Mostrando entradas con la etiqueta Policía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Policía. Mostrar todas las entradas

jueves, 1 de enero de 2015

LOS FRAUDES ONLINE CON MÁS VÍCTIMAS

El último caso se trata de un potente virus que infecta a la agenda de tu teléfono a través de un mensaje en el que te invita a ver una supuesta foto tuya.

Con el lema 'Algunos quieren engañarte y no solo el día de los Inocentes, #nopiques', la Policía Nacional alerta de los fraudes, timos y bulos más frecuentes que circulan por Internet y con los que se intenta engañar a miles de personas...

Ilustrador: Iván Bravo



El uso de cebos variados para que el consumidor llame a un número de alta tarificación (que empieza por 80 o de 5 cifras) o envíe SMS premium (a números cortos) es una práctica muy frecuente: desde supuestos mensajes o grabaciones que sugieren que se le ha contactado por un préstamo aparentemente solicitado con anterioridad y al que debe responder con urgencia a hipotéticos premios en un sorteo -en el que obviamente, no se ha participado- de 1.000 euros o un moderno smartphone. También envían falsos mensajes personales desde números cortos, tratando de entablar una conversación (que el programa intentará alargar lo máximo posible para que el consumidor gaste todo lo posible) y otras triquiñuelas distribuidas de forma masiva a través de SMS. El último caso se trata de un potente virus que infecta a la agenda de tu teléfono a través de un mensaje en el que te invita a ver una supuesta foto tuya.

El whatsapp ha sido también un gancho constante para el intento de fraude y distribución de malware durante el año: desde la falseada capacidad de espiar números ajenos (no es posible... y sería un delito) a falsos programas para su supuesta instalación en ordenadores o tablets, aplicaciones fraudulentas con nombres rimbombantes (whatsapp oro) o la eliminación del doble check azul (antes de que la permitiera la propia aplicación oficial).

Las falsas ofertas de empleo en las que se requiere llamar a un teléfono de alta tarificación o pagar un trámite o curso previo es otro truco que sigue generando problemas a los más incautos. Este año, los agentes de la Policía desarticularon un fraude masivo con un número Premium, vinculado a un falso casting de Juego de Tronos en España.

Los agentes de la Unidad de Investigación Tecnológica también alertan de distintos números que se anuncian en buscadores como si fueran los oficiales de atención al ciudadano o cliente de grandes corporaciones, y que no son más que redirecciones para cobrar hasta 11 euros por minuto al usuario.

Los falsos chollos en anuncios online de particulares

Las ofertas fraudulentas en numerosas webs de compraventa entre particulares y venta de todo tipo de objetos, bien por ofrecer productos inexistentes, bien por ofrecerse para comprarlo desde el extranjero y que el supuesto banco del comprador requiera adelantar los gastos de transferencia (una variante más de las cartas nigerianas), son otras de las excusas empleadas por los ciberestafadores.

También son frecuentes los anuncios-estafa que alquilan propiedades inexistentes a precios fantásticos y piden el pago por adelantado (sin la posibilidad de ver el inmueble, con la disculpa de que el dueño está fuera de España) y de coches o motos en venta que están en el extranjero, vendidas a precios irrisorios pero que se deben pagar por adelantado y a través de medios de pago más dificiles de rastrear.

Por último, cada vez son más habituales los timos hechos con apps y webs de compraventa en las que se ofrecen supuestas gangas y a los que los autores le dan más credibilidad con técnicas de ingeniería social (creación de perfiles falsos para acreditar su supuesta reputación como buen vendedor, opiniones falseadas de supuestos internautas, etc.).

Además, continúa la difusión de malware y virus a través del llamado virus del porno, que bloquea el equipo del usuario para el pago de una supuesta multa... y ahora se ha adaptado para los móviles, con la apariencia de un mensaje de las fuerzas de seguridad.

El phishing llega al juego online

El phishing (técnica con la que se hacen pasar por una entidad para pedirte tus claves, ya sean bancarias; de tu tarjeta de crédito; del correo; de perfiles en redes sociales o de cualquier gran empresa) se ha extendido al juego online, entre otros focos de riesgo en ese ámbito: consiguen tus claves o hacen cargos fraudulentos en tu saldo.

Dentro del phishing, sigue el engaño que consiste en la petición de dinero haciéndose pasar por el propietario real de la cuenta alegando que está de viaje, ilocalizable y en apuros, así como otras tretas relacionadas con variantes de las cartas nigerianas.

Este año también ha proliferado en nuestro país una estafa telefónica: una llamada en inglés en la que se hacen pasar por personal de Microsoft, alegan un fallo en el sistema operativo del ordenador de la víctima y tratan de hacerse con el control de su equipo para, a continuación, cobrarle por el supuesto arreglo.

