prohibió su desarrollo urbanístico y experimentó con cultivos, uno de sus pasatiempos predilectos por su cercanía a Madrid, incapaz de imaginar que la Transición la mudaría en plató de películas eróticas y de terror por decisión de su nieto favorito, Francisco, y que la explosión inmobiliaria de comienzos del siglo XXI la convertiría en un gigantesco pelotazo. El futuro familiar, a la postre, quedó bien atado.
 
La única ley feminista de Franco se gestó para saciar su ego masculino: en 1954 se aprobó una norma que permitía cambiar los apellidos -y anteponer el de la madre- para facilitar que su tercer nieto -y primer varón- pudiese heredar su nombre. De justicia es aclarar que la propuesta partió del conde de Argillo, padre del marqués de Villaverde, procurador en las Cortes franquistas y consuegro jabonoso. Nadie entonces barruntaría que con el tiempo sería una losa tan pesada como la cruz del Valle de los Caídos. Francisco Franco Martínez-Bordiú se ha avergonzado a menudo al escuchar que le llamaban por megafonía y ha soportado decenas de chistes telefónicos, coronados con el clásico “y yo soy Colón, claro”. A punto de cumplir 67 años, ha decidido que es hora de reivindicar en público al hombre que le dio el nombre y que le contagió la devoción por la caza y la pesca. Y al que no considera un dictador.
 
En ‘La naturaleza de Franco’ (La Esfera de los Libros) proporciona el amable semblante de un abuelo en su faceta privada visto por su nieto favorito. Comprensible. El dislate arranca cuando el Franco nieto da pinceladas del Franco público. “Y del mismo modo que no temo afirmar que mi abuelo era un socialista, tampoco creo que esté cegado por la cercanía y el cariño cuando afirmo que también fue uno de los mayores conservacionistas del país”. Este protector de hombres, animales y plantas fue también un “legalista” convencido y un defensor de la meritocracia. Prueba de ello, según su nieto, es que “no le importaba que a algunos ministros le gustasen los señores” y que mantuviese algunos cargos públicos en la universidad o la justicia que no simpatizaban con él. Se olvida de citar, sin embargo, a los miles de funcionarios depurados de un tajo por su dudosa fidelidad al régimen y de la persecución legal de homosexuales, internados a veces en centros especiales donde les sometían a salvajes tratamientos para “curarles”.
La historia vuelve a saltar por los aires en otros pasajes del libro donde afirma que defendía las lenguas “regionales” -el gran ejemplo es que los marineros del ‘Azor’ hablaban gallego y euskera- y que fue un gran protector de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. (Cita algunos diplomáticos franquistas que salvaron vidas -los hubo-, pero olvida el campo de concentración de Miranda del Ebro donde se internaron a miles de refugiados que huían de los nazis). En conclusión: “Yo no conocí al autócrata, ni tampoco al héroe de Africa o de la cruzada nacional. Para mí solo era mi abuelo”.
 
Pazo de Meirás. En diciembre de 1939, con pompa eclesiástica, la Diputación de A Coruña entrega el título de propiedad de las Torres de Meirás en “ofrenda-donación al fundador del Nuevo Imperio, jefe del Estado, Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España”. La propiedad de 66.792 metros cuadrados, ubicada en Sada (A Coruña), había sido refugio de la escritora Emilia Pardo Bazán. Se compra en plena Guerra Civil gracias a donativos públicos y una colecta forzosa. Se regala a Franco, aunque figura a nombre de su esposa, Carmen Polo.
 
Palacio del Canto del Pico. Construido en 1920 en Torrelodones (Madrid) sobre una finca de 820.000 metros cuadrados del conde de las Almenas, que decidió legársela a Franco “aun cuando no tengo el gusto de conocerle, por su grandiosa reconquista de España”, según consta en el Registro de la Propiedad de San Lorenzo de El Escorial. Carmen Franco lo vendió por 320 millones de pesetas (1,9 millones de euros) en 1988.
 
Casa de Cornide. Adquirida en subasta en 1962 por Pedro Barrié de la Maza, fundador de Fenosa y propietario del Banco Pastor, íntimo de Franco, que la cedió a Carmen Polo. Aún sirve de residencia de verano de la familia en A Coruña.

Fuente: Periodistadeopinión

lunes, 1 de abril de 2013

COREA, LA ACTUAL CRISIS A LA LUZ DE LA HISTORIA

En el mundo reciente había tres naciones divididas por la guerra fría : Corea, Alemania y Yemen. Sólo Corea no se ha reunificado. Su unidad histórica es la más sólida del trío, pues a diferencia de los otros, Corea tiene unas fronteras claras desde el siglo X, una etnia y una lengua unificada, y una cultura/civilización independiente que fue capaz de mantenerse pese a la vecindad del potente foco cultural chino. En términos históricos la división nacional de Corea es un fugaz episodio y una gran anomalía del Siglo XXI. 

