Mostrando entradas con la etiqueta Redes sociales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Redes sociales. Mostrar todas las entradas

miércoles, 10 de diciembre de 2014

EL MARKETING DIGITAL QUIERE TUS DATOS

Dos años después de su última edición, el  Foro Internacional de Contenidos Digitales (FICOD), celebrado la semana pasada en Madrid, ha refrendado la tendencia del sector: la clave es la economía digital y sus ingredientes principales, nuestros datos. Ese es el petróleo, el nuevo maná que buscan casi todos los expositores que se han dado cita en la Feria a la que han acudido más de 4.000 visitantes. Además de los famosos wearables –aparatos tecnológicos para la ropa y el cuerpo- el hype son los social media: las empresas que gestionan las cifras que dictaminan cómo nos comportamos.



“Sí, este año abundan las empresas de marketing digital. Esto es porque todo el mundo busca clientes, y lo que quieren es conseguir una mayor personalización de sus usuarios para maximizar sus ventas”, reconoce a este diario Santiago Muñoz, ejecutivo de ventas de la empresa española Pragsis, encargada de gestión de big data, y que tiene entre sus clientes a empresas como ONO. En el mismo sentido se expresa Manuel Gómez, de 44Screens Spain, una empresa que desarrollaproductos de realidad aumentada: “Además, ahora están entrando en marketing digital sectores que antes no estaban como sanidad, farmacia o cultura. Se ha abierto el marco de los contenidos digitales”.

Durante la feria se han podido conocer diferentes herramientas que ya se utilizan para el análisis de datos. “Y es verdad que algunas asustan”, como reconoce Daniel Rubio, manager de Hydra Social Media.  Entre ellas, por ejemplo, la clickstream, que capta el recorrido que haces en una web a través de los clicks, y que ha sido utilizada por ONO para saber qué buscan exactamente sus usuarios. “Esto maximiza mucho los ratios de conversión”, señala Santiago Muñoz. También existen los motores de recomendación mediante los cuales las webs aprenden lo que hace el usuario y puede servir para que, por ejemplo, un periódico online sepa si el lector entra siempre en las noticias nacionales y sean estas las que se le ofrezcan nada más abrir la página.

La venta cruzada se utiliza para recomendar al usuario compras que hicieron usuarios anteriores. Se suele usar en tiendas online de ropa ya que le puede indicar a un cliente que un determinado vestido otro cliente lo ha combinado con unos determinados zapatos. Es una forma de maximizar ventas y fidelizar al comprador.

No se pueden obviar tampoco los canales de comunicación. Entre ellos el llamado real marketing monitoring que dicta en tiempo real las reacciones de los consumidores a una campaña online o el instore analytics, que monitoriza el comportamiento del cliente en tiempo real.

Precisamente, una de las presencias más interesantes en este Foro fue la de Urs Cete, director ejecutivo del área de inversión en digital media del Grupo Bertelsmann. Este grupo mediático ha invertido recientemente en varios proyectos de análisis de datos como la catalana  Whisbi, que está cambiando los usos de la atención al cliente y Traity, una red que tiene más de 4,5 millones de usuarios y que ayuda a valorar la reputación de otros usuarios teniendo como base la confianza. Otros son la también catalana Marfeel, que optimiza la lectura y la conversión de anuncios, y Nonabox, que comercializa productos para bebés. Y este es, para él, el futuro de la economía digital.

“Desde luego todo esto es un moda, pero que viene para quedarse y ahora mismo es una oportunidad de negocio bastante grande. Es evidente que los datos en sí mismo no valen nada, pero, como hace Jeff Bezos [dueño de Amazon], es mejor guardarlos, por si acaso sí se convierten en una nueva moneda”, añade Muñoz.

La privacidad: "Tú eliges hasta dónde"

No obstante, como siempre que se habla de datos del usuario, también se habla de privacidad. ¿Hasta qué punto una empresa puede controlarnos tanto? “Es verdad que ahora se está apostando mucho por esto, y hay que tener cuidado porque entras en juego con la privacidad. Es una línea fina”, admite Muñoz. Para otros, el verdadero asunto es cómo el usuario utiliza las herramientas tecnológicas, desde las redes sociales hasta cada vez que entra en una página web.

A ti te conocen hasta donde tú quieres. Yo creo que cada uno es responsable”, sostiene Daniel Rubio, de Hydra, empresa que ha trabajado en la estrategia digital de Starbucks y del Instituto de Empresa (IE). Eso sí, reconoce que empieza a haber herramientas que pueden resultar bastante sorprendentes, “pero también se han mostrado cosas muy interesantes y útiles”.

