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viernes, 7 de noviembre de 2014

PARO, ESTAFAS Y BURBUJAS TRAS EL MURO DE BERLIN

Cuando acabe el día de hoy 8.000 globos iluminarán Berlín. A lo largo de los 15 kilómetros más significativos de los 150 del muro que rodeó durante casi 30 años la capital de Alemania, estas esferas recordarán que hace 25 años tuvo lugar una conferencia de prensa que cambió el rumbo de la historia. Un 9 de noviembre de 1989, a eso de las siete de las tarde, Günter Schabowski, portavoz del Gobierno de la antigua República Democrática Alemana, llevaba ya una hora ante los periodistas explicando las nuevas medidas con las que pretendían conjurar el descontento ciudadano que impulsaba protestas por todo el país. «Señor Schabowski», le dijo uno de los plumillas presentes, «¿cree que el proyecto de ley sobre viajes que presentaron hace unos días fue un error?».

«Se pueden solicitar viajes privados al extranjero sin tener que explicar los motivos ni relaciones de parentesco», contestó tras buscar entre sus papeles y encontrar la nueva normativa, que, por algún motivo, había olvidado explicar, «los permisos serán concedidos en un corto plazo,[...] sin los prerrequisitos anteriormente existentes; las salidas permanentes pueden realizarse por todos los pasos de frontera entre la RDA a la RFA y en Berlín-Oeste».

-¿Cuándo entra en vigor?-apuntó un redactor del tabloide Bild.
-Ab sofort-ahora mismo, en alemán.

Hablaba de los ciudadanos del Este con pasaporte en regla, sobre un cuarto de la población, y en realidad la normativa iba a entrar en vigor al día siguiente, para evitar aglomeraciones en los puestos fronterizos. Pero el pueblo o no lo entendió o no quiso hacerlo y decenas de miles acudieron ab sofort a la frontera, dispuestos a pasar al otro lado, comenzando el derribo que los 8.000 globos conmemoran esta misma noche...





Esta Lichtgrenze, frontera lumínica, es obra del artista Christopher Bauder y el cineasta Marc Bauder. La instalación se completa con seis puntos donde se mostrará metraje histórico y cada 500 metros habrá un panel con un recuerdo, una historia personal, una reflexión… de gente que vivió cuando la ciudad estaba partida por la mitad. Incluso la compañía aérea Air Berlin ofrecerá el 8 de noviembre tres vuelos a baja altura para que algunos afortunados pueden contemplar esta instalación desde el aire. Al día siguiente, a las siete de la tarde, cumpliendo el aniversario de la rueda de prensa, miles de voluntarios pondrán un mensaje en los globos y cortarán sus ataduras, liberándolos al aire mientras suena la Novena Sinfonía de Beethoven.

Lógicamente, Berlín se ha volcado con esta efeméride. Los más variados tours turísticos; la visita de Gorbachov, que recientemente aseguró que quiso derribar el Muro dos años antes aunque las memorias del canciller Kohl digan otro cosa; se abren al público varias exposiciones; habrá una feria en la Puerta de Brandenburgo; la Filarmónica de Berlín hará un concierto especial, así como la European Union Youth Orchestra tocará en Mauerpark, la East Side Gallery y el Checkpoint Charlie; el artista Thierry Noir volverá a pintar trozos de muro original….Y ya fuera de lo institucional y turístico, clubs de la famosa escena techno de la ciudad organizan fiestas conmemorativas.

Pero, aunque ahora lo vendan todo como la más positiva de las experiencias, no todo fueron vino y rosas tras la caída del Muro...

Estafas, burbujas inmobiliarias y paro


Uno de las primeros asuntos extraños que trajo la caída del Muro fue la venta de sus restos. La demolición total de esta construcción defensiva compuesta por dos hileras de cemento y hormigón, la franja llamada Zona de la Muerte, sensores, vallas… se oficializó en junio de 1990, cuando la RDA anunció que «toda formación defensiva debía ser demolida». Pero desde el principio llegaban peticiones al Gobierno para comprar pedazos del muro.