A pesar de haber desmantelado en una gran operación una red de estafadores en el que se timaba a empresarios y profesionales al presionarles para que invirtieran en supuesta publicidad para unas revistas que se hacían pasar por oficiales de la Policía Nacional y de la Guardia Civil (las únicas auténticas son las publicaciones Policía, Ciencia Policial y Guardia Civil), se sigue detectando este fraude por toda España.

Además, se está detectando el uso de páginas y apps patrocinadas en las redes sociales, para tener un mayor eco, con el gancho de supuestos sorteos o regalos, en los que se distribuye malware. El uso de bots con un link acortado y un mensaje atractivo que oculta virus o redirecciona es también frecuente en la web 2.0.

Los grupos de whatsApp, altavoces de bulos

Por último, los grupos de whatsApp están desbancando a las propias redes sociales como potentes altavoces de bulos irracionales, algunos, citando falsamente una fuente oficial; otros, nuevas versiones de bulos antiguos. Son numerosos los vinculados a la seguridad y a la salud, Este año fueron muy llamativos los relacionados con generar alarmismo infundado en relación al ébola. Desde el Grupo de Redes Sociales se recuerda la importancia de no creer ni difundir mensajes que no procedan directamente de fuentes oficiales y pedir al resto que no se le dé credibilidad alguna.

sábado, 7 de junio de 2014

LOS POLICÍAS NACIONALES TENDRÁN UN SEGURO QUE CUBRIRÁ SUS INDEMNIZACIONES Y FIANZAS

La Dirección General de la Policía Nacional ha accedido a introducir en el borrador de la nueva Ley de Personal del cuerpo una vieja reivindicación de los sindicatos. El anteproyecto de la norma encargada de regular los recursos humanos de la Policía recoge por primera vez la existencia de un seguro de responsabilidad civil que se hará cargo de todos los gastos en los que incurran los agentes como consecuencia de acciones judiciales derivadas de su actividad profesional.


Los agentes reclamaban desde hacía años una cobertura de este tipo. En la actualidad, tienen que adelantar las indemnizaciones, fianzas y costas procesales de los procedimientos en los que se ven inmersos por su trabajo con su propio sueldo. El Estado acaba luego reintegrándoles esas cantidades si están debidamente justificadas, pero las sumas son en ocasiones tan elevadas que generan serias dificultades económicas a los funcionarios afectados.

“El seguro era necesario porque los agentes no pueden seguir adelantando con su sueldo indemnizaciones o costas que son el resultado del normal desempeño de sus funciones. Alguien debía encargarse de esos pagos”, asegura José Antonio Calleja, presidente del Sindicato Profesional de Policía (SPP), uno de los sindicatos que ha peleado por introducir esta protección económica. “Era una petición antigua y por fin hemos conseguido que se tenga en cuenta. Ahora habrá que esperar a conocer los detalles de la cobertura. Dependerá del seguro que finalmente contrate la Dirección General de la Policía”, concluye Calleja.

El seguro quedará garantizado por el artículo 13.2 del Anteproyecto de la Ley Orgánica de Régimen de Personal de la Policía Nacional que está tramitando el Ministerio del Interior y que pretende presentar oficialmente a los sindicatos el próximo martes. En la última versión de la ley, a la que ha tenido acceso El Confidencial, ese artículo establece en concreto que la Dirección General “concertará un seguro de responsabilidad civil para cubrir las indemnizaciones, fianzas y demás cuantías derivadas de la exigencia de cualquier naturaleza a los Policías Nacionales, con motivo de las actuaciones llevadas a cabo por parte de los mismos en el desempeño de sus funciones o con ocasión de las mismas, en los términos que reglamentariamente se establezcan”.

Gastos por accidentes de tráfico

En la actualidad, por ejemplo, un policía que tenga un accidente de tráfico con el coche patrulla mientras está de servicio y que decida emprender una acción judicial contra un tercero debe pagar de su bolsillo todos los gastos que ocasione el procedimiento, incluidas las costas en el caso de que la Justicia le dé la razón al contrario. El nuevo seguro de responsabilidad civil se encargará de cubrir esas cantidades.

El seguro introducido en la Ley de Personal no cubrirá, en cambio, los gastos derivados de una actuación irregular de los agentes. Las multas administrativas por vía civil que se impongan a los policías por comportamientos inadecuados se consideran sanciones personales y deberán ser sufragadas directamente por los propios funcionarios.