Su conflicto es anterior a la guerra fría. No se fraguó hace sesenta años con la guerra de Corea (1950-1953), sino hace ochenta años, con la invasión japonesa de China. La historia y memoria de éstos últimos ochenta años marcan profundamente la narrativa en Corea del Norte y la actual situación en la península, que tiene tres dimensiones: una intercoreana, otra con Estados Unidos en el centro, y otra entre Corea del Norte y Japón.
El 19 de septiembre de 1931, Japón que ocupaba Corea desde 1910, invadió el noroeste de China (Manchuria), donde creó el Estado títere del Manchugo. La resistencia comunista armada contra el invasor japonés en Manchuria arrancó un año después, en 1932, y no fue china, sino coreana. En Manchuria los coreanos constituían el 90% de los miembros del Partido Comunista Chino. Su lider fue Kim II Sung, luego fundador de Corea del Norte. Desde 1932 él y sus compañeros , toda una generación de guerrilleros norcoreanos, se enfrentaron no sólo a los japoneses sino a toda la legión de colaboracionistas coreanos que éstos llevaban consigo.

PODER HEREDITARIO

En Asia Oriental, no sólo en Corea del Norte, el poder es hereditario. Los herederos, hijos, nietos y sucesores de aquella mezcla de guerra civil coreana y lucha colonial anti-japonesa iniciada en 1932, están hoy en el poder de Pyongyang, Seúl y Tokio. En Manchuría el luego dictador de Corea del Sur entre 1061 y 1979, Park Chung hee, o altos jefes militares como Kim Sok won, lucharon con los japoneses contra los guerrilleros de Kim II Sung. Todo el alto mando surcoreano de la guerra de 1950 estaba compuesto por colaboracionistas de los japoneses.
Una investigación oficial surcoreana estableció en 2004 que más del 90% de la élite local anterior a la democracia establecida a finales de los ochenta, estaba formada por familias o individuos con antecedentes colaboracionistas. Hasta 2004, con la llegada al poder de Roh Moo Hyun, Corea del Sur no tuvo un líder vinculado a esa tradición. Con el actual presidente, Lee Myung Bak del derechista Grand National Party, se ha regresado a ella.

En Japón el 70% de los diputados heredaron su escaño de sus padres o pertenecen a conocidas familias con raíces directas en la ocupación de Corea y de China. Las genealogías e políticos de primera fila como Taro Aso, Shinzo Abe y muchos otros, pueden pasar desapercibidas en muchas partes, pero no en Corea del Norte, donde la narrativa nacional, machaconamente transmitida por el régimen desde el jardin de infancia, arranca con la lucha antijaponesa en Manchuria, continua con el recuerdo de la guerra de 1950-1953 contra unos americanos, aliados de los japoneses, que utilizaban bases militares en Japón, y con colaboracionistas de Corea del Sur apoyando al agresor en ambos casos.
Esa segunda y tercera generación política de Pyongyang, Seúl y Tokio no ha acabado la guerra iniciada por sus padres y abuelos en los años treinta, porque Corea del Norte y Japón no han normalizado sus relaciones, y porque el conflicto de 1950-1953 no concluyó con tratado de paz con Estados Unidos y Corea del Sur sino con un "armisticio", poco más que un alto el fuego provisional.

CONTINUIDADES

Los doce miembros de la Comisión Nacional de Defensa que gobierna Corea del Norte, son curtios ex combatientes de la guerra de Corea, una guerra contra el mayor imperio militar de la historia que fue derrotado (porque no venció) en aquel conflicto. Los norcoreanos suelen decir que ellos infringieron a los estadounidenses la primera debacle militar de su historia. En sus museos se cita, con orgullo y jactancia, la declaración del Comandante de las fuerzas americanas en Corea, General William Clark, al término de la guerra; "tuve la poco envidiable distinción de ser el primer jefe militar de la historia de Estados Unidos que firmó un armisticio sin victoria". Para los halcones de Estados Unidos, Corea siempre fue una especie de asunto inconcluso, como Cuba, y tras el fin de la guerra fría, manifiestamente. En Pyongyang, la experiencia de guerra contra un enemigo superior y mejor armado marca la biografía y la narrativa que esa élite transmite al país.