Tantas fueron que Alemania del Este decidió, en diciembre de 1989, encargar a dos empresas lidiar con el asunto. Una, de corte estatal y de la RDA, se ocuparía de las peticiones de Gobiernos y museos. Otra, del oeste y llamada Lele Berlin Wall, de las demandas de personas y empresas privadas. Todo el dinero que ambas ganaran debía ser manejado por el Gobierno de la RDA e ir a causas sociales. Mientras que la primera cumplió con lo estipulado, Lele Berlin Wall dedicó una parte a enriquecer a sus gestores, Judith LaCroix y Christian Herms.

Con sus 350 pedazos de Muro, muchos de ellos pintados por artistas famosos, desarrollaron su propio y lucrativo negocio, cuya cúspide fue una subasta en el paraíso fiscal llamado Mónaco. Por 80 placas de cemento y hormigón decoradas por gente como Thierry Noir, sacaron cerca de millón y medio de marcos alemanes, que nunca aparecieron y fueron a parar, se supone, a sus bolsillos. Tras estos episodios oscuros, la empresa fue cerrada por los tribunales al vender piezas pintadas por artistas sin su permiso expreso, sin que la mayor parte del dinero llegará a aparecer.

Otra de las malas consecuencias de la Caída fue la burbuja inmobiliaria que se desató en Alemania del Este. Berlín fue, durante 30 años, una más que probable casilla de inicio para una tercera Guerra Mundial, por lo que los precios de viviendas en la parte oeste no eran muy altos y en la zona este la propiedad era del Estado. Tras la caída, mientras el planeta miraba el desmembramiento de la Unión Soviética, las Alemanias se unían impulsadas por un Kohl que quería ser recordado como el Canciller de la Reunificación.

Entre un conjunto de leyes para ayudar en este proceso, se promovió en junio de 1991 una llamada Fördergebietsgesetz, cuyo objetivo era reanimar la economía del Este. Esta normativa incluía subvenciones del Estado y generosos incentivos fiscales para la inversión inmobiliaria. Acaudalados ciudadanos del oeste comenzaron a invertir en ladrillo, atraídos por la ventajosa fiscalidad y la especulación, llegando los precios a subir un 70% entre 1990 a 1998. Cuando los incentivos fiscales finalizaron, se dieron cuenta que habían sobrepasado la demanda y, mientras el resto de Europa se metía en su burbuja, Alemania pinchaba la suya.

Mientras se hinchaba esta fenómeno económico, los ciudadanos del Alemania del Este conocían una condición que no habían sufrido en 30 años: el desempleo. Tras la Reunifición, toda la economía del este desapareció en medio año, con desastrosas consecuencias para la gente. Gran parte de la culpa la tuvo un consorcio empresarial llamado Treuhandanstalt. Su misión, encargada por el último Gobierno de la RDA, era que todo el parque empresarial estatal del país siguiera trabajando para el pueblo alemán. En total gestionaba 14.000 empresas y consorcios industriales, valorados por la RDA en 1.400.000 millones de marcos. Tras la victoria de los satélites de Kohl en las primeras elecciones libres en el este, pusieron de presidente a Detlev Rohwedder. Este, posteriormente asesinado por la Fracción del Ejército Rojo, bajó la tasación a 650.000 millones de marcos e hizo de la Treuhandanstal una gran agencia privatizadora.

En cuatro años, se cerraron 4.000 empresas, se malvendieron miles y otras tantas se devolvieron a sus dueños. Al final, 8.000 compañías pasaron a manos de empresarios del oeste, que en la mayoría de los casos las cerraron o convirtieron en filiales. Ayudó a esto la paridad de la débil moneda del este con el fuerte marco del oeste, decretada por Kohl frente a la recomendación contraria del entonces presidente del Bundesbank y su equivalente comunista. Para 1994, cuando se disolvió el consorcio gestor, más de 3 millones de alemanes del este estaban en el paro, un 33% de la población de entonces. Aún hoy, la tasa de desempleo es el doble y los subsidios son mucho más demandados en Brandeburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia, los antiguos territorios de Alemania del Este.

