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miércoles, 17 de diciembre de 2014

AYER FUERON LOS ANARQUISTAS : MAÑANA PUEDE SER USTED

Ayer nos despertábamos con la noticia de una nueva operación antiterrorista. Los Mossos d´Esquadra detenían a más de 10 personas en Cataluña y en Madrid otra persona corría la misma suerte a manos de la Guardia Civil. En el dispositivo, los diferentes cuerpos de seguridad del Estado han entrado en catorce inmuebles entre viviendas, centros sociales y ateneos -incluyendo el domicilio de dos jubilados en Barcelona, que los propios Mossos calificaron como “error involuntario”.

A las personas detenidas se les atribuyen “delitos de pertenencia a una organización criminal”, aunque no nos dicen a cuál, y añaden “con finalidad terrorista de carácter anarquista” por si nos quedaban dudas de lo malvadas que son. En los registros policiales, que se realizaron destrozando mobiliario urbano, se incautó peligroso material anarquista como ordenadores, teléfonos móviles y libretas… ¡Quién sabe lo que tendrían pensado hacer con esas libretas!



Alguien con un poco de mala fe podría pensar que toda esta operación sólo persigue la creación de una amenaza artificial, en este caso los anarquistas. O que pretende criminalizar los espacios autogestionados, okupados o no, que se convierten en lugares de encuentro, debate político y creación cultural en nuestras ciudades. O incluso que el objetivo era el de ocultar que el ya ex-molt honorable Pujol y su Clan han sido llamados a declarar en calidad de imputados.

Pero nada más lejos de la realidad. Sin duda, se trata de una actuación ante un problema que atemoriza a la población, como bien demuestra la primera posición que ocupa el “terrorismo anarquista” en el último barómetro del CIS. Además, esta operación se lleva a cabo siguiendo la senda de la Ley Mordaza, cuya reciente aprobación ha suscitado un enfervorecido apoyo en las redes, en las calles y en el mismo Parlamento. Este tipo de actuaciones, junto a declaraciones que aseguran que “la crisis ya es historia”, reflejan la sintonía de este Gobierno con las preocupaciones y las demandas ciudadanas.

Nada indica que el Gobierno tenga la intención de desviar la atención sobre los múltiples casos de corrupción que le rodean o de reducir a una cuestión de orden público la oposición a sus planes de austeridad y recortes. Día tras día, miembros del Ejecutivo nos muestran su sensibilidad ante los sufrimientos de la población, y el nombramiento como portavoz de Rafael Hernando, hombre tranquilo, amante de la pluralidad y respetuoso, así lo confirma.

Así que tenga cuidado. Si considera que la corrupción, los desahucios, el paro juvenil, la precariedad generalizada o la creciente pobreza son asuntos que requieren de todos los esfuerzos de las administraciones para atajarlos, míreselo bien, puede que usted también sea un peligroso anarquista.

Sí, sí, usted. No se extrañe. Ayer fueron los temibles anarquistas pero antes fueron los perroflautas de las plazas, los terroristas de la PAH, los adolescentes que reclamaban calefacción en sus institutos, la cúpula de Anonymous o la de Contrapoder, quienes defendieron un transporte público accesible y de calidad, quienes ejercían su derecho a la huelga o las mujeres que se negaban a no decidir sobre su cuerpo y su sexualidad. Y mañana puede ser cualquiera.

Bueno, cualquiera no. Si usted tiene cuentas en Suiza o Andorra, se ha beneficiado de algún pelotazo inmobiliario o concesión pública o forma parte de ese poder político que no se presenta a las elecciones, es poco probable que entren a las 6 de la madrugada en su casa acusándole de nada. Pero si no es de esa minoría, no lo olvide, cualquier día puede ser el enemigo.

Autor: Pablo Padilla es miembro de Juventud SIN Futuro y de la Oficina Precaria.

sábado, 15 de noviembre de 2014

"TENGO DOS CARRERAS, UN MÁSTER Y LIMPIO VÁTERES EN LONDRES.."

Cuando Benjamín Serra dijo en Twitter que con dos carreras y un máster estaba limpiando váteres en Londres, vivió en primera persona la experiencia de convertirse en famoso del momento en internet y en medios de comunicación. Ha pasado un año y de este tuit ha salido un libro: 



De ser trending topic en redes sociales pasó a ocupar titulares en medio mundo (su historia llegó a la prensa latinoaméricana, europea y de EEUU), mientras recibía felicitaciones de unos y críticas feroces de otros por su forma de denunciar la situación de los jóvenes españoles expatriados por la crisis. De vez en cuando todavía le llega alguna pullita: "Hace un par de meses alguien puso una mención en Twitter diciendo. '¿Os acordáis de Benja Serra? Pues espero que siga limpiando mierda' , cuenta a Verne este valenciano de 26 años al otro lado del teléfono. 