Para la mentalidad del Norte, Corea del Sur es una Corea de segunda, algo parecido a una república heredera de un estado títere del colonialismo japonés y el imperialismo americano. Mientras ellos siempre fueron independientes de China y de la URSS, cuyas tropas se retiraron en los cincuenta del Norte, los surcoreanos aún mantiene de 30.000 soldados americanos estacionados en su territorio y otros 100.000 en la región con amplia capacidad nuclear. Y detrás de ese despliegue sigue estando Japón prestando su territorio y sus bases al cerco.
En Corea del Norte se considera que el ejército surcoreano, infinitamente más sofisticado y potente que el del Norte, está controlado por el Pentágono. El ex Presidente de EEUU, Jimmy Carter, que conoce bien Corea del Norte y ha tratado repetidamente con sus dirigentes, menciona esa circunstancia para explicar por qué los norcoreanos insisten tanto en mantener conversaciones directas con Estados Unidos, a lo que Washington se niega, entre otras razones porque Roma no negocia con un régimen al que no pudo vencer militarmente hace medio siglo y que continua hoy pidiendo un acuerdo de paz como condición para cualquier cosa.

CHINA Y SU DEUDA CON KIM II SUNG

La guerra de Corea comenzó oficialmente el 24 y 25 de junio de 1950. Ni Moscú ni Washington la deseaban. La URSS estaba agotada por su holocausto nacional de 30 millones en la Segunda Guerra Mundial. Stalin temía la bomba atómica que Estados Unidos había utilizado hacía tan poco contra Japón. Por el contrario, los enemigos del Norte y del Sur querían zurrarse. Los combates fronterizos eran crónicos desde mayo de 1949. La secuencia de la guerra es conocida: primero el Norte arrolló al Sur y a los americanos hasta arrinconarlos en el extremo sur-este de la península, luego el desembarco americano en Inchon dio un giro total a la situación y los arrinconados fueron los del Norte, y en Octubre de 1950 China intervino con sus voluntarios que salvaron al Norte, regresándose al final a la posición inicial.

China intervino en la guerra porque se sintió amenazada, pero también porque Mao se consideraba moralmente obligado, a causa del enorme tributo que los coreanos de Kim II Sung habían pagado a la Revolución China. Oficialmente 183.108 voluntarios chinos, entre ellos el hijo mayor de Mao, Mao Anying, murieron en la guerra de Corea. La cifra la ha divulgado China éste octubre pasado, al conmemorar su 60 aniversario con un acto en el que Xi Jinping, el previsible delfín de Hu Jintao, mencionó : "una guerra grande y justa para salvaguardar la paz y resistir la agresión", pero los historiadores suelen manejar cifras mucho más abultadas. En Pyongyang, el variable recuerdo de la ayuda china, por ejemplo en los museos y en el cementerio de Hoechang, donde hay miles de voluntarios chinos enterrados, marca como un termómetro la temperatura de las relaciones entre el régimen y Pekin.

EXTREMA VIOLENCIA, GUERRA TOTAL

La guerra de Corea fue terrible. La destrucción de las ciudades del norte por la aviación americana, superó a la destrucción conocida en Europa y Asia en la Segunda Guerra Mundial. La masacre de prisioneros y civiles fue enorme. Cálculos americanos y surcoreanos establecieron entre 20.000 y 30.000 las víctimas de las masacres norteñas durante su ofensiva en el sur. Por su parte, la cifra de masacrados en el sur por los surcoreanos desde el inicio de la guerra, en junio de 1959, se sitúa en torno a los 100.000, que se añaden a los otros durante la represión de una revuelta campesina en la isla de Cheju. Los coreanos del sur mataban rutinariamente a los prisioneros de guerra y torturaban sistemáticamente a los que no mataban. Los americanos hacían la vista gorda y también fusilaban civiles. Los coreanos del norte eran más selectivos en su violencia hacia los presos, diferencia que también se dio en la guerra civil china, entre comunistas y nacionalistas, como está bien documentado. "Por incómodo que se reconocerlo, las atrocidades de los comunistas fueron alrededor de una sexta parte del total y tendieron a ser más selectivas", dice el historiador Bruce Cumings en si último libro sobre la guerra.

Fue una guerra total. Todas las ciudades norcoreanas fueron reducidas a cenizas por los bombardeos estratégicos americanos que arrojaron una enorme cantidad de bombas por kilómetro cuadrado y llevaron a cabo experimentos de campo con armas biológicas. La destrucción fue superior a la conocida por Alemania y Japón en la Segunda Guerra Mundia. Pyongyang quedó destruída en un 75 %. Hamhung y Wonsan en un 80%, Chingiin un 65%, Sinanju en yun 100%, Sariwon en un 95%, Hungnam en un 85%... La amenaza de un uso americano de la bomba atómica estuvo siempre presente. En noviembre de 1959 Truman amenazó públicamente con ella para contener a los chinos. En mayo de 1953, en vísperas del armisticio, Eisenhower y el Estado Mayor estadounidense seguían barajando la posibilidad. En víctimas el balance final de la contienda fue enorme: más de 4 millones de muertos, de los que más de 2 millones eran civiles; 36.940 soldados americanos muertos, 400.000 surcoreanos y dos millones de norcoreanos, la mitad civiles.