Justo en este último aniversario se está realizando quizá la mayor conmemoración del fin de la Alemania dividida. Este fin de semana, por primera vez desde la caída del muro, los postcomunistas serán líderes de un Gobierno estatal. Tratados como parias en el parlamento federal, Die Linke es la cabeza de una coalición rojo-rojo-verde, con los socialistas del SPD y los ecologistas de Die Grüne. Este tipo de acuerdo es la esperanza de los que quieren ver a Angela Merkel fuera de la cancillería en 2017. Sigman Gabriel, cabeza nacional de los socialistas, dice que eso no pasará. Los democristianos de Merkel creen que Turingia es un campo de pruebas. Mientras, la canciller de teflón se reunirá con Gorbachov el próximo 10 de noviembre, cuando los 8.000 globos y sus mensajes, ya hayan partido entre los acordes de la Novena Sinfonía.

domingo, 17 de agosto de 2014

¡ QUÉ VUELVA EL MURO DE BERLIN !

Durante años, los medios de comunicación capitalistas han difamado libremente sobre la ya extinta República Democrática Alemana y principalmente sobre el Muro de Protección Antifascista, popularmente conocido como "el muro de Berlín". 



Desde la separación de Alemania, el oeste abiertamente declaró la intencionalidad de anexión de la parte este, practicando constantemente actos de sabotaje, propaganda, engaño y espionaje, así mismo, tensaron la cuerda de la guerra constantemente agitando el polvorín que en ese momento era Berlín. Tal es así que quien en su momento fue alcalde de la parte oeste de Berlín, Willi Brandt, declaró que el Berlín oeste era "una espina en el costado de la República Democrática Alemana" y por ende del campo socialista en su conjunto. De esta manera, vemos las intentenciones desleales y traicioneras que mantuvieron los dirigentes de la República Federal Alemana en la cuestión alemana...


En cualquier caso, antes de analizar más acerca del muro en sí, es conveniente hacer un pequeño esbozo de la coyuntura histórica que acabo con la creación de este muro, el proceso que condujo a ello.

En 1945, habiendo sido derrotado el nazi-fascismo en Berlín por el Ejército Rojo a la par que las potencias capitalistas aliadas avanzaban presionados por el avance soviético en Europa, Alemania queda dividida en cuatro sectores: el soviético, el francés, el británico y el norteamericano, lo mismo ocurriría en concreto con la ciudad de Berlín, que se encontraba en medio de la zona soviética.

Por un lado se encontraba la Unión Soviética, la cual instaba a un gobierno de concentración nacional dotado de un carácter antifascista y fuera de influencias extranjeras. Por otro lado los países imperialistas que solo querían de Alemania un tapón contra el avance del comunismo, manteniendo, una vez más, su ya habitual postura antipopular y antidemocrática con tal de defender sus intereses. Es pues nuevamente una pugna entre las potencias lideradas por EE.UU y la URSS, así como el pistoletazo de salida de la llamada "Guerra Fría". Finalmente, el 23 de mayo de 1949 de manera unilateral las potencias capitalistas aliadas, al haber unido sus respectivos sectores de influencia del oeste, crean la denominada República Federal Alemana (RFA). Se convierte así mismo una frontera entre sectores en una frontera entre dos Estados. Es entonces cuando el 7 de octubre de 1949 la parte este responde constituyendo otro Estado: la República Democrática Alemana (RDA).

Además de la separación artificial de Alemania por una frontera estatal, la RFA se integra en la OTAN, así, EE.UU y la RFA crearon una frontera no solo entre estados, sino también entre dos bloques militares, ya que la RDA más tarde ingreso en la alianza militar del bloque socialista: el Pacto de Varsovia. Luego, ¿quién levantó realmente el muro?

Más allá de los hechos anteriormente citados, las autoridades del oeste, una y otra vez, azuzaron a saboteadores, bandas fascistas, revanchistas y espías para que constantemente hicieran trabajo de zapa en la joven RDA. Es bastante paradigmático el hecho de que solo en Berlín oeste se encontraban alrededor de 90 organizaciones de espionaje. A todo ello podemos sumarle el hecho de que la RFA no reconocía a la RDA como Estado soberano y sistemáticamente efectuó provocaciones, violaciones intencionadas de las fronteras, etc. Era pues Berlín un polvorín al que EE.UU y la RFA no paraban de echar cerillas encendidas.