De hecho, en esta feria también ha habido cabida para otros temas como el periodismo online, seminario en el que participaron Ignacio Escolar, director de eldiario.es; Borja Bergareche, director de innovación editorial del grupo Vocento; Montserrat Domínguez, directora editorial de El Huffington Post y Gastón Roitberg, editor de La Nación.

Curiosamente, en este debate también cobraron mucha importancia los datos. Domínguez manifestó que en las redacciones es necesario que haya analistas de datos para poder distribuir mejor los contenidos. Y ninguno se olvidó de las redes sociales, el nuevo “régimen parlamentario”, según Escolar, y por donde están entrando los lectores en la actualidad. Como reconoció Bergareche, hasta un 20% de su audiencia entra por Facebook.

La televisión del futuro con más implicaciones en la red, herramientas tecnológicas para los trabajos, realidad virtual o nuevas iniciativas en el sector editorial fueron también otros asuntos que se abordaron en este FICOD al que, no obstante, quizá le faltó un punto de internacionalización para ver qué se cuece fuera de nuestras fronteras. Lo que quedó claro es la tendencia de las empresas: todos quieren tus datos.

domingo, 7 de diciembre de 2014

COMO GANARSE LA VIDA SIENDO 'INFLUENCER'

Tienen miles de seguidores en las redes sociales, que vigilan su actividad en la red con fidelidad y casi devoción. Con la única ayuda de un smartphone, una tablet o un ordenador, son capaces de marcar tendencia e incluso de crear estados de opinión. Y, a veces, hasta cobran por ello. Son los influencers, una nueva clase de gurús digitales, hijos de las redes sociales y cuya actividad online se ha convertido ya en un medio de vida para algunos de ellos.

Pero ¿qué es exactamente un influencer? La traducción literal del inglés nos remite al 'influyente', a alguien con capacidad para influir en los demás. Trasladado al ámbito digital, podríamos hablar de personas que gozan de un gran predicamento y credibilidad en las redes sociales, unas cualidades que son muy apreciadas por las marcas. Un reciente estudio de Nielsen revelaba que el 92% de los consumidores confían plenamente de las recomendaciones de sus conocidos, y un 70% en las opiniones de otros usuarios de Internet. El bloguero Kiko Rangel clasifica a estos influyentes digitales en cinco tipos: falso influencer, 'autombombo', generador de opinión, amplificador y distribuidor...






Fórmulas mágicas para triunfar


Con 180.000 millones de blogs funcionando en el mundo y 220 millones de usuarios activos mensuales en Twitter, que generan 500 millones de mensajes cortos al día, ¿cuál es el secreto para convertirse en un líder de opinión en esta vasta red? Pedro Clavería (@peclaveria) ostenta el título oficioso de influencer español número 1 en Twitter en 2013. Con casi 120.000 seguidores, este madrileño de 26 años cree que las claves para triunfar en redes sociales están "en la generación de contenidos afines a tu público y en una cuidada planificación de todo trabajo". Hace tres años, desarrolló un algoritmo de amplificación de contenido para Twitter que le ayudó a conseguir mayor exposición de su actividad en esta red. Sin embargo, advierte, aunque parece existir una obsesión generalizada por conseguir cuanto mayor número de seguidores mejor, "muchas veces se olvida el factor más importante: el engagement o interacción que estableces con tu comunidad". Por su parte, Oscar Fuente, director general de la escuela de negocios especializada en innovación y emprendimiento IEBS, ofrece una receta del buen influencer compuesta por cuatro ingredientes principales: elegir un buen nicho, crear contenido de valor, difundirlo y hacerlo visible. Una receta que siempre conviene aderezar, añade, con "un poco de SEO para posicionar bien tu contenido".

Cómo monetizar la actividad en la red sigue siendo el quid de la cuestión para muchos de estos gurús digitales. Un territorio en el que el los blogueros de moda parecen haber tomado claramente la delantera. Egobloggers estrella como Gala González (@GalaGonzalez) o Pelayo Díaz 'Príncipe Pelayo' (@principepelayo) reciben tratamiento de celibrities, cobran altos cachés por participar en eventos promocionales y un simpe tuit suyo puede costar 450 euros a la marca que desee promocionarse en sus redes.