AMENAZA NUCLEAR PERMANENTE

El actual régimen norcoreano, con su espantoso historial en derechos humanos y su ambición nuclear, es inseparable de toda esa memoria. Durante décadas, las maniobras con escenario de utilización de armas nucleares contra Corea del Norte han sido rutina en la región. Los operativos "OpPlan 5027" y "OpPlan 5026" contemplaban el lanzamiento de ataques nucleares preventivos contra Corea del Norte, con derrocamiento de su régimen y formación de un gobierno militar. Nixon en 1976, y Clinton en 1993, volvieron a formular la amenaza de un ataque militar contra el régimen, pero la disolución de la URSS, con la pérdida de la disuasoria protección del paraguas nuclear soviético, alteró el problema fundamentalmente: dejó de nuevo al régimen expuesto a una amenaza existencial. En Yugoslavia e Iraq, Estados Unidos pudo atacar porque el país concernido no tenía bomba atómica. De todos los misterios de Corea del Norte, el de su ambición nuclear es el menos misterioso y el más racional. Que no sea percibido así por la opinión pública es un mérito de los medios de comunicación.

En la península de Corea, en Asia nororiental en general, la cuestión nuclear no es sólo un problema norcoreano; como dice Gavan McCormack de la Universidad Nacional de Australia: "el problema norcoreano nunca podrá ser entendido mientras ser definido únicamente en términos del programa nuclear de Corea del Norte. Ese país era objetivo nuclear mucho antes de que comenzara a moverse hacia la adquisición de armas nucleares. Su referencia a una "disuasión" debe ser tomada en serio".

UN REGIMEN BRUTAL QUE BUSCA EL CAMBIO

Dicho esto, ¿cómo calificar al régimen norcoreano?. Desde los años setenta se estima que mantiene en cáceles y campos de trabajo a una población de entre 100.000 y 200.000 reclusos. Por lo menos 600.000 murieron en las hambrunas de los noventa que como el 'gran salto adelante' de Mao parecen haber sido una mezcla de calamidades naturales y responsabilidades políticas. Corea del Norte es un estado hipernacionalista y postcolonial, obsesionado por la amenaza en la que siempre ha vivido, en el que los valores confucionistas han desembocado en algo parecido a una secta religiosa que venera a su padre fundador. Sus ciudadanos no son los autómatas de los desfiles y juegos florales que nos transmiten periódicamente las imágenes de archivo de las televisiones globales, sino gente de carne y hueso, sufrida y oprimida. Tanto la sociedad como el régimen desean profundamente una distensión que permita reconducir los enormes potenciales del país fuera de la jaula militar en la que se encuentran. El horizonte es una reforma a la china. Sin un acuerdo de paz y garantías mínimas de supervivencia tal reforma es imposible. En una circunstancia similar ninguna dictadura asiática de los años ochenta habría podico evolucionar, bien hacia la reforma y la apertura (China), bien hacia la democratización (Taiwán, Coera del Sur).

Gracia a la bomba, el mundo se toma en serio a Corea del Norte, el régimen se ha vacunado contra una invasión o el cambio de régimen inducido, y se ha dotado de una carta con la que negociar. De una u otra manera, hasta que esa supervivencia y reconocimiento internacional no estén garantizados, la bomba seguirá donde está. El seguro de vida del régimen.

A NADIE LE INTERESA LA GUERRA

Alguien tan poco sospechoso de parcialidad como el ex Presidente americano Jimmy Carter explicó la disposición a la negociación del régimen, tras su última visita a Pyongyang : "Expusieron su deseo de desarrollar una Península coreana desnuclearizada y un alto el fuego permanente. Transmití ese mensaje a la Casa Blanca. los dirigentes chinos manifestaron su apoyo a éste debate bilateral. Funcionarios de Corea del Norte han dado el mismo mensaje a otros visitantes americanos y han permitido el acceso de los expertos nucleares a un centro avanzado para el reprocesamiento de uranio. Los mismos funcionarios me dejaron bien claro que ésta serie de centrifugadoras estaría 'sobre la mesa' para las discusiones con Estados unidos,está dispuesta aun acuerdo para poner fin a sus programas nucleares y concluir un tratado de paz permanente que reemplace el alto el fuego 'temporal' de 1953. Debemos considerar la respuesta a ésta oferta".