Estando así las cosas, y siendo la RDA y principalmente el este de la ciudad de Berlín objeto de constantes ataques y provocaciones la madrugada del 13 de agosto de 1961 los obreros berlineses comenzaron la construcción del muro que habría de frenar el avance de las bandas neohitlerianas y las aspiraciones belicistas de la OTAN hacia el este de Europa. El muro fue un portazo en la cara a los EE.UU semejante al de Corea, Vietnam o Cuba y por eso mismo lo aborreció y calumnio de esa manera la prensa capitalista durante los últimos años. ¿Realmente podemos acusar de algo a un granjero que cerca su terreno? O ¿A una persona que cierra la puerta de su casa con llave para que no le roben?

La República Democrática Alemana, una y otra vez, dio pie a su vecino para mejorar las relaciones interalemanas e incluso para la reunificación y la retirada bilateral de todos los pactos militares internacionales y la retirada del armamento nuclear de los dos lados. Estas propuestas fueron tumbadas una y otra vez desde la Casa Blanca y Bonn (Capital de la RFA). De hecho, la RDA abrió oficinas en la parte oeste del metro de Berlín, allí expedía visados para entrar a la República, sin embargo, estas oficinas fueron cerradas por las autoridades del oeste ¿Quién no deseaba realmente la reunificación? ¿Con qué legitimidad acusa el gobierno de Bonn a la RDA de romper lazos humanos?

La RDA era un país relativamente pequeño, tranquilo, pero muy vivo. Este país con sus alrededor de 20 millones de habitantes llegó a ser el décimo país más industrializado del mundo. El nivel de vida en la RDA era bastante alto, no existía el desempleo, ya que al estar toda la economía en manos de la clase obrera se organizaba y planificaba con tal de producir según las necesidades de la población y las necesidades del mismo avance económico. La RDA fue una de las demostraciones prácticas de la superioridad de la economía planificada sobre el modo de producción del capitalismo. Además del bienestar de los trabajadores en general, es de mencionar que se hicieron grandísimos avances en lo que a los derechos reproductivos, sexuales y demás respecta, por ejemplo, mientras que en la RFA la homosexualidad fue ilegal hasta los años 90, en la RDA la población gozaba de libertad sexual. La juventud tuvo siempre un papel capital. Muchos jóvenes fueron representantes electos y parte de muchas estructuras políticas, económicas, sociales,.. Además, aparte de la presencia que tenían los jóvenes en la vida política, es reseñable el gran desarrollo que tuvo la música popular moderna. Mediante festivales de música como el "Ostrock" la juventud disfrutaba de un tiempo libre festivo a su medida, a su gusto. Por otro lado la cuestión de la mujer trabajadora también tuvo un gran adelanto, las mujeres estaban presentes en los trabajos "masculinos" por igual, prácticamente su totalidad trabajaba, era pues una igualdad real. La educación, sanidad, vivienda, trabajo, ocio, transporte, energía, agua, cultura, deportes, vestimenta, y un largo etcétera eran también derechos fundamentales que todas las personas tenían en la práctica.

La República Democrática Alemana fue el primer Estado alemán antifascista. Fue el primer Estado alemán Socialista. Un país que cometió errores, pero los cometió honestamente. Muchas de las personas, antiguas ciudadanas de la RDA con las que podáis hablar, seguro que os cuentan con nostalgia su época de pionero, su trabajo asegurado, el ocio, el deporte, la hermandad y la paz que se vivían en ese país... El muro de contención antifascista fue erigido para proteger a esa sociedad de aquellos que hoy nos expulsan de nuestras casas y puestos de trabajo. De aquellos que hacen la guerra en países lejanos y masacran a la población civil para conseguir los recursos que necesitan. ¿Quién construyó, pues, realmente el muro?

TintaRoja - Jakes Iñarra