En otros campos menos glamurosos también las marcas están cada vez más interesadas en la capacidad prescriptora que los influencers tienen entre sus comunidades. El intercambio puro de experiencia/producto por contenido a través de viajes o eventos es una de las formas habituales de retribuir la actividad en redes sociales, además de una de las favoritas para las marcas, ya que no representa grandes costes. Otras son el pay per content, en la que el anunciante paga un fee a cambio de un número concreto de tuits o entradas en blogs, el marketing de afiliación, la venta de infoproductos o los webminards de pago. "Cada vez son más los blogueros e influencers que ganan dinero por compartir contenido en las redes", asegura Pedro Clavería, que en 2011 ganó junto a Marcos Merino (@marcsmerino) el concurso Vuelta al Mundo Shandy Cruzcampo. El proyecto les llevó a viajar por el planeta durante seis meses, realizando todo tipo de pruebas que proponían los usuarios de redes sociales que seguían su aventura a través de Facebook, Twitter y Youtube.

El éxito en Youtube e Instagram


Uno de los grandes secretos del uso de las redes sociales es su integración y viralidad, por lo que casi todos los influencer trabajan simultáneamente en varias de ellas. Aun así, cada uno suele tener su ámbito de especialización. El de JPelirrojo (@JPelirrojo) son los videos, y Youtube la red en la que se desenvuelve. De hecho, Youtube fue uno de los canales  pioneros en lanzar al estrellato a sus usuarios más aventajados. Algunos de los videos de JPelirrojo sobrepasan el millón de reproducciones y su canal en esta red recibe unas 300.000 visitas de media al mes, lo que le convierte en uno de los principales youtubers españoles. Sus videos incluyen sketches humorísticos, canciones o curiosidades de su día a día hasta completar una parrilla televisiva a pequeña escala con once videos producidos y subidos semanalmente. "Supe que podría vivir de mis videos cuando vi que otros lo hacían en Estados Unidos", comenta. Sus primeros ingresos en la red llegaron cuando ganó en 2011 el concurso YouTube Next Up, dotado con 20.000 euros. "Más tarde, entré en AdSense ­­–gestor de publicidad online de Google­­– y descubrí que con videos patrocinados por marcas podía tener un sueldo razonable", explica.

Instagram es una de las últimas incorporaciones a las redes sociales, pero su éxito, apoyado en el poder de la imagen, ha sido fulgurante en todo el mundo. "Eso de compartir tus momentos diarios a través de la fotografía me sedujo inmediatamente", explica Luis Rodríguez (@luisonrh), uno de los instagramers españoles de mayor proyección con 113.000 seguidores en su perfil. Este arquitecto de profesión se autodefine como "iPhonografo", ya que sólo hace fotografías con este dispositivo. El uso del iPhone, razona, tiene la ventaja añadida de que el Apple Store ofrece una grandísima variedad de aplicaciones de edición, "de manera que todo el proceso de foto, captura y edición, ocurre en el mismo aparato". Rodríguez admite que todavía no ha llegado al punto de poder vivir de su actividad en la red, aunque ya ha realizado varias exposiciones de sus fotos y también ha tomado parte en acciones promocionales para marcas como Mahou o Alhambra. El verano pasado participó junto a otros instagramers españoles en una campaña de promoción del Camino de Santiago a su paso por El Bierzo (#CaminodeInstagramers). La iniciativa pretendía, según sus organizadores, "fusionar deporte, cultura y tradición con la modernidad de una aplicación social en crecimiento como es Instagram".

Desde IEBS señalan que edición de video y fotografía, creación de infografías, redacción, segmentación de audiencias, SEO, optimización técnica de blogs y técnicas de marketing directo y relacional son sólo algunas de las materias que todo influencer debería manejar con cierta soltura. Aunque, más allá de esos conocimientos técnicos, recuerda Oscar Fuente, los aspirantes a influir en Internet también han de saber desenvolverse en el terreno de la estrategia. "Es necesario definir un estilo, un tono y una comunidad que hay que construir y trabajar. Y todo este proceso requiere de competencias y habilidades que se pueden aprender", afirma.

Autor: Ramón Oliver

sábado, 15 de noviembre de 2014

"TENGO DOS CARRERAS, UN MÁSTER Y LIMPIO VÁTERES EN LONDRES.."

Cuando Benjamín Serra dijo en Twitter que con dos carreras y un máster estaba limpiando váteres en Londres, vivió en primera persona la experiencia de convertirse en famoso del momento en internet y en medios de comunicación. Ha pasado un año y de este tuit ha salido un libro: 



De ser trending topic en redes sociales pasó a ocupar titulares en medio mundo (su historia llegó a la prensa latinoaméricana, europea y de EEUU), mientras recibía felicitaciones de unos y críticas feroces de otros por su forma de denunciar la situación de los jóvenes españoles expatriados por la crisis. De vez en cuando todavía le llega alguna pullita: "Hace un par de meses alguien puso una mención en Twitter diciendo. '¿Os acordáis de Benja Serra? Pues espero que siga limpiando mierda' , cuenta a Verne este valenciano de 26 años al otro lado del teléfono. 