Respecto a China parece que su vínculo con Corea del norte aumenta más que disminuye,. pese al desagrado ocasionado por las pruebas nucleares y los ocasionales tiroteos. ¿Cuál es el motivo de esa actitud?. Lo último que quiere Pekín es una Corea unificada bajo la influencia de Estados Unidos con lo que tendría frontera directa. El declive global de Estados unidos ya es de por si muy imprevisible, como para abrirle oportunidades en el propio patio trasero. Una intervención militar de China en Corea del Norte, comprometería su imagen de gran potencia 'blanda' y no militarista en Asia y el mundo. Así, lo único que queda es mantener la situación y trabajar para crear las condiciones de una solución negociada que no altere el equilibrio regional. Eso es lo que hace China.

Una guerra no interesa a nadie. Para China sería una amenaza a su principal prioridad desarrollista. Para las dos Coreas significaría una promesa de mutua destrucción. Empatados en Irak y Afganistán, y con la energía agresiva que aún le resta centrada en Irán, alrededor de la primera región energética mundial; Estados Unidos no está para mas bailes en Asia. La negociación directa con Pyongyang es la única solución, y para recordarlo, en un mundo con muchos frentes abiertos y una crisis financiera en su centro, Corea del Norte tiene que lanzar de vez en cuando algunos inquietantes fuegos de artificio.

Rafael Poch


domingo, 10 de marzo de 2013

EL ESPECTRO DEL FASCISMO ACECHA EUROPA : "NO PASARÁN"

EL ORIGEN DEL FASCISMO

El fascismo constituye una de las corrientes ideológicas más influyentes en el panorama político mundial del siglo XX. Es una ideología política fundamentada en el corporativismo, exaltando la idea de nación por encima de la del individuo, teniendo un gobierno central en busca de la idea de una sociedad perfecta. Nace en Europa, específicamente en Italia representado con Benito Mussolini.

Tras la I Guerra Mundial, hay un profundo descontento en Italia por el incumplimiento de los acuerdos pactados en Versalles. Hay un sentimiento de frustración. Se origina el pesimismo y la crítica cultural de algunos intelectuales a fines del siglo XIX, quienes encuentran que el socialismo y la democracia sólo originan revueltas y levantamientos populares. Éstos intelectuales reclaman por la restitución de los antiguos valores y el regreso a una sociedad organizada jerárquicamente.


En el periodo de 1919 hasta 1923 hay una crisis que afectó al pueblo llano, aumento de precios, reducción de los salarios, la burguesía y el empresario se separan del proletariado a causa de la organización sindical.

Hay constantes enfrentamientos entre los fascios (es una organización de empresarios) y los sindicatos. Ésta situación es la adecuada para la aparición del fascismo. Se trata de un movimiento político y social, organizado bajo las fasces. Basado en la dictadura de un partido único, la exaltación nacionalista y el corporativismo creado por Mussolini en 1919. Los Fascios di Combatimento, que darán lugar al Partido Nacional Fascista (PNF) en 1921.

Nace el fascismo italiano producto del creciente malestar de la población, debido a las altas tasas de desempleo debido a la devaluación de la moneda. Después de la guerra las potencias aliadas no cumplieron con la promesa de conseguir para Italia territorios que le permitieran controlar el mediterráneo y mejorar su posición en Europa.

En 1924 se convocan elecciones, los fascistas consiguen mayoría y los socialistas abandonan el parlamento. Mussolini se proclama "Duce" y el Gran Consejo Fascista pone en marcha su política: prohíbe todos los partidos, desaparecen los sindicatos, control de  prensa y educación, tendencia al colectivismo económico, autarquía y superación de la crisis.

El estado Fascista es considerado como el heredero del Imperio Romano. Gracias a la propaganda y a las agrupaciones ciudadanas se garantizaba la obediencia de los ciudadanos; se crea la OVRA (policía política y un tribunal especial para delitos contra el estado).

EL NAZISMO

Alemania debió enfrentar una profunda crisis económica tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Las humillantes condiciones impuestas por las potencias vencedoras mediante el Tratado de Versalles obstaculizaron los esfuerzos de reconstrucción del país y alimentaron el malestar de una población profundamente desgastada por las consecuencias del conflicto.