Los sindicatos esperan que la cobertura entre en vigor cuanto antes, aunque el resto de novedades incluidas en el anteproyecto de la Ley de Personal no concita el mismo acuerdo. Tras presentar la norma a los sindicatos este martes, Interior remitirá el texto al resto de ministerios para que presenten las alegaciones que consideren oportunas. La cartera de Jorge Fernández Díaz quiere que el Consejo de Ministros apruebe el anteproyecto antes de las vacaciones de agosto para que, a la vuelta del verano, la ley pueda iniciar su tramitación parlamentaria. 


viernes, 4 de abril de 2014

LA EXTRAÑA PROFESIÓN DE SER POLICÍA

No todos los trabajadores de un mismo gremio acceden a su profesión con las mismas motivaciones y no todos realizan sus labores de idéntica manera. Es así como, en un mismo tajo, unos disfrutan, otros sufren y los más ven pasar la vida al compás del tic tac de los relojes, modernos tambores de galeras. Apenas quedan artesanos cuyas manos modelan el tiempo y la obra, funden la ilusión con el trabajo y disfrutando hacen disfrutar.


De entre las profesiones a escoger para recluir la vida en sus horarios, una destaca por compleja, variada, arriesgada y en ocasiones extraña. Contribuir a la seguridad ciudadana motiva a muchas personas que se decantan por ser sanitarios, bomberos o policías, de manera profesional con alta dosis solidaria. Prevenir, disuadir, evitar, investigar y esclarecer delitos también motiva a quienes se decantan por ser policías de abundante vocación.

La industria de la ficción provee de intencionados iconos policiales en los que se conjugan realidades y deseos variopintos. La novela policiaca emerge enraizada en la “filosofía de la angustia o de la inseguridad” de Kierkegaard, al calor de la revolución industrial, creando temores que a la postre son aliviados, supuestamente, con relatos racionales. De ahí sugen figuras estereotipadas de investigadores y policías contrapuestas a malhechores y antihéroes en corruptos escenarios urbanos y callejeros donde la miseria es caldo de cultivo para violencias y delitos. La novela pasa de esta manera de policiaca a negra.

En las comisarías españolas parece haber gente que accede a la profesión policial por motivaciones nada altruistas, a veces patológicas y demenciales. Las actuaciones violentas, desproporcionadas, casi sádicas, de ciertos mossos de escuadra y algunos policías, uniformados en cerebros e indumentaria, denigran y menoscaban la labor del resto. Son profesionales de la testosterona, adictos a la porra, desertores de las neuronas, que enlodan el trabajo de sus compañeros. Extraña profesión la de golpear ideas y cuerpos ajenos.

La presencia de estos individuos tiene que ver, y mucho, con la existencia de mentes perversas en la escala de mando político que los utilizan de manera torticera en su beneficio. Y ellos se dejan, con disciplina y placer íntimo. El Partido Popular, la Cope, ABC, 13TV, La Razón y otras muchas instancias políticas y mediáticas, a falta de razonamientos, necesitan crear angustia e inseguridad criminalizando cualquier ejercicio de libre expresión, antes de que se produzca si fuese necesario. Son la España autoritaria, dictatorial, negra, que aún colea.

Hay en las calles encapuchados profesionales de la bronca, lumpen con la violencia instalada en el cerebro, cobardía que aprovecha multitudes para proponer la selva como modelo de convivencia, desgacias irracionales con aspecto humano incapaces de pensar algo diferente a una pedrada. Son el fango social que anega celebraciones deportivas o protestas ciudadanas, el complemento necesario para el poder político y la muy minoritaria, residual, escoria policial.

Si Cristina Cifuentes, y su incondicional coro político y mediático, pretendía crear angustia e inseguridad, hay que felicitarla. Lo ha conseguido. Hay miedo, indefenso pánico ciudadano ante un estado capaz de manipular a policías para que exhiban la falsedad como argumento de su actitud desproporcionada. Mentiras. El Partido Popular ondeó la mentira para justificar la guerra de Irak, la usó para aprovechar electoralmente la sangre del 11 M, la utiliza para gobernar y la empuña para golpear a todo el que discrepa.

Tras contemplar la desvergüenza de la muleta espada y de los metálicos rodamientos, caben muchas preguntas. ¿No se auxilió debidamente a los policías para obtener y explotar escenas de violencia inusitada? ¿Eran todos los violentos ajenos al cuerpo de policía (¡que soy compañero, coño!)? ¿Estaba la actuación policial previamente diseñada? Y una respuesta: la porción de policía que no piensa, la de ciega obediencia remunerada, la cómplice de quienes ordenan y mandan, la que miente y engaña, es peligrosa policía, policía no democrática.