Lo cierto es que su situación ha mejorado desde aquel 27 de septiembre de 2013. Ya trabaja de lo suyo y dice haber aprendido tanto de su experiencia como "emigrante" como de la vivida en internet.

Tres semanas después de la polémica, este licenciado en Periodismo y Publicidad (el máster es en Community Management) recibió una oferta de una editorial. El libro lleva por título una frase muy en línea con aquel tuit: Sobradamente preparado para limpiar váteres en Londres. “Me van a caer críticas por todos los lados, ya me pasó con el tuit, pero el subtítulo aclara un poco más la historia. Quería contar el proceso que se vive [al emigrar], no de forma cruda, pero sí realista. Una experiencia positiva en la que tienes tus altibajos”, dice.

Es un anecdotario de sus vivencias en Londres, pero también de las de otros españoles emigrados en busca de trabajo. Cuenta, por ejemplo, que para esa misión uno de los lugares de peregrinaje es “el refugio del 120 de Regent Street”, el centro de selección de personal de Inditex, donde él no tuvo suerte. O que cuando estás solicitando trabajo no deberías enviar un currículum con foto: allí no es el formato correcto porque se podría considerar que estás dando a entender que tu aspecto puede influir.

A lo que él llama el “boom viral” le dedica uno de los últimos capítulos “para justificar que soy yo y no otro quien escribe el libro, porque mi historia es una más”. No se arrepiente de lo que escribió en redes sociales y cree que el tono, aunque pudo resultar demasiado “brusco”, fue lo que hizo que se viralizara. “Estoy de camarero pero también limpio mierda. Quizás es la crudeza de las palabras lo que hizo que a muchos les llamara la atención. Y la crudeza de decir que aquí estoy, soy un inmigrante y no estoy trabajando lo que quiero”, opina.

Serra se acostó un viernes, tras hablar con su familia por Skype para desahogarse  y publicar el texto, en su cuenta de Facebook (privada) y un pantallazo del texto en Twitter, donde sí tiene cuenta pública. Dice que simplemente quería compartirlo con sus amigos y sus entonces 300 seguidores (ahora cerca de 4.000). Pero nunca sabes hasta dónde te pueden llevar unos cuantos retuits. Al principio incluso intentó contestar uno a uno las menciones que recibía.

El texto fue fruto de “un mal día” y de “la frustración” de estar en esa situación tras esforzarse en sus estudios y sus prácticas. La rabia de haber crecido con la idea de “si eres buen estudiante, sacas buenas notas, si haces prácticas… tendrás un trabajo”. En España, el paro de los titulados triplica la media de la OCDE y el 25% de los jóvenes de entre 15 y 19 años ni estudia ni trabaja. 



Hubo comentarios que le dolieron más que otros, “ataques que no venían a cuento”, del tipo “no serás tan bueno si no estás trabajando”, “con esas dos carreras que esperabas”,  “no me extraña que esté amargado si se está quedando calvo”, “seguro que no tienes nivel de inglés”...  “Me dolía por mi familia. A mí si se metían conmigo qué iba a hacer, si al final casi que el culpable era yo. Pero tras una historia hay una persona”, dice. También lo de quejica y llorón: “Si ves un partido de fútbol te puedes quejar en las redes, o si sube el kilo de tomates. Pues yo de que no tenía un trabajo de lo que había estudiado”.

Ahora trabaja en una agencia de publicidad, en planificación de medios, y desarrolla su trabajo en inglés, además de colaborar con otra, como community manager, llevando cuentas en español. Pasó algunos meses sin tuitear nada personal y aprendió que, en las redes, es mejor ignorar los ataques personales y que aclarar algo es casi imposible. Tras el huracán en redes quiso publicar unas matizaciones, pero como tantas veces en internet, el tuit en el que uno matiza o se explica no tiene, ni de lejos, tanta repercusión como el que se hace viral por polémico:


Dice Serra que cuando uno acaba de estudiar y busca trabajo y es joven no le gusta nada oír eso de “tú estás de nini”.  Tampoco le gusta ahora leer y escuchar lo de la “generación perdida”. “No lo estamos, sabemos lo que queremos (...) Yo no estoy dispuesto a que se salten a nuestra generación, porque por mucho que nos estemos yendo estamos haciendo cosas. Y cuando volvamos al menos en inglés estaremos más preparados que algunos políticos”.