En éste clima comenzaron a tomar fuerza las posturas políticas extremas, ante la profunda crisis económica y excitando el resentimiento alemán por la derrota de la guerra, aparece en el escenario político la figura de Adolfo Hitler, jefe del Partido Nacional Socialista de los Obreros Alemanes, conocido como partido Nazi.
Entre 1925 y 1929, las SS eran simplemente un batallón dentro de las SA y estaban compuestas por 280 personas. En 1929, Hitler hizo líder de las SS a uno de sus oficiales y para finales del 1932 las SS pasarona tener más de 52.000 miembros. En 1933 contaban con 209.000 miembros. La expansión de las SS que Himmler realizó estuvo basada en otras sociedades, como la Orden del Temple, los camisas negras italianos o la Compañía de Jesús.

En 1933 Hitler ponía fin a la República de Weimar, y se convertía formalmente en dictador, monopolizando absolutamente la soberanía del pueblo a favor de la reconstrucción del Tercer Reich, el tercer imperio germano. Hitler adoptó el título de Führer (guía), y su palabra se convirtió en ley suprema para todos los alemanes. Los partidos políticos fueron eliminados a excepción del Nacionalsocialista. Se impulsó la eliminación de todos los enemigos del régimen. Los judíos experimentaron una acoso insostenible siendo objetos de golpizas, humillaciones y segregación... Extensión territorial de los regímenes fascistas en Europa.

EL FRANQUISMO

Franquismo es el término empleado para referirse a la ideología política y movimiento social de corte fascista que sirvió de apoyo y sustento al régimen dictatorial en España durante la Guerra Civil entre 1936 y 1939, y que fue liderado por el general Francisco Franco, proclamándose el Caudillo de España.

El franquismo es un sistema completamente opuesto a toda clase de libertad política o social, por lo tanto se opone a la democracia, a la separación de poderes, a que la soberanía nacional resida en el pueblo. 
El régimen de Franco intentó introducirse y dominar todos los aspectos de la vida nacional y social, mediante una serie de organizaciones de encuadramiento social, dirigidas por la FET de las JONS.

Debido a la creencia de Franco de que la democracia liberal y los partidos políticos habían causado la decadencia en España, sustituye la democracia parlamentaria por la democracia orgánica, un sistema pseudodemocrático, sujeto en realidad a la voluntad de Franco. También se oponía por completo al comunismo, a toda ideología de izquierdas, sea la izquierda radical revolucionaria o la burguesía democrática.

"El centinela de Occidente" vigilando que el comunismo no llegara a España, ni al resto de occidente.


SÍNTOMAS DE RESURGIR FASCISTA


Determinados hechos recientes como la fuerza electoral de organizaciones de extrema derecha en determinados países europeos (Francia, Austria, Grecia, Hungría, Italia...), el arraigo en algunos sectores juveniles de ideologías de carácter fascistizante más o menos organizadas, el crecimiento de las agresiones fascistas principalmente contra inmigrantes o jóvenes radicales, o los métodos de exterminio masivo aplicados por estados opresores contra pequeñas naciones que aspiran a su libertad nacional, reabren el debate sobre el resurgir del fascismo, el parecido que pueda haber entre éstos fenómenos y el viejo fascismo y la manera de combatir su desarrollo. 
Es evidente la importancia que para el movimiento obrero y para las nuevas generaciones de jóvenes trabajadores tiene una acertada caracterización de éstas tendencias políticas reaccionarias, determinar cuál será su previsible desarrollo y dotarse de una acción política que las enfrente :

* El fascismo históricamente ha representado un recurso límite de la gran burguesía imperialista en la época en que la decadencia del capitalismo ha llevado a su máximo extremo las contradicciones del modo de producción, como sucedió en los años 20 y 30 en Europa. La gran burguesía europea ya tuvo su experiencia con el fascismo, con resultado de que en algunos lugares perdió cuando poseía y en otros logró salvar su dominación de clase con enormes dificultades, dejando además huellas profundas en la experiencia de las masas populares contra la barbarie fascista. Haría falta que la situación económica y social cambiase de una forma decisiva para que el peligro inmediato del fascismo, como sucedió entonces, estuviera a la orden del día con toda su crudeza.

*Las sanguinarias dictaduras militares o los episodios de represión sangrienta de tipo fascista contra el movimiento de masas que se dan en países semi-coloniales o dependientes, por razones políticas o nacionales, no deben confundirse con el fascismo en sentido estricto, es decir, con la imposición de un régimen totalitario y de terror contra el movimiento obrero en los grandes estados imperialistas, apoyado en un movimiento de masas de base social pequeño-burgués , financiado y alentado por el gran capital monopolista como último recurso ante el peligro de perderlo todo.