Lo cierto es que su situación ha mejorado desde aquel 27 de septiembre de 2013. Ya trabaja de lo suyo y dice haber aprendido tanto de su experiencia como "emigrante" como de la vivida en internet.

Tres semanas después de la polémica, este licenciado en Periodismo y Publicidad (el máster es en Community Management) recibió una oferta de una editorial. El libro lleva por título una frase muy en línea con aquel tuit: Sobradamente preparado para limpiar váteres en Londres. “Me van a caer críticas por todos los lados, ya me pasó con el tuit, pero el subtítulo aclara un poco más la historia. Quería contar el proceso que se vive [al emigrar], no de forma cruda, pero sí realista. Una experiencia positiva en la que tienes tus altibajos”, dice.

Es un anecdotario de sus vivencias en Londres, pero también de las de otros españoles emigrados en busca de trabajo. Cuenta, por ejemplo, que para esa misión uno de los lugares de peregrinaje es “el refugio del 120 de Regent Street”, el centro de selección de personal de Inditex, donde él no tuvo suerte. O que cuando estás solicitando trabajo no deberías enviar un currículum con foto: allí no es el formato correcto porque se podría considerar que estás dando a entender que tu aspecto puede influir.

A lo que él llama el “boom viral” le dedica uno de los últimos capítulos “para justificar que soy yo y no otro quien escribe el libro, porque mi historia es una más”. No se arrepiente de lo que escribió en redes sociales y cree que el tono, aunque pudo resultar demasiado “brusco”, fue lo que hizo que se viralizara. “Estoy de camarero pero también limpio mierda. Quizás es la crudeza de las palabras lo que hizo que a muchos les llamara la atención. Y la crudeza de decir que aquí estoy, soy un inmigrante y no estoy trabajando lo que quiero”, opina.

Serra se acostó un viernes, tras hablar con su familia por Skype para desahogarse  y publicar el texto, en su cuenta de Facebook (privada) y un pantallazo del texto en Twitter, donde sí tiene cuenta pública. Dice que simplemente quería compartirlo con sus amigos y sus entonces 300 seguidores (ahora cerca de 4.000). Pero nunca sabes hasta dónde te pueden llevar unos cuantos retuits. Al principio incluso intentó contestar uno a uno las menciones que recibía.

El texto fue fruto de “un mal día” y de “la frustración” de estar en esa situación tras esforzarse en sus estudios y sus prácticas. La rabia de haber crecido con la idea de “si eres buen estudiante, sacas buenas notas, si haces prácticas… tendrás un trabajo”. En España, el paro de los titulados triplica la media de la OCDE y el 25% de los jóvenes de entre 15 y 19 años ni estudia ni trabaja. 



Hubo comentarios que le dolieron más que otros, “ataques que no venían a cuento”, del tipo “no serás tan bueno si no estás trabajando”, “con esas dos carreras que esperabas”,  “no me extraña que esté amargado si se está quedando calvo”, “seguro que no tienes nivel de inglés”...  “Me dolía por mi familia. A mí si se metían conmigo qué iba a hacer, si al final casi que el culpable era yo. Pero tras una historia hay una persona”, dice. También lo de quejica y llorón: “Si ves un partido de fútbol te puedes quejar en las redes, o si sube el kilo de tomates. Pues yo de que no tenía un trabajo de lo que había estudiado”.

Ahora trabaja en una agencia de publicidad, en planificación de medios, y desarrolla su trabajo en inglés, además de colaborar con otra, como community manager, llevando cuentas en español. Pasó algunos meses sin tuitear nada personal y aprendió que, en las redes, es mejor ignorar los ataques personales y que aclarar algo es casi imposible. Tras el huracán en redes quiso publicar unas matizaciones, pero como tantas veces en internet, el tuit en el que uno matiza o se explica no tiene, ni de lejos, tanta repercusión como el que se hace viral por polémico:


Dice Serra que cuando uno acaba de estudiar y busca trabajo y es joven no le gusta nada oír eso de “tú estás de nini”.  Tampoco le gusta ahora leer y escuchar lo de la “generación perdida”. “No lo estamos, sabemos lo que queremos (...) Yo no estoy dispuesto a que se salten a nuestra generación, porque por mucho que nos estemos yendo estamos haciendo cosas. Y cuando volvamos al menos en inglés estaremos más preparados que algunos políticos”.