* Como medio más eficaz para seguir ejerciendo su dominio de clase la burguesía prefiere seguir apostando por la democracia burguesa. Es un medio más seguro y menos arriesgado. Sin embargo, ante la inevitable y creciente crisis económica y social que genera el sistema capitalista, la burguesía tiende a maniatar al movimiento obrero y popular mediante la reducción sistemática de los derechos de los trabajadores (por medio de leyes de excepción, leyes anti-huelga, multas y penas de cárcel para las huelgas salvajes, restricciones al derecho de manifestación, manipulación capitalista y estatal de los medios de comunicación de masas, restablecimiento de la prisión preventiva...). Una aceptación pasiva y apolítica de esos ataques contra los derechos democráticos elementales no puede más que estimular el apetito de la clase dominante e impulsarla a nuevos y más duros ataques. Si el movimiento obrero se deja conducir sin resistencia y se deja desposeer poco a poco de sus derechos, entonces, en el primer cambio importante de la situación económica, cualquier aventurero inteligente puede intentar su completo exterminio. Si la resistencia no ha sido preparada con constancia y firmeza en las batallas cotidianas durante años, no caerá milagrosamente del cielo en el último momento.

*Al mismo tiempo la gran burguesía extiende conscientemente los gérmenes de un renacimiento del fascismo, fomentando la mentalidad racista y xenófoba y el odio hacia minorías revolucionarias y no conformistas, mediante leyes que alientan su criminalización (leyes extranjería..), la acción represiva policial y a través de los medios ideológicos que acapara (medios de comunicación..).


* En ese contexto el neofascismo encuentra una cierta base de desarrollo en el descontento de sectores de la pequeña burguesía y la clase media, y de jóvenes desclasados de medio social obrero. Sin embargo, para que, el neofascismo pueda ganar amplia base de masas es necesario que la pequeña burguesía y las clases medias se vean profundamente golpeadas por la crisis capitalista. Los pequeños propietarios hoy, antes que lanzarse a combates en la calle contra trabajadores, prefieren apoyar un mayor autoritarismo del Estado que se ocupe de las perturbaciones sociales. Más que un fascismo que organiza masivamente a los elementos desesperados de la pequeña burguesía y los utiliza para aterrorizar a las grandes ciudades y regiones obreras; asistimos al desarrollo de una "Estado fuerte", autoritario que, por supuesto, utiliza la violencia y la represión y puede asestar duros golpes al movimiento obrero y a los grupos revolucionarios, aunque no pueda aniquilar a las organizaciones obreras y atomizar al proletariado.

* No está en absoluto excluído que, en el caso de que la economía mundial llegue a verse arruinada, éstos gérmenes, presentes en todas partes en Europa Occidental, puedan florecer y producir una nueva epidemia fascista. De momento presenciamos los primero incipientes síntomas. Se debe combatir esa plaga reaccionaria mediante, por una parte, una política de Frente Único, de movilización unitaria y amplia de las organizaciones políticas y sindicales de la clase obrera, junto a las organizaciones de inmigrantes, juveniles y democráticas; por otra, a través del ejercicio de la autodefensa, de combatir las acciones fascistas mediante una legítima y amplia violencia de clase.
Al final de los años veinte y principios de los treinta, los marxistas  revolucionarios afirmaban que el combate entre el fascismo y una solución socialista a la crisis europea era una batalla contra la barbarie que progresaba en esa parte del mundo. Mientras dure el capitalismo monopolista, el mismo peligro, incluso bajo una forma más terrorífica y con una barbarie todavía más inhumana, puede resurgir.

"El fascismo" -Ernest Mandel -Barcelona 1987















Manifiesto antifascista europeo: .http://antifascismeuropa.org/manifiesto/es



LA LUCHA CONTRA EL FASCISMO : LEÓN TROTSKI

Troski fue uno de los organizadores clave de la Revolución de Octubre, que permitió tomar el poder en 1917 en Rusia. Durante la guerra civil, desempeñó el cargo de comisario de asuntos militares. Negoció la retirada de Rusia en la Primera Guerra Mundial. Fue líder del movimiento internacional de izquierda revolucionaria identificado por "trotskismo". Se enfrentó a Stalin, liderando la oposición izquierda, lo que le causó el exilio. Asesinado en 1940 por Ramón Mercader, agente español de la NKVD soviética.
El fascismo no es nuevo. Desde el punto de vista del método científico el marxismo, fue Troski quien mejor analizó el fascismo como fenómeno social y político, a la luz de su desarrollo en los años veinte y treinta en la Italia de Mussolini y, sobre todo, el nazismo alemán.


El auge del fascismo es la expresión de una grave crisis social del imperialismo, de la fase decadente del capitalismo como sistema económico y social.

Las burguesías italiana o alemana, tras la derrota de sus Estados en la I Guerra Mundial, se encontraron con  gravísimas dificultades para la normal reproducción de su capital: no podían acceder a las materias primas y a los mercados frente a otras potencias imperialistas vencedoras de la contienda (Inglaterra, Francia, Estados Unidos...) y la clase obrera de sus países empujaba en un sentido cada vez más revolucionario, poniendo en peligro la supervivencia de la propiedad capitalista de los medios de producción (fábricas, bancos...).

La función histórica de la toma del poder por los fascistas consiste en modificar por la fuerza y por la violencia las condiciones de reproducción del capital a favor de los grupos más importantes del capital monopolista (en éste caso italiano y alemán); por una parte, destruyendo a la clase obrera y sus organizaciones para preservar la propiedad capitalista y la explotación de los trabajadores; por otra parte, iniciando una ofensiva armamentística y bélica a escala internacional para dominar los mercados de materias primas y productos a costa de la otras potencias imperialistas (Francia, Inglaterra..)

La ideología chovinista, racista y xenófoba contra las minorías nacionales o raciales, característica del fascismo, parte de la exaltación de la nación y de la raza, cuya superioridad sobre las demás les otorga el derecho de someterlas.

La dominación social del capital es más conveniente a través de la democracia burguesa, que suaviza las tensiones sociales mediante algunas concesiones o reformas a los trabajadores y demás sectores sociales y supone, además que una parte importante de la burguesía participe del poder político por los más variados medios a su alcance : a través de los partidos burgueses, de los periódicos y universidades, de la organizaciones patronales, de altos cargos en el Aparato de Estado... Sin embargo, cuando ese equilibrio está en crisis, el gran capital renuncia a participar del ejercicio directo del poder a cambio de una fuerte y totalitaria centralización del poder de su Estado, que dejará en manos del fascismo, como recurso extremo para continuar ejerciendo su dominio de clase.

Esa centralización tan enorme del poder del Estado de la burguesía sólo puede hacerse mediante un movimiento de masas. Sólo de esa forma se puede diezmar y desmoralizar a la franja más consciente de la clase obrera a través del terror de masas, del hostigamiento y la guerra callejera... de la destrucción total de las organizaciones obreras. Un movimiento de masas de ese tipo puede surgir de la tercera clase de la sociedad, de la pequeña burguesía, que existe al lado de la burguesía y de la clase obrera. Las condiciones están dadas cuando la pequeña burguesía se ve tan duramente afectada por la crisis capitalista que se sumerge en la desesperación (inflación, quiebra de los pequeños empresarios, paro masivo de los licenciados universitarios y de los empleados superiores...). La ideología de ese movimiento combina un nacionalismo extremo y una demagogia anticapitalista puramente verbal -no cuestiona la esencia de la propiedad privada- con una profunda hostilidad hacia el movimiento obrero organizado, recurriendo a la violencia física abierta contra los trabajadores, sus acciones y sus organizaciones. Tras una fase de desarrollo independiente como movimiento de masas el fascismo necesita el apoyo financiero y político de importantes fracciones del gran capital monopolístico para alcanzar el poder.

El aplastamiento de la clase obrera organizada sólo es posible si en el periodo anterior a la toma del poder, la violenta lucha social se inclina del lado de las bandas fascistas frente a la clase obrera. En un principio las bandas fascistas únicamente organizan a la fracción más decidida y desesperada de la pequeña burguesía. La tendencia de la mayor parte de la burguesía y del sector menos consciente y más desorganizado de los trabajadores, especialmente los obreros y empleados jóvenes, será la de alinearse del lado de aquellos que manifiesten mayor iniciativa y audacia. Si los trabajadores en su pugna con el fascismo conservan su capacidad y su voluntad de lucha, la derrota de los fascistas puede convertirse en un poderoso ascenso revolucionario, que lleve a la derrota no sólo del fascismo sino del capitalismo que lo engendró.

Si el movimiento obrero organizado ha sido aplastado y las condiciones de reproducción del capital en el interior del país han cambiado en un sentido fundamentalmente favorable para la gran burguesía, el interés político de ese sector dominante del gran capital lleva a proyectar ese cambio favorable a nivel mundial. La política del fascismo se traslada a la esfera financiera y a la aventura militar en el exterior. La política fascista acelera la concentración del capital, revelando el verdadero carácter de clase del fascismo, que no se corresponde con los intereses de la pequeña burguesía. De éste modo la dictadura fascista tiende por sí misma a reducir y destruir su propia base de masas y las bandas fascistas se acaban convirtiendo en apéndices de la policía.


Fuentes: "La lucha contra el fascismo" -Trostki -Buenos Aires 1971.